viernes, 4 de diciembre de 2020

LA ESCULTURA MEDIEVAL EN EXTREMADURA


    
    El ámbito cronológico del patrimonio artístico medieval en la mayoría de las localidades que integran Extremadura tiene como límite histórico inicial la reconquista y repoblación de los territorios musulmanes por parte de los ejércitos reales y la Órdenes Militares, en el primer tercio del siglo XIII. Tras la reconquista, estos emplazamientos dieron lugar a villas fuertes potenciadas por los monarcas como centros para la repoblación. Comienzan a aparecer entonces los primeros ejemplos del nuevo arte cristiano, teniendo gran importancia la arquitectura castrense como consecuencia de la situación fronteriza de Extremadura entre los territorios islámicos y cristianos. El arte cristiano que se desarrolla en el siglo XII está marcado por la empresa reconquistadora.

      La iconografía en la antigüedad y en la Edad Media, la situación artística en Extremadura y las representaciones marianas, los crucificados y los santos, es el objetivo del último libro del cronista oficial de Trujillo y doctor en Historia del Arte, José Antonio Ramos Rubio, [1] que prologa Luis J. Garrain Villa, cronista oficial de Llerena  y académico correspondiente de la Real Academia de Extremadura de las Letras y las Artes, que supone, afirma, “una imprescindible contribución para el conocimiento de nuestro patrimonio”.

       El estudio de la imaginería en Extremadura es muy limitado. No existen retablos de imaginería y sí algunos ejemplos de retablos de pintura de primer orden, como el de la parroquia de Santa María de Trujillo. Por el contrario, el autor ha hallado interesantes esculturas lignarias de la Virgen María con el Niño en brazos y Crucificados. El momento de mayor actividad escultórica corresponde al último cuarto del siglo XIII y primera mitad del siguiente, si bien es cierto que la gran apoteosis mariana procede del siglo XII.

   En Extremadura hallamos las mejores representaciones en sus catedrales, concatedrales y en el monasterio de Guadalupe, entre las muchas parroquias, museos, ermitas y casas parroquiales que se abordan en la obra por orden alfabético.

Coria: Santa María de Argeme, a seis kilómetros de la población se halla la ermita de su nombre, que es patrona de Coria y copatrona de la diócesis de Coria-Cáceres, cuya devoción se remonta a la Reconquista. Las venidas a la ciudad se hacen cada cuatro años y, desde finales del siglo XX, cada año. El papa León XIII, por solicitud del obispo Ramón Peris Mencheta, la nombrará patrona de Coria y de la diócesis. En 2006, con motivo del L aniversario de la coronación canónica, fue nombrada alcaldesa honoraria y perpetua de la ciudad por el pleno municipal. La primitiva imagen del siglo XII fue modificada en el XIX. Probablemente dañada durante la Guerra de la Independencia, se decide realizar una nueva imagen acorde con la época. Sobre la imagen original se monta un nuevo busto con brazos articulados. La nueva imagen se bendice en 1830, que le da el aspecto actual. La cabeza es un óvalo de madera finamente policromado. La Virgen se representa sedente sobre un madero vertical y apoya sus pies descalzos con zapatos puntiagudos en una peana poligonal. Viste túnica de color jacinto, con ribete inferior dorado, y un sencillo manto que le cae sobre las rodillas, una de las imágenes más antiguas de Extremadura, según el profesor García Mogollón, posiblemente labrada a finales del siglo XII, que parece confirmada por la cita del sitio (Alfarageme) en el Fuero de Coria del año 1227. Crucificado (Museo catedralicio de Coria), imagen en cobre fundido, obra tardía del siglo XIII.

Plasencia. Catedral:  Nuestra Señora del Sagrario, imagen muy venerada por los placentinos, preside el tabernáculo del retablo mayor de la catedral. La imagen es de madera y se representa a la Virgen sedente sobre un sencillo escaño, sosteniendo sobre la pierna izquierda al Niño. Es obra del tercer cuarto del siglo XIII. La talla figuró en la Exposición de Barcelona de 1929 y en la Muestra de Historia y Arte de Extremadura de Cáceres.

Virgen con Niño: Fue descubierta durante unas obras realizadas en la Casa Madre de las Religiosas Josefinas en el año 2019, al lado de la muralla. Es una imagen pétrea que se halla cobijada en una hornacina de granito y sobre un pedestal decorado con motivos vegetales tallados en la piedra. Es una de las imágenes más antiguas que se conocen en Plasencia, representativas de la Madre con el Hijo.

