martes, 25 de mayo de 2010

LA REDUCCIÓN DEL DÉFICIT


Rafaela Fuentes*


Desde el verano de 2008 estamos viviendo la crisis más dura grave y compleja de los últimos 80 años.

El Gobierno Socialista ha procurado reaccionar ante cada inesperado desafío y lo ha hecho en general en línea con los demás gobiernos europeos, pero teniendo en cuenta las propias circunstancias.

Se han adoptado medidas ante los distintos problemas que planteaba cada fase de la crisis.

Estas medidas importantes para compensar la fuerte caída de la actividad, y preservando siempre la protección social ante la masiva destrucción de empleo, han tenido su efecto en el déficit público y hoy debemos hacer un esfuerzo especial y extraordinario para reducirlo.

¿Por qué ahora? Hasta ahora, era necesaria la inyección de recursos públicos para mantener la actividad; pero ha llegado el momento de ir retirando progresivamente los estímulos y centrarse en el ajuste presupuestario, una vez que se vislumbra la recuperación.

El crecimiento económico es la condición previa e indispensable para crear empleo.

En estos momentos hay datos esperanzadores:

  • La producción industrial ha crecido en marzo por primera vez en 22 meses; la recaudación tributaria ha crecido en el primer trimestre, por primera vez en 2 años; las exportaciones han crecido a un ritmo interanual de dos dígitos durante los meses de diciembre, enero y febrero; la producción y exportación de automóviles crecen cerca del 50% en el primer trimestre de 2010.
Estamos ante los primeros síntomas de la actividad y reducción de los desequilibrios y ahora, una vez parado el golpe, es necesario realizar esfuerzos y sacrificios para volver a una senda de crecimiento y sostenibilidad, sacrificios que deben repartirse equitativamente entre todos; y que no afectarán al núcleo duro de las políticas sociales, pero que deben hacerse para corregir con energía y rapidez los desequilibrios acumulados por la recesión, desequilibrios que se llaman 11,2% de déficit y 20% de desempleo.

Todos los países miembros de la UE hemos asumido el compromiso de acelerar e intensificar medidas para salir de la crisis. Debemos reforzar la confianza en nuestra economía. Tenemos que seguir fortaleciendo el sistema productivo y preservar el estado de bienestar.

Los socialistas tenemos claro qué debemos hacer, qué medidas hay que tomar y tenemos, además, la voluntad política de llevarlas a cabo con determinación y responsabilidad.
Hemos sabido gobernar en momentos de bonanza (José Luis Rodríguez Zapatero logró tres superávits consecutivos y en 2007 situó la deuda pública en el 36,2% del PIB, 10 puntos menos que cuando el PP dejó el Gobierno en 2004) también en momentos difíciles, a mediados de los 90, y con Gobiernos socialistas se ha logrado la mayor modernización del país y se han desarrollado nuevos derechos básicos universales:
  • 1985 Derecho universal a la educación
  • 1986 Derecho Universal a la Salud
  • 1990 Derecho Universal a las pensiones
  • 2006 Derecho atención a la Dependencia
Los socialistas hemos dado muestras suficientes de cómo gestionar eficazmente las cuentas públicas.
No aceptamos lecciones del PP, que es incapaz de frenar el endeudamiento en Administraciones que gobierna con mayoría absoluta, y ha recortado de manera escandalosa las prestaciones sociales. (Ayuntamiento y Comunidad de Madrid, Comunidad Valenciana….etc.).

El Gobierno socialista tiene un plan de austeridad que vamos a cumplir y que va a suponer un recorte importante del gasto de más de 50.000 millones entre 2010 y 2013.

No es fácil para el Gobierno tomar las medidas anunciadas y para Zapatero es especialmente difícil por su sensibilidad, por su defensa de la protección y el bienestar social, por su compromiso solidario, que lo es de todos los socialistas, y que ha gobernado siempre con actuaciones dirigidas a mejorar la situación de los ciudadanos con un fuerte desarrollo de políticas sociales, y si pide este mayor esfuerzo a toda la sociedad, a los ciudadanos, a las administraciones públicas, es porque se considera absolutamente necesario.

Esfuerzo nacional, colectivo, procurando que sea equitativo y justificado por su distribución.

Estas medidas solas no resuelven toda la situación. Como dijo el Presidente Zapatero, no descarta en el corto plazo, otras de otra naturaleza.

