Por fin, Ciudadanos se
ha decidido a dar el bastonazo ante el fracaso de la vieja política, anclada en
el inmovilismo y en los intereses partidistas antes que en los intereses de los
ciudadanos y de la nación. Y se ha decidido, ante la situación de parálisis y
de bloqueo institucional, a "mojarse" y "a dar soluciones",
recordando los precedentes de la Comunidad de Madrid, del 17/06/2016, que
permitió gobernar a Cristina Cifuentes,
y del pacto firmado con el candidato del
PSOE, Pedro Sánchez, el pasado 24 de
marzo, que resultó insuficiente para la investidura del candidato ante la
oposición del PP y Podemos, tras las elecciones del 20-D.
Albert Rivera
y su ejecutiva han hecho del silogismo matemático un teorema político que le
acerca más a la realidad deseada por la mayoría de los españoles. El silogismo
parte de una premisa mayor: una proposición general como recurso del
pensamiento lógico (no se puede esperar más); una premisa menor: la negociación
se hace imprescindible; y una conclusión, basada en las premisas anteriores: si
quitamos el freno, podremos llegar lejos. El primero en mojarse en hacer efectivo
el silogismo, aun condicional o hipotético, ha sido el propio líder de
Ciudadanos ante su entrevista de mañana miércoles, día 10, por tercera vez, con
el candidato a la Presidencia del Gobierno, Mariano Rajoy: de no apoyar al candidato, tras el 26-J, dio marcha
atrás y anunció la abstención técnica en segunda vuelta. Con el anuncio de hoy,
abre las puertas a un mayor acercamiento a una mayoría de gobierno, que no se
quedaría tan solo en los 137 diputados del PP, más los 32 de Ciudadanos (169),
a siete de la mayoría absoluta, pasándole la patata caliente, que no desean, a
los otros dos partidos de la oposición (PSOE y Podemos), quienes pasan de los más de 7,8 millones de
españoles que votaron por el PP.
Para ello, Rivera
ha anunciado que, además de que se ponga fecha a la sesión de investidura, seis
condiciones como condición sine qua non
para abrir negociones inmediatas con el PP (si A se cumple, entonces se cumple
B, silogismo condicional o hipotético): separación inmediata de cualquier cargo
público imputado (investigado) por corrupción; eliminación de los aforamientos
de los políticos, bajo la premisa de que "todos somos iguales ante la
ley"; una nueva ley electoral que incluya listas desbloqueadas, igualdad
en el valor de los votos y eliminación del llamado voto rogado (es una modalidad de voto en la que el elector
potencial se ve obligado a "rogar" su voto, que los españoles
residentes en el extranjero están obligados a solicitar desde enero de 2011,
tras un pacto del PP y el PSOE, con apoyo de CIU, que produce efectos negativos
en la participación electoral de los emigrantes y expatriados, porque induce a
la abstención); acabar con los indultos en los casos de corrupción política;
limitación de mandatos a ocho años; y puesta en marcha de una comisión de
investigación sobre el caso Bárcenas
y la financiación irregular del PP.
Rivera ha
tenido el detalle de informar previamente a la rueda de prensa al candidato a
la Presidencia, Mariano Rajoy, (elmundo.es, de hoy), de su condiciones, con quien mañana analizará con detalle. Y en
función de la respuesta del candidato, tomará alguna de estas tres opciones:
esperar a que el PP se decida; abrir negociaciones si se aceptan sus
condiciones; o dar por cancelada la operación (elpais.com, de hoy), porque no haya visos de salir adelante.
Ya lo dijo Alfonso
Guerra: "Es contradictorio que el PSOE diga no a Rajoy y que no habrá unas terceras elecciones". "Tiene
que decidir lo uno o lo otro" (elpais.com,
de 12/07/2016). Y el expresidente Felipe
González pedía a su partido que dejara gobernar a Rajoy, "aunque no se lo merece" (elmundo.es, de 31/07/2016). Unos días antes, el barón extremeño, Fernández Vara, propugnaba que Rajoy formara gobierno y el PSOE que se
fuera a la oposición (periodistadigital.com,
recogido de europapress, de
27/07/2016). Sin embargo, el portavoz socialista, Antonio Hernando, ha seguido insistiendo en su "no a la
investidura ni a la abstención de Rajoy" (elpais.com, de 27/07/2016). Y ayer mismo, la secretaria de Estudios
y Programas del PSOE, Meritxell Batet,
afirmaba que "la renuncia de Rajoy sería
una muestra de generosidad". Y por qué no renuncia su jefe, que ha perdido
dos elecciones seguidas (las mayores derrotas históricas del PSOE), más una
sesión de investidura en primera y segunda votación. Mañana, "El Gran
Gastby de Mojácar", Pedro Sánchez,
saldrá de su madriguera y podría decir algo más que "no a Rajoy" y "no a España".
Ya lo dijo el candidato en su día a sus ministros: "Negociar será difícil
porque ni Sánchez ni Rivera tienen sentido de Estado" (okdiario.com, de 02/07/2016). Rivera ya lo ha demostrado. Ahora le
toca mover ficha a él. De los otros, mejor ni hablar.
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