Nuestra Señora del Perdón: En la Sala Capitular de la catedral placentina, conocida también como capilla de San Pablo, se encuentra una magnífica talla de la Virgen con el Niño, antiguamente situada en el presbiterio de una capilla de la Catedral Vieja, donde gozó de gran veneración. Es obra de granito policromado, elevado sobre un pedestal decorado sobre motivos vegetales goticistas. Fue exhibida en la Exposición Universal de Barcelona de 1929 junto con la Virgen del Sagrario.

Santa Catalina: En el claustro de la Catedral Vieja se encuentra en lamentable estado de conservación una imagen pétrea de Santa Catalina, la Virgen y mártir de Alejandría que murió decapitada en el año 307 por orden de Majencio. Tiene entre sus manos la rueda del tormento al que fue sometida. Tuvo una capilla dedicada a ella fundada por el obispo Vicente Arias de Balboa, que allí se encuentra inhumado.

Otras imágenes destacadas por el autor son: Cristo de los Doctores, situada en un lateral de la Epístola, que gozó de capilla; Virgen con el Niño, en una capilla del lado de la Epístola de la iglesia de San Nicolás, de piedra granítica policromada, no es originaria de esta iglesia, sino de la ermita de Fuentidueñas, cerca de Plasencia, trasladada a esta parroquia en 1969; Santa María la Blanca, escultura de granito policromada de Nuestra Señora con el Niño, situada  en el claustro de la catedral, aunque a principios de siglo estaba en la Sala Capitular, o capilla de San Pablo; imágenes de la fachada del Perdón: el grupo de la Anunciación, con la presencia del arcángel Gabriel; Crucificado, en el museo de la catedral, en mal estado de conservación; Señor Resucitado, relieve en alabastro sentado sobre su sepulcro; Virgen del Buen Suceso, en el colegio de RR MM Josefinas; Nuestra Señora del Socorro, una entre las varias que representan a Nuestra Señora, amamantando al Hijo en las localidades de la diócesis, conocidas con el nombre genérico de Vírgenes de la Leche, además de la patrona de la ciudad, Nuestra Señora del Puerto, hay otra igual en la iglesia del Salvador, y otra más antigua situada en la hornacina del Cañón o Bóvedas del Marqués de Mirabel con la denominación de Nuestra Señora del Socorro; Cristo de las Injurias, en un lateral del altar mayor de la iglesia de San Esteban.

Vírgen del Puerto
(Plasencia)

Nuestra Señora del Puerto, en la ermita de su titular, situada a cinco kilómetros de la ciudad, declarada patrona de la ciudad por el papa San Pío X, a cargo de los franciscanos hasta 1570, en que pasó a jurisdicción del obispo. La actual ermita es obra en su mayor parte de los siglos XVII y XVIII. Su fiesta se celebra el domingo siguiente a la Pascua de Resurrección. La imagen fue realizada entre los años 1480-1485. La obra es de madera policromada. María, sentada en un trono, sostiene al Niño sobre el regazo y le ofrece su seno para que pueda tomar la leche materna. En el siglo XVIII, el marqués de Vadillo levantó un santuario en honor de la Virgen del Puerto en la capital de España. Además, hay varias réplicas de la Virgen del Puerto repartidas por las diócesis de Plasencia y Coria-Cáceres: las efigies de Nuestra Señora de Peñas Albas (Cabezuela del Valle), Nuestra Señora de la iglesia de San Andrés (Guijo de Granadilla), Virgen de la Leche (ermita de Nuestra Señora de Alta Gracia, en Garrovillas), Nuestra Señora de Aldehuela de Jerte, sin olvidar la Virgen alabastrina de la parroquia placentina del Salvador. Nuestra Señora del Puerto fue coronada canónicamente en 1952.

Badajoz: En la catedral de Badajoz preside un retablo protogótico una Virgen con el Niño, talla de la segunda mitad del XV

En la Concatedral de Santa María de Cáceres (iglesia de Santa María la Mayor) se venera la magnífica talla del Crucificado, conocida como Cristo Negro (164 cms) en la capilla de los Mogollón Blázquez-Mayoral, en el lado de la Epístola. Es una escultura arcaizante muy venerada por los cacereños. Es obra del siglo XV, situándose en momentos próximos a la fundación de la Cofradía del Santo Crucifijo el 3 de mayo de 1490. La imagen procesiona durante la noche del Miércoles al Jueves Santo a partir de la media noche. Sus estatutos establecen que la imagen no puede salir de los límites de la muralla histórica, por lo que en la Procesión Magna la Cruz de Guía representa a la cofradía, que componen entre 50 y 59 cofrades.

