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Vista del castillo desde el interior y la Casa rectoral a la izquierda |
Parece
que fue ayer; pero hoy hace sesenta años que, por Decreto 1347/1965, de 6 de
mayo (BOE de 29 de mayo de 1965), firmado por el Generalísimo Francisco Franco,
Jefe del Estado Español, y avalado por el ministro de la Gobernación, Camilo
Alonso Vega, se acordaba la disolución
del municipio de Granadilla (Cáceres) y se incorporaba su término municipal a
los limítrofes de Zarza de Granadilla y Mohedas de Granadilla con la divisoria
determinada por el cauce del río Alagón, y facultaba al citado Ministerio para
dictar cuantas disposiciones pudiera exigir el cumplimiento del Decreto.
La justificación que ofrecía el Decreto
para la disolución del municipio es que este se había quedado sin población ni riqueza imponible suficientes con motivo de la construcción de la presa de
“Gabriel y Galán”.
Asimismo,
se hacía constar que la Corporación Municipal de Granadilla había dado su
conformidad y, con respecto a asignar el territorio de su término, los informes
de las autoridades provinciales emitidos en el expediente consideraron que la
solución más oportuna era incorporar dicho término al municipio de Zarza de
Granadilla, excepto los terrenos de la margen derecha del río Alagón, que
pasarán a formar parte del municipio de Mohedas de Granadilla.
Previamente,
además de la conformidad de la Corporación local de la villa, habían emitido
dictámenes favorables la Dirección General de Administración Local y la
Comisión Permanente del Consejo de Estado y, a propuesta del ministro de la
Gobernación, previa deliberación del Consejo de Ministros en su reunión del día
treinta de abril de mil novecientos sesenta y cinco, se aprobó el precitado
Decreto, dado en Madrid a seis de mayo de mil novecientos sesenta y cinco.
En
la citada fecha, poco vecinos quedaban todavía en Granadilla, sin recursos, sin
saber a dónde ir ni qué hacer, su vida paralizada por el pantano que ahogó sus
vidas en llantos sin fin; en acosos de las autoridades para abandonar la
localidad que ya no fuere suya; en peritajes a la baja de tierras labrantías y
huertos de olivos, sin nada ya para vivir, la historia política-administrativa
acabada, pero no del todo, porque su luz aún brilla en el mapa.
La
descripción más amplia acerca de Granadilla nos la ofrece Madoz en 1846, en su
Diccionario Geográfico, Estadístico e Histórico. Señala que el partido judicial
de entrada y Audiencia Territorial de Cáceres se compone de cuatro villas,
veintidós lugares, cinco concejos compuestos de diferentes números de alquerías
y seis despoblados. Las villas son Casar
de Palomero, Hervás, Granadilla y Villanueva de la Sierra. Los despoblados:
Cáparra, Corzas, Diganzales, San Miguel, Valdefuentes y Viloria. Los lugares
son los demás pueblos y todos componen treinta y un ayuntamientos.
Muchos
autores vienen reiterando como un mantra que la villa de Granada se trasformó
en Granadilla tras la conquista de la ciudad andaluza por los Reyes Católicos,
cuando en los libros oficiales aparecen referencias a la villa de Granada hasta
mediados del XIX. Siglo y medio antes de 1492, los monteros del rey Alfonso XI
ya se referían a ella como Granadiella.
Lo
más lógico es que Granada fuera edificada por el rey don Fernando en 1170 y,
dos años más tarde, en 1172, al caer en manos mahometanas la villa de
Alcántara, pasara a poder de los muslines y estos la amurallaran y la
fortificaran. Arrancada Granada del poder mahometano por el rey Fernando II de
León en 1170, su hijo Alfonso IX la dio a la Orden de Santiago. En 1282 la
poseía el infante don Pedro por donación de su padre, el rey Alfonso X el
Sabio…
La
villa de Granada tuvo gran influencia en un vasto territorio que se extendía
varios kilómetros a la redonda, que conformaba la antigua Comunidad de Villa y
Tierra, con sede en la villa, y compuestos por los sexmeros o síndicos y un
procurador síndico general, nombrado por todos los pueblos, que les
representaba en Cortes. En 1446, la villa pasa a la Casa de Alba, en que dos
condes y catorce duques la gobernaron hasta 1830. Entre el verano de 1443 y
septiembre de 1479 se construye el castillo y la iglesia de la Asunción de
Nuestra Señora, entre 1515 y 1520. En 1837 se disuelve el Señorío de Granadilla
por orden de la Diputación Provincial, constituida el 1 de noviembre de 1835.
En
1939 se inician los expedientes expropiatorios de fincas urbanas y rústicas del
término municipal. En 1950, por Real Decreto de 20 de enero se declara con
carácter urgente la construcción del pantano de Gabriel y Galán. El 24 de junio
de 1955, el Consejo de Ministros acuerda el terreno inundable del término
municipal. En 1957 se inicia la construcción de la presa, que concluye en 1962.
El 6 de mayo de 1965 culmina el proceso de disolución del municipio. El 31 de
julio, el Ayuntamiento celebra su última sesión. Entre 1954 y este último año,
los últimos vecinos abandonan el pueblo camino del destierro forzoso.
En
1979 se inician las obras de rehabilitación del castillo. En 1980 es declarado
conjunto histórico-artístico. En 1984 se inicia el Programa de Recuperación de
Pueblos Abandonados. Granadilla resucita de entre sus ruinas; pero el pueblo ya
no es de sus vecinos. Tiene horario de museo y cierra los lunes sus dos puertas
que siempre conocieren abiertas. Solo dos días al año las puertas permanecen
libres para ellos (el 15 de agosto, festividad de la Asunción, y el 1 de
noviembre, festividad de Todos los Santos, víspera de Difuntos). Algunos no
volvieron jamás. Otros (familiares y amigos) nunca volvieron a verse, ya casi
todos difuntos… Los turistas se emocionan al ver ese pueblo y conocer su
historia. En toda España se recuerda la antigua villa de Granada…