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* La autora es senadora del PSOE por Cáceres y coordinadora del Grupo Socialista Extremeño en el Senado.

domingo, 23 de mayo de 2010

ECHAR EN FALTA, ECHAR DE MENOS…

Echo de menos su sonrisa, que solo echaré en falta cuando se vaya. Notamos la ausencia de alguien o algo y hubiéremos sentimientos por ello. Echamos de menos la familia, pero no cuando la hubimos; la amistad, pero no cuando la disfrutamos; la naturaleza, cuando no la respetamos; el amor, cuando no lo santificamos; la salud, cuando la perdimos; el dinero, cuando lo tuvimos y lo echamos a perder; el trabajo, cuando nunca lo valoramos…

Solo te echaré en falta cuando te vayas, porque tú nunca me echaste de menos con las cartas que te echare al buzón; cuando mi ánimo, fatigado, eche olor, sangre y chispas por tus olvidos. Echaré rayos, centellas y fuegos en mi enojo; tu nombre, inhumado, derribado de mi memoria; echado a presidio, porque me condenaste a él cuando no lo mereciere. Iniciaré una marcha a otra parte por “el camino verde que lleva a la ermita”, para ir en alcance de alguien, tras echarse atrás los que creía mis amigos. Echaré a reír, a correr, a cantar, pero no invertiré una hora para ir a verte; echaré una puerta a la llave del tiempo para que, cuando lo desees, llames a la puerta del mío. Me recostaré a un lado, soñando contigo, amor, ya que tú no hubiste la delicadeza de acordarte de mí desde que estás en el Paraíso terrenal, ese paraíso que tú sueñas en la tierra, pero que solo se encuentra en el cielo. Ya vendrá alguien que te depondrá de la dignidad que asumes, y, entonces, nadie te echará en falta, como tú no echaste de menos a quienes se entregaron por ti y los echaste a mala parte, sin decirle palabra, porque no la hubiere tu conciencia de mujer.

Sigue echando discursos y bravatas, porque nadie te escucha, porque, quienes te echaron en falta un día, te echarán de menos para siempre. No eches por mayor lo que echas a perder; no eches en librea lo que pudiste tomar por refacción en una tasca. No te eches violentamente contra alguien, porque ya te echaste contra mí. No eches a nadie más a pasear, porque malograrás tu negocio por no manejarlo bien. Advierte y envida sin juego, pero no te la eches de valiente, de maestra o graciosa, porque todo lo echarás a rodar.

No desbarates más la situación, amor, porque lo echaste todo a rodar dejándote llevar por la cólera de tu ambición, faltando a todo miramiento o consideración humanas. Alguien como tú se echará a dormir, pero no a morir, y sí a perderse. Decaerán las prendas y virtudes que tenías por no cumplir tus tratos o promesas. No te hagas la recia porque se echan encima las vacaciones y alguien se echará sobre ti para reprenderte con dureza. No te las eches de nada, amor, porque solo yo te echaré en falta cuando te vayas y, de menos, cuando ya no estés, así que te pongas hoy el mundo por montera...

“NI CAMBIO NI BANDAZOS”

El discurso que el Presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha pronunciado esta mañana en Elche ante miles de alcaldes y concejales socialistas semeja un tanto al breve, pero enjundioso que, en tiempos difíciles, pronunciara en la Cámara de los Comunes el primer ministro británico Winston Churchill en 1940.

En aquella ocasión, Churchill pronunció una frase que pasaría a la historia: “No tengo nada más que ofrecer que sangre, esfuerzo, lágrimas y sudor”. En aquel momento histórico, el primer ministro británico manifestó: “Me preguntáis cuál es nuestra política?” y se respondió ante la Cámara: “Hacer la guerra por mar, por tierra y por aire, con toda nuestra potencia y toda la fuerza que Dios nos pueda dar; hacer la guerra contra una tiranía monstruosa…” Más adelante, se preguntó: “¿Cuál es nuestra aspiración?” y se respondió: “Victoria a toda costa, a pesar de todo el terror; victoria por largo y duro que pueda ser el camino.”

Rodríguez Zapatero no ha llegado a tanto porque, ni nos encontramos en una situación bélica de supervivencia, ni ante el ser o no ser como nación; pero sí ha querido poner de relieve que las medidas tomadas ante la crisis que azota al mundo occidental son “respuestas a las circunstancias”, por lo que nadie puede hablar de “cambios ni de bandazos”.

A quienes hoy critican esas medidas como de “injusticia social”, Zapatero les ha recordado que las hacen “aquellos que no se acordaron de las políticas sociales, ni de los trabajadores que percibían el Salario Mínimo Interprofesional, ni de los funcionarios”. A quienes no tienen memoria, el Presidente les ha recordado que las pensiones mínimas han subido desde que el él gobierna un 49 por ciento, y las becas, un 70 por ciento. A quienes se llenan la boca defendiendo a la familia, jamás las defendieron, y conocíamos al organismo que prestaba las ayudas como “La Perra gorda”; quienes critican hoy la política de vivienda, gozan de chalés de lujo, pero no construyeron, como el PSOE, medio millón de viviendas sociales; quienes tanto dicen defender a los trabajadores, aun en tiempos de bonanza, sacaron, aprovechando las vacaciones, el “decretazo”, que iba contra los derechos adquiridos.

No cabe hablar, por tanto, de un cambio de señas de identidad en un proyecto de cohesión social que solo puede encarnar la izquierda, y que se hace por el interés general de España, por su credibilidad, y para volver a retomar la política social y las pensiones “cuando retome el crecimiento”. Cuando toda la Unión aplica medidas similares, solo “algunos quieren otras cosas”, que traerían más déficit para el país, más riqueza para algunos y más pobreza para la mayoría.

Ahora solo falta el acuerdo laboral con los agentes sociales. No quisieran algunos ni eso, como no han deseado el Pacto por la Educación, si no se adoptare el suyo.

Cuando pasen los años, los trabajadores recordarán quién estuvo a su lado y les ofreció los derechos que otros siempre les negaren. Ahora, no se nos pide “sangre, sudor y lágrimas”, sino corresponsabilidad compartida para corregir el déficit, atender a los más desfavorecidos y salir de la crisis. No es la guerra, sino la coyuntura que nos vino impuesta.

domingo, 16 de mayo de 2010

“INJUSTO E INSUFICIENTE”

El presidente nacional del PP manifestó ayer que las medidas económicas de ajuste tomadas por el Gobierno de España eran “injustas e insuficientes” y añadió, además, que “venían impuestas desde fuera”.

Rajoy y sus camaradas de la tabla redonda parecieren el perro del hortelano, “que ni come ni deja comer”. Constituye un cinismo de mal gusto, en sus expresiones tan silabeantes y remarcadas por las eses, que lo que pide él desde dentro, y que el Presidente presenta en sede parlamentaria, diga que viene “impuesto de fuera”. De dentro vino el globo que ellos inflaron y que devino en la crisis nacional; de fuera llegó la estampida de la crisis sobrevenida para el todo el mundo. Algo tienen que decir quienes velan por nuestra economía mundial, como los organismos internacionales, los bancos centrales y el FMI, para que aquella, en un mundo globalizado, no extienda sus tentáculos más allá del Partenón y, con el apoyo de los especuladores de los mercados, nos afecte a todos. Quisiere él imponer la propia y, por ello, juega en contra de los intereses de España. De ahí que no pacte el modelo educativo ni ningún otro si no se asumiere el suyo completo. Y eso no sería pacto, sino imposición.

Tendría que repasarse el modelo extremeño, el Pacto Político y Social para las reformas en Extremadura, ya firmado por la Administración, su propio partido y los agentes sociales. Tendría que haber oído en Plasencia a un agente social lamentarse que en España no fuese posible el Pacto que se hiciere realidad en Extremadura. O tendría que haber oído al alcalde de la capital de Extremadura, Ángel Calle, afirmar que “le da envidia Portugal, porque ni en España ni en su ciudad sería posible ver cómo el primer ministro y el líder de la oposición compareciesen juntos para anunciar las medidas anticrisis”. O al Presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, que, inmediatamente reúne a su ejecutiva regional para que se pronuncie, y así lo hacen todos, a favor de las medidas del Gobierno; o al presidente de la Asamblea de Extremadura, Juan Ramón Ferreira, que invita a hacer lo mismo en la Cámara que preside. No lo calificaría, entonces, de “injusto e insuficiente”, a no ser que se lo aplicare solo para los suyos.

Tildar de “injusto” un ajuste en beneficio de la mayoría, pareciere una broma de mal gusto por parte de quien no creyere y despreciare a la justicia cuando no le favorece y la aplaudiere cuando fuere a favor de sus intereses. Rajoy se alinea antes con la tesis de Santiago Rusinyol: “Cuando un hombre pide justicia es que quiere que le den la razón” que con la de Senne, que afirmare: “Donde no ha justicia no hay libertad y donde no hay libertad, no hay justicia.”

Ya el vicesecretario general del PSOE, José Blanco, se refirió ayer a la “doble moral” de quienes solicitaban al Gobierno “medidas difíciles para la recuperación económica y para atajar la crisis”, para despreciarlas después; y la doble moral de quienes no ayudan cuando es necesario, “porque la austeridad de hoy será el bienestar de mañana”. En sentido similar se ha pronunciado el presidente Vara al afirmar que “le importan un pito los votos”, porque lo que interesa de verdad es el futuro de nuestros hijos.

La intrahistoria que desea marcar el PP no es la intrahistoria de España. Quien no sabe cuánto gana, no puede decir tampoco que “las medidas son insuficientes”. ¿Para quién o quiénes: para quienes menos tienen? Aplíquense ustedes el cuento en sus propias comunidades, que son también España, aunque mal ejemplo dan quienes, por toda respuesta, no ofrecieren el ejemplo que predican en sus predios políticos y pretendieren que todos los españoles lo diéramos por ustedes. Y es que al PP no parece importarle España y su futuro, pero en el fondo se alegra de que estas medidas tan impopulares la tome el PSOE, que perderá votos por ello, y no ellos, a quienes nada les importa el futuro de España.


EL PERRO DE ALCIBÍADES

Teresa Roca*

La alcaldesa de Moraleja aboca al líder regional del PP, señor Manzano, a hacer el ridículo, cuando alaba “el gran trabajo y esfuerzo” y, sobre todo, “las grandes inversiones sin generar una mayor deuda” realizada por el gobierno de la derecha y su socio de gobierno, el cuestionado concejal número 6 del IPEX.

Este amparo que viene solicitando a su partido cada vez que el PSOE critica algunas de sus actuaciones, como los dos créditos por 420.0000 euros solicitados este año, nos recuerda la anécdota del perro del Alcibíades, referida a las acciones con las que se pretende desviar la atención de asuntos más importantes, que se aplica a los cargos públicos que realizan actos con el fin de desviar la atención, o, como se dice ahora, crear una “cortina de humo” para que el pueblo no se percate de los males o daños que se están produciendo. Alcibíades era un mandatario griego que vivió en el siglo V antes de Cristo. Tenía un perro magnífico que era la admiración del pueblo. Cierto día, Alcibíades mató a su perro. El pueblo se asustó ante esta desproporcionada y arbitraria medida y todos manifestaban su pesar. Cuando le preguntaron por qué había cometido tal injusticia, respondió que, con ese acto, sus enemigos y el pueblo hablarían del perro y se olvidarían de los asuntos públicos y de su gobierno.

“Nada se parece tanto a la ingenuidad como el atrevimiento”, decía Óscar Wilde; pero la alcaldesa y Manzano viven en el siglo XXI de nuestra era y no en el V antes de Cristo, como Alcibíades. La mala fe de la primera y el atrevimiento del segundo, sin conocer los datos que denuncia el PSOE de Moraleja, le invitan a decir que “suenan a chiste”. No son chistes, sino realidades que la alcaldesa le habrá ocultado, como las que se enumeran a continuación:

458.684,26 euros solicitados a Caja Duero el 10 de julio de 2009 (tras dos años y pico de gobierno popular); 420.471,00 euros al Banco de Santander Central Hispano en el pleno del 4 de enero de 2010; 420.471,00 euros solicitados en el pleno del 7 de mayo de este año; la subida de impuestos en 2010 en un 20 por ciento a los vehículos medianos, el 27 por ciento a los tractores más pequeños, un 4 por ciento la plusvalía, una subida de la liquidación del Impuesto sobre Construcciones, Instalaciones y Obras (ICIO) de casi un 30 por ciento, y un 35 por ciento la recogida de basuras.