Otras imágenes representativas de Cáceres pueden ceñirse a la del Cristo del Humilladero (iglesia del Espíritu Santo), traída hasta aquí desde su ermita del Humilladero, de ahí su nombre, a principios del XX. Cristo de las Indulgencias (iglesia de Santiago). El autor considera que debe tratarse del Cristo del Pardo, que tuvo su capilla en esta iglesia, que recibió el nombre del Cristo del Perdón y más tarde, el de Cristo de la Buena Muerte. San Jorge y el dragón (Diputación Provincial, Palacio de Carvajal), imagen que ostenta el patronazgo de Cáceres desde la Reconquista, al coincidir esa con su festividad. Santa Ana con la Virgen niña (Ayuntamiento), obra del primer decenio del XVI, adquirida en la Pousada de Elvas (Portugal) por el alcalde de Cáceres Alfonso Díaz de Bustamante en 1965 por 16.000 pesetas. Virgen de la Misericordia (Ayuntamiento), obra de finales del XV, adquirida por el Ayuntamiento en 1969 en la tienda de antigüedades de Madrid de don Luis Carabe por 4.500 pesetas. Nuestra Señora de Gracia (ermita de la Arguijuela de Abajo), a 9 kilómetros de la capital cacereña, próxima a la edificación castrense, se encuentra la ermita, perteneciente a la jurisdicción de la iglesia de San Mateo. Virgen (iglesia de Santa María la Mayor), imagen mariana de finales del XV. Virgen de la Esclarecida (iglesia de Santiago), procedente de una aldea bajomedieval, situada entre Valdesalor y Torreorgaz, en el paraje o finca de Zamarrilla, donde se sitúa su ermita. Virgen con libro (Fundación Mercedes Cáceres). Crucificado (Museo de Cáceres). La Trinidad (Museo de Cáceres) procedente de la iglesia de Herrera de Alcántara. Virgen en oración (iglesia de Santa María). Virgen en templo (iglesia de Santa María).

Concatedral de Santa María de Mérida: Cristo de la O, de la segunda mitad del XV.

Cristo de la O (Mérida)

Guadalupe. En el monasterio, regentado por los franciscanos desde 1908, se conservan verdaderas joyas artísticas. Este centro espiritual comenzó su andadura a principios del siglo XIV en una pequeña ermita, visitada por el rey Alfonso XI en 1335 quien, contemplando su ruinoso estado, dio órdenes para la construcción de una iglesia en 1340 en acción de gracias por haber confiado a la Virgen de Guadalupe la victoria de la batalla del Salado. Comienza la construcción del monasterio (año 1340), declarado priorato secular, a cuyo frente estuvo Toribio Fernández como procurador del cardenal Gómez Barroso y, después, como prior secular hasta que se hicieron cargo de él los jerónimos (priorato regular) en 1389. En su interior se conserva la imagen de la Virgen de Guadalupe, patrona de Extremadura y Reina de la Hispanidad y, con toda seguridad, afirma el autor, la imagen tallada en madera policromada más longeva de Extremadura.

La talla se asignó inicialmente al grupo de Vírgenes negras de Europa occidental de los siglos XI y XII en las que el pueblo campesino sería retratado en estas imágenes nnegrecidas. La talla sufrió varias restauraciones a través de los tiempos. La escultura de la Virgen con el Niño medieval es la más antigua de Extremadura.


Vírgen de Guadalupe 

El artista Egas Cueman realizó magníficas esculturas para el monasterio dentro de la corriente gótica hispano-flamenca, tales como el sepulcro de los Velasco (1467-1476), el sepulcro de alabastro del obispo de Córdoba don Gonzalo de Illescas (1458), exprior del monasterio, o los conjuntos escultóricos tallados en madera policromada que se conservan en el monasterio, perteneciente a un Via Crucis: Crucifixión, Descendimiento y Santo Entierro, así como la escultura de la Magadalena. Tras el ábside del coro, recibe culto una imagen con el Niño, conocida entre los frailes como la Virgen del Coro.


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[1] Vid.: Ramos Rubio, José Antonio: La escultura medieval en Extremadura: arte, pervivencias religiosas y antropológicas. Las representaciones marianas, los crucificados y los santos, Tau Editores, Cáceres, 2020, 466 págs.


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