Asumimos diversas
pasiones, aunque su primer significado sea el de padecer. Hay otra pasión que
es la inclinación muy fuerte hacia otra persona, la pasión del amor: "Te
amo con pasión"; una pasión por la madre,
por la pareja o los hijos. La pasión como vocación o inclinación vehemente por
algo: "Tengo pasión por el arte." No fuere en sí misma la pasión una
acción perturbadora del ánimo, aunque pueda devenir en él. En el amor, se deja
en ocasiones a un lado la racionalidad, a la que se superpone la emoción,
liderada por el corazón, no por la cabeza. En el amor, la pasión conduce a
alguien a renegar de sus principios, dejándose llevar por sus sentimientos, que
puede llevar al maltrato de la persona amada, o incluso a privarle de la vida,
en una pasión desenfrenada, que mezcla sentimientos opuestos. La pasión
asociada al amor se expresa sin ambages: "¡Qué
pasión de madre...", le oí decir a la prima Chon a su madre, Isidra,
que estuviere junto a ella. La familia
era, entonces, una pasión de amores. Recordando aquella frase que me impactare
siendo niño, tomé un día la mano de una mujer, anudé mis dedos a los suyos, y
exclamé: "¡Qué pasión de
amiga!", en el desamparo quizá del amor ausente de su nombre, que
pareciere indicar lo contrario.... No
hay límites a una pasión de expresión de los sentimientos, cuando la pasión
muestra un deseo limpio de alma y corazón.
La pasión tiene un significado más positivo que
peligroso. Hay, en cambio, pasiones desenfrenadas, que devienen en el fanatismo
o la obsesión, esta por intentar lograr lo que no se desea; aquella, por el
fanatismo de ciertos aficionados al fútbol que, en su pasión desbocada, les
lleva a un comportamiento violento y discriminatorio respecto a los aficionados
de equipos rivales.
La pasiones desenfrenadas matan. "Amaba tanto su
trabajo y se entregó a él de tal manera, que se fue al huerto de cruces..."
"La amaba tanto que la quería solo para sí: o eres mía o no serás de
nadie..." Sin razón, la pasión es estéril. La razón necesita la pasión por
la razón, no la perturbación del ánimo por aquella. La razón es el orden; la
pasión, sin razón, el desorden. La pasión conduce, a la postre, al desconsuelo;
la razón a la verdad. El apetito pasional ha de alimentar una pasión apasionada
por la verdad que, en ocasiones, no es la nuestra, si acaso una razón de la
verdad.
La Pasión con mayúsculas hace referencia a la pasión de Jesucristo, que se inmoló en la cruz
para redimir los pecados del mundo.
¿Pudiere haber mayor pasión que la de quien entrega su vida por los demás?,
como los soldados y las Fuerzas del Orden por su patria, al contrario de lo que
hacen hoy tantos hombres que se la arrebatan a quienes dicen amar... El amor, o
la passio, la acción de padecer...
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