Además de estas subidas, hay que hacer constar la venta de un solar para 98 viviendas, por 140.000 euros, aprobado en Junta de Gobierno Local (JGL) el 27 de mayo de 2009; la venta del solar para la residencia de ancianos, por 151.380 euros, en JGL de 2 de febrero de 2010; la venta de 40.000 metros cuadrados en la parcela 59, polígono 9, en JGL de 13 de diciembre de 2007; la venta de parcelas en el Polígono Posturero el 29 de febrero de 2008; el intento de venta de una vivienda en Vegaviana en JGL el 26 de noviembre de 2008, y el intento de venta de solar municipal en la avenida Lusitania en JGL de 3 de diciembre de 2008.

Lo que suena a chiste es que un alto cargo regional de la derecha extremeña pìda la dimisión de esta humilde concejala socialista de pueblo “por no trabajar en el municipio”, mientras que la lideresa de su partido en Moraleja se queje a voz en grito de las constantes propuestas, escritos y solicitudes de la oposición, como en esta breve relación, en los dos últimos meses:

Denunciar que la alcaldesa no sancione a la empresa del puente por haber incumplido gravemente el compromiso de contratación de personal; denunciar que la alcaldesa permita que las obras del puente no se hayan ejecutado como decían los proyectos; exigir al gobierno local que pague los cheques-bebé que lleva dos años sin pagar; proponer que el ayuntamiento no cobre tasas por derechos de examen a personas en situación de desempleo; denunciar que la alcaldesa suba más del doble el precio de la ayuda a domicilio; instar al gobierno local a la reparación del puente sobre un camino que llevaba casi seis meses cortado; denunciar que la alcaldesa permita que se despida a los trabajadores con discapacidad del servicio de limpieza, que llevaban casi diez años en sus puestos…

Como muestra de esta “inacción” con que el señor Manzano califica la acción de oposición del grupo socialista, le preguntamos al dirigente popular si está de acuerdo con el presidente de su partido y solicitará a la señora González que se reduzca su sustancioso sueldo de 3.500 euros mensuales, y los casi 150.000 que tiene presupuestados para concejales, altos cargos y personal de confianza, en el porcentaje en que lo hará el gobierno de España y las administraciones públicas extremeñas o, por el contrario, “matará a su perro”, como Alcibíades, para que el pueblo siga mirando para otro lado. Y, por último, le invitan a que contraste los datos sobre deuda local en la web del Ministerio de Economía y Hacienda, donde puede verse que el incremento de 2008 a 2009 ha sido de 357.000 euros, y a que se preocupe de dónde salen los dineros de los viajes de concejales del gobierno local, con los que comparte mesa y micrófonos, y a visitar la página web http://www.psoemoraleja.es/ si desea estar enterado verazmente de lo que pasa en Moraleja.
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* La autora es portavoz socialista en el Ayuntamiento de Moraleja (Cáceres).
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Publicado en Extremaduraaldia el 16 de mayo de 2010.

lunes, 10 de mayo de 2010

LA OTRA CUMBRE DE MÉRIDA

Por primera vez en la historia, la capital de Extremadura va a acoger la Conferencia de Presidentes de Parlamentos Autonómicos (COPRECA), gracias a la presidencia que ostenta desde hace un año el presidente de la Asamblea extremeña, Juan Ramón Ferreira Díaz.

La COPRECA es un foro institucional, con sede rotatoria anual, en el que los diecisiete presidentes de los parlamentos autonómicos se reúnen para intercambiar experiencias e información, analizar problemas, retos y oportunidades e impulsar iniciativas conjuntas para mejorar el funcionamiento parlamentario y la intercomunicación sobre las asambleas legislativas.

No es la primera vez, ni esperemos que sea la última, que la capital extremeña acoge una cumbre de estas características que, además de debatir su orden del día, permite a los presidentes de los parlamentos nacionales conocer la Comunidad que los acoge, sus instituciones, principales ciudades y organismos científicos.

La exposición que el pasado año realizara en la reunión de Murcia el titular de la Cámara regional, Juan Ramón Ferreira Díaz, y las novedades que para una mayoría supusieron sus relaciones con las instituciones europeas y su propio funcionamiento, le auparon a la presidencia institucional del organismo que, en la cumbre de Mérida, dejará por turno rotatorio.

Una cumbre de estas características en nuestra región no es una cuestión baladí por cuanto representare para la sede de acogida y para la propia Comunidad. La interconexión de la Cámara de representación territorial, más cercana a los ciudadanos, pasa en muchas ocasiones inadvertida, no por el trabajo que desarrollaren ni por las leyes que aprobaren, que inciden directamente sobre los ciudadanos, sino por una carencia de cultura democrática secular, que nos hace ver más cercanos a los ayuntamientos y al poder ejecutivo que al legislativo. Sin embargo, el cambio de Reglamento, para adecuar su funcionamiento a la actualidad que preocupa; su apertura a la sociedad, tanto en las recepciones múltiples que acoge, como en sus exposiciones, libros de divulgación sobre temas extremeños y, sobre todo, la presencia de su titular y los miembros de la Mesa fuera de su sede habitual, están haciendo más conocida y valorada una institución, que es y debe ser la voz del pueblo, un vínculo de conexión con el Senado de la nación y con las instituciones europeas, donde también se toman decisiones que nos competen.

No es la primera vez que Mérida, como capital de Extremadura, acoge una reunión institucional de ámbito nacional, ni esperemos que sea la última. La próxima Conferencia de Ministros de Agricultura de la Unión, a finales de mes, con motivo de la presidencia española de la UE, o las conferencias sectoriales ya celebradas años atrás, suponen un reconocimiento a nuestro estatus político-institucional en el concierto nacional, gracias a un trabajo bien hecho por su presidente y la Mesa de la Cámara.

domingo, 9 de mayo de 2010

DE PASIONES VARIAS


El mundo entero es hoy una pasión: de tristeza, depresión, abatimiento, desconsuelo… La pasión versus acción; el estado pasivo del sujeto, abandonado a su suerte, perdida toda esperanza, como si hubiésemos entrado ya en el infierno de Dante y hallásemos en el dintel de la puerta sus palabras: “Lasciate ogni speranza, voi ch’intrate” (abandonad toda esperanza quienes entráis aquí” (verso noveno, Canto III de La Divina Comedia).

Hay otras pasiones del alma distintas y distantes a la pasividad de este estado: la pasión amorosa, la pasión de la madre, la muy viva preferencia por alguien hacia otra persona en quien confiarse; la pasión de los hijos, la pasión del trabajo, la pasión política, la pasión deportiva…, todas con matices y gradaciones diferentes: las que todo lo dan y nada reciben; las que nada nos dieren cuando todo se les ofreciere…

El amor es una pasión de entrega, porque se supone un amor que se da a cambio de nada; el sentimiento que nos atrae y que, en justa reciprocidad, nos alegra y nos da alegría para vivir, comunicarnos y crear; pero hay otros amores que no fueren tales: el “platónico”, el amor idealizado sin relación sexual; el “amor propio”, el que alguien se profesa a sí mismo y a su prestigio; “por amor al arte”, el que no espera interés ni recompensa por el trabajo; “por el amor de Dios…”, o dar como de gracia lo que se debe por justicia.

La pasión de madre concatena dos pasiones: la de aquélla por traerle al mundo en un acto de amor y la del hijo bien amado que le reporta su amor porque le diere la vida y cuidare de ella hasta su valimiento por sí mismo.

La pasión por alguien en la confianza infinita en otra persona, cuya sola visión nos ofrece la alegría que no hubieren otras pasiones. La pasión por el trabajo nace no solo de un estado de necesidad, sino de una necesidad, vocacional, de sentirse útil al bien común. La pasión deportiva, pasiva, no activa, liberadora de frustraciones, niega, las más de las veces, el denominador común de la pasión: la entrega sin condiciones a una persona o un grupo, que solo en ocasiones nos diere las satisfacciones que buscamos en la vida y no halláremos.

La pasión, como los seres vivos, nace, se desarrolla y muere. La pasión es un estado transitorio del alma; el amor, si existiere, lo fuere eterno. Fractura el tiempo las pasiones como la propia declaración de amor eterno. Nada más frágil que el amor si no se alimentare; nada más recurrente que la pasión a falta de otras pasiones. “Sin pasión, el hombre solo es una fuerza latente que espera una posibilidad, como el pedernal el choque del hierro, para lanzar chispas de luz”, recordaba Henry F. Amiel.

Necesita pasión el mundo para caminar, no solo la palabra que mueve montañas, ni la fe que pudiere removerlas; no tampoco la desconfianza en la política porque no nos gustare el mundo en que vivimos porque, sin ella, como sin pasión, el caos se adueñaría del mundo. Hubiéremos de tener fe no en los políticos que no pactan aunque se hunda el mundo, sino en aquellos que, por su pasión por la política, entregan su vida con pasión por los demás, porque ese encargo le dimos; pero la pasión vincula a dos, como la Liga fuere cosa de dos, ganada para unos, ya perdida para otros, la pasión deportiva que fenece porque fuere solo pasiva. Un partido lo disputan dos equipos: el que está en el poder, que busca los derechos para todos, solicita también deberes porque, sin ellos, nada fuere posible; el que está en la oposición no debiere marcarse solo como norte el poder, restringiendo derechos y no poniéndose deberes, como si el amor por la Patria fuere tan solo suyo y no de todos los que ha habitáramos, porque “quien se pierde en su pasión, pierde menos que el que pierde su pasión” , en palabras de Kierkegaard, porque, qué ganamos si no fuere en el amor recíproco, el saber estar a las duras tanto como a las maduras… Nada, como quienes negaren sus pecados por los que aún no fueren condenados y cumplieren su penitencia, y vieren en ojos ajenos la paja que hubieren en los propios…


miércoles, 5 de mayo de 2010

EUSTASIO LOPEZ, EL CORRESPONSAL

Eustasio López Jiménez, maestro nacional jubilado, ha fallecido en Valencia de Alcántara, el último pueblo en que ejerciere su profesión y al que dedicare los años más fecundos de su vida profesional y de corresponsal de prensa de pueblo. Durante casi cuatro décadas (1960-1990), “Desde Valencia de Alcántara, informó Eustasio López”, fue el cierre a sus informaciones diarias habladas para Radiocadena Española en Cáceres y más tarde en RNE en Extremadura. Y, sobre todo, en El Periódico Extremadura y en la agencia Efe, desde los que diera a conocer su último pueblo al mundo entero.

A principios de los ochenta, el primer alcalde democrático de Valencia de Alcántara criticaba en cierta ocasión ante el director de El Periódico Extremadura al modelo de corresponsal de pueblo, que nada pidiere, sino solo sobres y papel para escribir. El director, entonces, le contestó: “Si no fuera por Eustasio, Valencia de Alcántara no existiría en el mapa de España.”

Y, en efecto, así fuere, Eustasio López hizo por su pueblo lo que nadie hiciere: darlo a conocer al mundo, su historia, su arte, su vida cotidiana toda; el cierre de su comisaría de la frontera, la historia política, cultural y social de un pueblo fronterizo y de la célebre carretera que a él nos une, a la que le puso por nombre “La Cenicienta”. Luchó Eustasio como nadie por ennoblecer esa vía en la que tantas mujeres de su último pueblo dieren a luz por sus tortuosas curvas antes de llegar al hospital de la capital de la provincia. Nos contare la historia, el arte y el turismo de su campiña.

Le conocí en Cedillo cubriendo el accidente de la presa que ocasionare varios muertos. Le llamé, por la primera vez, el día de la Revolución de los Claveles (25 de abril de 1974), a instancias del periódico “Arriba” de Madrid, para saber cómo estaba la frontera tras el golpe de estado que terminó con la dictadura salazarista. “No pasa nada”, me dijo.

Recuerdo ahora con sonrisa una de sus últimas noticias ofrecidas a la agencia Efe en el verano de 2006: durante el oficio de un funeral por un vecino, sonó un móvil en su ataúd. Ni el oficiante ni su familia se atrevieron a abrirlo. Hubieron de llamar a un empleado de la funeraria, que lo perdiere al prepararle su mortaja. No había utilizado el difunto jamás móvil alguno y, en su sueño eterno, recibía una llamada que no fuere para él. Dio la noticia la vuelta a España, como tantas que él ofreciere.

No hubiere corresponsal alguno de prensa, radio y agencias como él: siempre al pie del cañón. Cuando el redactor jefe de El Periódico Extremadura le ofreció una página semanal de su Valencia de Alcántara, a principios de los noventa, saltó de alegría como el niño que siempre fuere. Todo por su Valencia de Alcántara, desde que la que por última vez, y esta vez no fuere él, “informó Eustasio López”.

Doy la noticia que nunca quisiere dar, tras haber conocido el difunto la dicha de ser bisabuelo; de ver en el pueblo que tanto amare a su hijo de alcalde durante años y de consejero de la Junta de Extremadura; de haber compartido con él conversaciones entre los vinitos que se tomare a mediodía en “El Clavo”; de sentir su humanidad de maestro; de haber compartido, asimismo, con su hijo Fancisco Javier López Iniesta tantos momentos profesionales como humanos, en Cuacos de Yuste y Valencia de Alcántara, en ambos, y en Mérida.

Descanse en paz quien lograre su gloria eterna en Valencia de Alcántara como corresponsal, maestro, padre, abuelo y bisabuelo.

lunes, 3 de mayo de 2010

LA CULTURA DEL PACTO EN EXTREMADURA

El Pacto Social y Político de reformas para Extremadura, recientemente firmado por todas las fuerzas sociales, empresariales y políticas de la región, está siendo presentado en sociedad en una campaña promovida por el PSOE, cuyo objetivo persigue que los extremeños conozcan su alcance e importancia.

Tras veintiséis años del Estatuto de Autonomía de Extremadura, el presidente Vara lanzó ante la Asamblea de Extremadura un reto: “estarse quietos o moverse”, como ha recordado en Miajadas el secretario provincial del PSOE y presidente de la Asamblea, Juan Ramón Ferreira, en una “situación no buscada por nadie”, como también significara el consejero de Administración Pública y Hacienda, Ángel Franco.

La cultura del pacto existe en Extremadura ante de la crisis y después de la crisis: los planes de Empleo firmados desde hace lustros por la Junta, los sindicatos y empresarios, hablan de la responsabilidad de los agentes sociales para hacer frente a una situación que nadie deseare y a la que todos hemos de hacer frente.

El Pacto ahora suscrito, primero social y después político, es el primero de España en su género, como se ha encargado de recordar en Navalmoral el representante de UGT, Julio Ledesma, aunque los extremeños tengamos que ser los agentes que produzcamos el cambio.

No valoramos muchas veces lo que tenemos y lo que hacen quienes deben hacerlo por todos. Abotargados por la crisis y sus consecuencias tan graves para tantas familias, resulta fácil echar balones fuera y las culpas a quienes no las hubieren para hacernos más víctimas del fracaso “estrepitoso de la economía de mercado”, como recordare Franco.

El Pacto por Extremadura es, según Ferreira, “un modelo de desarrollo que debe ser cumplido por todos”, porque solo él “garantizará el bienestar y los servicios”; un marco que “da credibilidad a la política” y que “marcará los ejes del desarrollo futuro extremeño en un modelo sostenible”.

A pesar de las diferencias evidentes que separan a los agentes sociales y políticos de la región, es preciso felicitarse por la consecución de un Pacto Social y Político, del que políticos, empresarios y sindicatos hablan bien, como vienen haciendo sus representantes durante estos días en diferentes localidades de la región.

El Pacto confirma la política y la concertación como valores sustanciales no para salir de la crisis, sino como guía de futuro para situarnos, cuando la tormenta escampe, en una línea de salida que nos permita situarnos en un nivel medio de desarrollo y bienestar, como se merecen el trabajo y el esfuerzo de los extremeños.

Resulta difícil, aunque no imposible, hablar de la cultura del pacto en tiempos como los que corren; pero ni para los sindicatos, como han reconocido sus representantes, no ha sido difícil firmarlo, “porque no es algo ajeno al desarrollo habido años atrás”, en palabras de Nereo Rodríguez; ni para los empresarios porque, como dijera Santos Alemán, supone un “salto definitivo para lo que necesita la región”.

No puede avanzar Extremadura dejándose llevar por los aires que corren, esperando una solución del cielo, que no puede llegar sino por nosotros mismos. A pesar de los grupos de presión, que no desearen un cambio que no les favoreciere, el interés particular de los menos se ha superpuesto a los intereses generales de los más.

Somos los primeros de España en llegar a un pacto de todos y para todos. Ojalá, como afirman nuestros representantes políticos, sociales y empresariales, el Pacto por Extremadura sirva para mostrarnos el camino por el que debemos circular en el futuro. El reto que lanzara el Presidente está rubricado. Es preciso ahora hacerlo propio, porque en él nos va el futuro.