Hay una absolución de
juicio y otra del confesor. El juez exime a un acusado de una pena o de condena
pecuniaria mediante una resolución judicial: fue absuelto y puesto en libertad por falta de pruebas... Absolver es declarar libre de responsabilidad
penal al acusado de un delito En la
confesión ante un ministro de Dios, el sacerdote declara en su nombre que sus
pecados le son perdonados. En juicio y en confesión, la palabra es la misma;
tan solo varía una grafía, que cambia el significado.
Hay una confusión derivada del significado de cada
palabra. En cierta ocasión, un profesor de lengua castellana suspendió a un
alumno sobresaliente porque confundió el vocablo: lo puso con uve (v) cuando
era con b. Le corrigió el profesor: acuérdate de sorbete, hijo, siempre con b;
con v se escribe cuando el sacerdote te absuelve tus pecados o un juez de un
presunto delito... Comprendió, entonces, el buen estudiante.
Definimos absolver
como la liberación a alguien de algún cargo u obligación (absolver de una
culpa); cuando el sacerdote perdona los pecados a un penitente (yo te absuelvo de tus pecados); cuando
un juez declara no culpable a un acusado (el
juez lo absolvió de la acusación de robo...). En cambio, absorber es atraer y retener un cuerpo
entre sus moléculas a otro en estado líquido y gaseoso (el bizcocho absorbe la leche; la tierra absorbe el agua de la lluvia...).
Absorber es, pues, como dijere el profesor, beber, tragar, ingerir,
escanciarse, chupar, catar, sorber..., el sorbete, hijo, siempre con b...
Las recientes sentencias judiciales han puesto a más de
uno en un brete a la hora de colocar no la tilde debida, sino la consonante
adecuada, y la difusión equívoca conduce al espectador, más que al oyente
--porque el sonido es el mismo--, a no saber distinguir el significado entre
una y otra palabra. Cuando tan clara resultare la distinción entre uno y otro
vocablos, los sufridos lectores y espectadores de televisión son incapaces de
resolver sus dudas idiomáticas, no solo porque se mezclan las dos y se ponen
indistintamente con la consonante indebida, sino porque en absolver hemos condenado de antemano a quien resultare ser
inocente, a fuerza de una larga espera, y absorbemos, en cambio, lo que no podemos
ni con un sorbete, porque nuestra boca fuere incapaz de ingerir tantas penas
como no hubieren quienes solamente tragaren agua en el Juicio Final, que
pareciere no llegar nunca, como ciertos procedimientos judiciales, que se
alargan más que una vida. Y es que, sin ser investigados, no estamos preparados
para absorber a la competencia y, así, a algunos les da lo mismo poner un
singular con verbo en plural en titular de un periódico (la mayoría de los estibadores secundaron la huelga), como les resulta
indiferente escribir absolver --sin que estuvieren llamados para esa misión-- y
absorber, acción que todo el mundo puede realizar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario