viernes, 28 de noviembre de 2008

EL OPORTUNISMO POLÍTICO DE UN ALCALDE

Pedro Álvarez Palomino*


No nos sorprende la actitud de cinismo y doble moral que manifiesta el alcalde de Valdefuentes (Cáceres), ya que es un sino constante en su manera de hacer política.

La pasada semana, el Grupo Municipal Socialista denunciaba en diferentes medios de comunicación la abusiva subida de impuestos que el gobierno local del PP había aprobado en el último pleno, sin que ninguno de los periódicos de la región se hiciera el menor eco de la noticia. Sorprende ahora que un medio de comunicación regional publique con gran alarde tipográfico la última ocurrencia del más ocurrente alcalde de Extremadura, que desea enmendarle la plana a la misma Mesa del Congreso de los Diputados, titulando “Valdefuentes homenajeará a la Madre Maravillas con una placa”.

No ha sido Valdefuentes el pueblo que toma esa decisión de homenajear a esta monja, sino única y exclusivamente su alcalde y Junta de Gobierno, que lo hace a espaldas de la oposición, sin contar para nada con el Grupo Municipal del PSOE, al contrario que en el Congreso, donde se intentó llegar a un acuerdo en la Mesa para colocar la referida placa.

Como muy bien se dice en la noticia, “la santa no tiene ninguna vinculación con nuestra localidad” y, a pesar de ello, se toma la iniciativa de homenajearla. Nadie duda de la labor social de esta monja santa; pero son muchas las personas, organizaciones, onegés, etc., que han trabajado y lo hacen a diario a favor de los más desfavorecidos y al señor alcalde no se le ha ocurrido hasta la fecha colocarle una placa reconociendo sus méritos.

A nuestro juicio, esta salida de tono no es más que un nuevo y preocupante episodio del afán de notoriedad que parece perseguirle, que no logra por ninguna otra vía, puesto que la gestión al frente del consistorio brilla por su ineficacia.

Haría mejor el alcalde en dedicarse a explicar a sus vecinos a qué se debe la penosa situación del ayuntamiento y por qué desea paliarla a costa de cargar el peso sobre ellos, a base de la creación y subida desorbitada de impuestos, tal y como quedó de manifiesto en el pleno celebrado la semana pasada.

La gran labor realizada por la Madre Maravillas no puede verse empañada por las ocurrencias de alguien cuyas únicas proezas consisten en tener litigios permanentes con los vecinos, utilizando el dinero público, o situando a su pueblo liderando el ránking nacional de manipulación en el padrón municipal de habitantes y en el voto por correo, por citar algunos ejemplos.

Tenemos, además, la certeza de que el alcalde no conocía ni por asomo a la carmelita descalza, que tiene una vinculación natal con el Congreso de los Diputados de España, pero ninguna con Valdefuentes. Por ello, es de reconocer el valor y el trabajo de la Madre Maravillas, así como reconocemos ese mismo valor en centenares de religiosas que tienen la misma vinculación que ella con la localidad. ¿Dispondrá el alcalde de centenares de placas para dedicárselas a todas ellas?

Ha sido la última ocurrencia del alcalde para salir en los medios de comunicación, creando polémicas donde no las hay y ser noticia como sea y a costa de quien sea, aun santa, para ocultar su pésima gestión municipal.

Nos gustaría que tomase ejemplo de la monja en la lucha por los más desfavorecidos y no le subiera los impuestos a un pueblo con mayoría obrera que lo está pasando mal con la crisis. Lo que persigue este alcalde es apuntarse un tanto a costa de los demás, practicando su deporte favorito; el ventajismo y oportunismo políticos, haciendo el ridículo más espantoso ante todo el país.

Más le valdría resolver los procesos judiciales que tiene abiertos por varias causas y honrar a la Madre Maravillas siguiendo su ejemplo, y no con placas para llamar la atención, que no puede lograr con su ejemplo político.

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* El autor es portavoz del Grupo Municipal Socialista de Valdefuentes (Cáceres)
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Artículo publicado en el diario digital Extremadura24horas.com. el 28-11-2008.

MEMORIA Y OLVIDO

A Iñaki Rodríguez, en el día de su memoria


La memoria no excluye el olvido ni su descuido, aquélla. No distingue la memoria entre el bien y el mal, aunque se recuerde más el pasado bondadoso que los males retenidos en ella. La memoria es propiedad del alma; no trasciende el olvido perseguido ni un olvido eterno mientras se mantenga la facultad psíquica que enriquece el pasado. Puede morir la memoria de un sujeto con la muerte, pero nunca en quienes pretenden hacer olvidar el pasado a otros.

La memoria vivifica el olvido; no es fuente de rencor, ni lo busca ni lo pretende; porque el olvido es enemigo de la memoria. Puede descuidarse o cesar el olvido, pero nunca la memoria mientras la hubiere quien la encarna No hay autos capaces de borrar la memoria, más aún la sufrida, silenciada y apagada durante años. Ni las fuentes escritas, aun hechas desaparecer o ocultas al olvido de la memoria, pueden hacer cesar las otras fuentes de la memoria y de los sentidos a través de los cuales los percibimos.

Cómo aniquilar la memoria sufrida, silenciada, postergada, sin otra prueba pericial más que la de las armas, el acoso, la amenaza, el chantaje, el maltrato, la vejación ininterrumpida durante años. Cómo instar al olvido para justificar lo que nunca debe olvidarse para no repetirse. Cómo olvidar para siempre lo que hirió la memoria hasta la muerte. Cómo absolver, sin la penitencia requerida, los pecados cometidos en aras de una reconciliación que no podrá llegar sin la conciliación con la propia memoria y el propósito de enmienda sin la confesión ni el perdón obligados ni el arrepentimiento requerido.

La memoria no se mata con el olvido ni con el entierro a escondidas; ni la cesantía del olvido podrá dejar en paz ni a quienes lo solicitaren, porque no se han arrepentido, ni a quienes vivieren la memoria dolorida, porque no hay penitencia capaz de dar la paz a los unos y la tolerancia a quienes la hubieren por alma y corazón, pero no por olvido ni por falta de memoria.

La memoria no se aniquila; el olvido puede conducir al descuido de lo que siempre hubiere de tenerse presente; pero hacer olvidar, instar a olvidarse para siempre, es pretender absolver todos los pecados sin confesión, penitencia ni propósito de enmienda. Todo lo contrario de lo que predican unos y otros, que jamás podrán rescatar el olvido de la memoria.

El perdón no excluye el olvido ni el olvido la clemencia. El corazón humano tiende más al perdón que al olvido. Perdonamos como humanos. No olvidamos como seres inteligentes con memoria. La humanidad es más humana cuanto más perdona, porque nadie está libre de pecado; pero el perdón individual no excluye el colectivo. La víctima puede perdonar, pero no olvidar, aunque sí arrepentirse. La sociedad condena sin perdón, aun con atenuantes, para evitar el olvido y ejemplificar con la pena el yerro humano; pero a veces se olvida y repite la pena que antes intentó hacer expiar a otros. Olvidar la Historia es estar condenado a repetirla. Debemos perdonar, pero no olvidar. La clemencia es la virtud del justo; el olvido, el descuido de los desafortunados.

lunes, 17 de noviembre de 2008

“PERICO ZARZALERO”, EL ALCALDE DEL VALLE

El viernes 14 de noviembre hubiere cumplido 51 años. “Perico Zarzalero”, el alcalde del Valle, era como la zarza ardiente del Sinaí: cuando más lo necesitaba la gente, más se enganchaba a ella, sin que jamás se apagare su llama hasta que la luz llegare para solucionar el problema de los necesitados.

Pedro Vega García, alcalde de Casas del Castañar (Cáceres), rigió los destinos de su pueblo y el Valle durante cuatro legislaturas pletóricas de legados, “para ponerlos en valor, aprovecharlos y disfrutarlos”. Lo recordaba su sucesor, Óscar Expósito, durante el homenaje que el PSOE le rindió en su pueblo.

Pertenecía “Perico Zarzalejo” a esa generación de alcaldes que han hecho del compromiso con su pueblo un compromiso con Extremadura, expandiendo más allá de sus límites las flaquezas de una vida truncada en plena juventud; pero “lo importante es el camino, no el final de su vida”, como recordara su secretario provincial, Juan Ramón Ferreira.

El alcalde de Casas de Castañar, Pedro Vega, regalaba picotas a sus compañeros no para que se acordaran de él, sino de su pueblo y del Valle. Transmitía la ilusión por la vida, por la naturaleza, de quien se hizo a sí mismo de la nada para entregarse a los demás por nada. Supo distinguir entre lo público y lo privado, entre sus ideales de compromiso y el respeto a las ideas ajenas. Hasta una semana antes de morir hubiere tiempo de trabajar por su causa como diputado provincial. Consciente de su hora, afrontó su muerte con dignidad, con tiempo aún para despedirse de los suyos y quizá recordarles: seguid trabajando por el Valle, por mi pueblo.

“Resumen de noticias”, de Silvio Rodríguez, abrió un acto recordatorio de su memoria. Ni Carolina, su viuda; ni Cristina, su hija, hubieren soñado quizás con el cariño que atesoró su esposo y padre, “Perico Zarzalero”. Se preguntaba él mismo, incómodo, si no se dedicaba más a los demás que a su propia familia; pero su familia no se reducía a la propia, sino a todo el Valle, a Extremadura entera.

El presidente de la Agrupación de Cooperativas del Valle, Ángel Prieto, no pudo decir más de lo que dijo: “No sabemos lo que tenemos hasta que lo perdemos.” Su vicepresidente, Miguel Ángel Morales, expresó en una frase su vida: “Siempre le tendremos presente, especialmente cuando los cerezos vuelvan a florecer”. Porque él, Pedro Vega, fue también la otra luz del Valle, “uno de los mejores políticos del Valle”.

No se borrará de la memoria colectiva de un pueblo quien diera memoria y testimonio de su medio siglo de vida para ese pueblo. A los 14 años se hizo cargo de la explotación familiar, creó una explotación ganadera, fue socio del Consejo Rector de la Agrupación de Cooperativas del Valle, impulsó la comercialización de su producto estrella; se afilió al Partido Socialista en 1989, fundó la agrupación local, fue uno de los artífices de la Denominación de Origen de la Cereza del Jerte; gobernó su pueblo con mayoría absoluta en tres legislaturas; dirigió la Mancomunidad de Municipios y fue elegido diputado provincial en la legislatura inacabada.

Carolina y Cristina: no quedáis huérfanas, porque Pedro, vuestro esposo y padre, dio tanto a los demás que el Valle y Extremadura os lo devolverán, como ayer, con el cariño que os demostraren: como la roja cereza que volverá a lucir por primavera en el Valle; una luz eterna encendida en su memoria que, si a vosotras os honra, a los demás nos engrandece.

“Perico Zarzalero”, alcalde del Valle, roja pasión de los frutos de Casas de Castañar, desde donde el Valle y Extremadura se abrieron a tus pies. Llámanos para recordarnos que tu Valle existe, como aquel día en Plasencia, en Mérida, en Cáceres, donde naciste, ciudades todas a las que te vinculaste, aunque siempre en Casas, “independiente siempre, aislado nunca”, como las cerezas que acunaste, desprendido Pedro. ¿O acaso sigues vigilante desde tu montaña para que ni el pedrisco o la lluvia acaben con tu obra?, zarza ardiente de tu obra inacabada...

viernes, 14 de noviembre de 2008

LA OPINIÓN DE LOS PRESENTES

El presidente del Congreso de los Diputados, José Bono, dijo ayer, ante de las frases lapidarias de Felipe González y de Ibarra en la presentación de su libro “Rompiendo cristales”, acto al que asistió en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, otra de las suyas que, a simple vista, podría resultar obvia; pero que, por su formalidad institucional y por la importancia del debate, no puede pasar inadvertida.

Dijo Bono que “la opinión de los presentes es mucho más importante que la de los ausentes”, al término de la tercera jornada de debate presupuestario y ante los escasos 70 diputados que se encontraban en ese momento en el hemiciclo.

De su expresión, cabe deducir una obviedad manifiesta, porque solo los presentes pueden votar las propuestas, mientras que los ausentes, aunque tuvieren criterio para ello, no pueden hacerlo. En este caso, cuentan los presentes, nunca los ausentes, porque el voto es indelegable en la Cámara, aunque la voz tienda, por lo general, a ser una sola por grupos. De ahí que subrayare la importancia de los presentes frente a la de los ausentes, que no pueden contar a la hora de la verdad, y que la opinión de los primeros es más importante que la de los segundos.

Durante los debates presupuestarios, calificados por algún diputado como “un coñazo”, la presencia máxima en el hemiciclo ronda el centenar y solo en las votaciones puede registrarse un aforo completo. Esta abstinencia presencial ha obligado al presidente a reorganizar el horario de votaciones, que no se celebrarán antes de las 17.30 horas, para no dar el espectáculo de un hemiciclo casi vacío.

No obstante, Bono ha defendido la labor de los diputados y dice que “siempre hay una explicación a su ausencia. Extender la imagen de diputados no trabajadores me parece que no es justo.” Los congresistas pueden estar en sus despachos siguiendo la sesión y acudir cuando son llamados a votar, bien porque no les compete defender a ellos las propuestas de grupo o dar réplicas a la oposición en su caso.

Tras el desliz del diputado Ramón Aguirre, otrora diputado por Cáceres, que no acudió cuando le tocaba hacerle una pregunta al ministro Solbes sobre el paro, todos aceptaron sus disculpas, y hasta el presidente ha defendido su justificación.

No obstante, la foto de la imagen semivacía de los escaños no deja de sorprender a la gran mayoría desconocedora de los hábitos parlamentarios. No se puede generalizar, empero, que la mayoría haga novillos, pero sí que estén cuando han de estarlo por obligación.

Ya la portavoz del PP ha tomado severas medidas ante la ausencia de sus diputados, como lo harán, sin duda, cualesquiera otros partidos si los suyos faltaren más de la cuenta. Lo importante, en todo caso, es que el Congreso legisle bien para todos y, por supuesto, “la opinión de los presentes es mucho más importante que la de los ausentes”. Un aviso para navegantes y desertores de la representación que ostentan. Valen las disculpas y las ausencias justificadas; pero éstas no deben nunca alzarse como la regla, sino como la excepción. Quizá Bono quiso decir también eso mismo.

miércoles, 12 de noviembre de 2008

LA HUELLA DE LOS CRISTALES ROTOS

Hace algunos años nos decía que aprovechaba sus días de descanso en verano para escribir sobre su experiencia política. No memorias al estilo de un veterano de guerra a favor de Extremadura y España: su concepción de la política, su visión de Extremadura en España, la memoria de veinticuatro años de gobierno, el apego a Extremadura, su visión de España.

Ha llegado hoy su hora, “Rompiendo cristales”, su obra de Extremadura para España. No hubiere otra fórmula que tirar la piedra en la capital para poner a Extremadura en el mapa de España. Desconocida, ignorada, cómo levantar la voz para ser otra voz en España. “¿Quién ha sido?”: “Yo, el presidente de Extremadura.”

Aun retirado en la Extremadura por la que siempre optó, vuelve a la carga que le distinguió: la crítica libre, aun a quien le duela; el titular más buscado, la reflexión más ingeniosa; el juicio reflexivo, la visión del futuro, la colisión que nunca buscare sino por defender a su tierra. “Me cerré las puertas de Madrid para no tener dependencias. Si yo le decía a este gente que esta tierra tiene oportunidades, el primero en quedarme tenía que ser yo.” Y se quedó para siempre, a pesar de los cantos de sirena que le llamaron a la capital; de los incrédulos que creían que, al final se subiría al carro del poder. ¿Y para qué más poder?, se diría, si los novísimos no le entienden, “si ser nuevo no es ser innovador”; si él enseñó a los innovadores de hoy a mandar correos electrónicos; si sus compañeros no creen, como él, que meter gente nueva no es garantía de innovación; si el debate de las ideas es tenido hoy por sus propios compañeros como animadversión, y no como fortaleza que enriquezca al líder.

El veterano “potro indomable” para los catalanes, guarda aún en la recámara de las ideas las piedras para seguir rompiendo cristales a favor de Extremadura y de España. Quién podría callar a quien dijo que, aun en su retiro, tendría y proclamaría su propia opinión a los cuatro vientos para seguir rompiendo cristales, porque una cosa es retirarse de la política y otra del medio ambiente en el que se vive.

Incomprendido, abandonado por la cobardía de la cohorte de antaño; de quienes no entendieron su discurso y de quienes no le siguieron en las profecías políticas que, poco después, otros asumirían como dogmas. A él, constructor de la nueva Extremadura, con todos juntos en el carro tirado aún por bueyes, sin agua ni infraestructuras, ni polideportivos, ni centros de salud, ni conexiones con la España misma que nos ignorare como al hermano pobre y atrasado, a la cola aún en tantas cosas, pero los primeros en otras muchas.

Quién sino él rompió cristales como lanzas envenenadas a quienes osaran romper el espíritu de la transición: “Tener dos lenguas no significa tener dos bocas para comer más”; “Felipe nos toleró (a los barones), Aznar nos ignoró y Zapatero nos despidió, porque el proceso de descentralización es tan intenso que habría sido un suicidio hacerlo con los barones al viejo estilo.”

No mandan ya los barones como él, pero enseñan a quienes quisieren escuchar. “Ser joven no lo es todo”, porque, como la experiencia es un grado, “la izquierda es llamada a dirigir cuando corremos el riesgo de que el caos se apodere del país”. Siempre “rompiendo cristales” por su Extremadura, por una España que se olvida del todo por una de sus partes, olvidadiza de que las partes conforman el todo, aunque “a todos nos defraude la gente a la que queremos”. Como siempre, y todavía hoy, su lección de historia de España: “Rompiendo cristales”, hoy en la capital del Reino, para quienes quisieren oír y entender donde siempre se le escuchó y agradeció su palabra. Su palabra de Extremadura para España toda.

domingo, 9 de noviembre de 2008

VISIONES DE NEURASTENIA



Teresa Roca Gonzalo*
Los concejales y concejalas del PSOE de Moraleja se ponen una vez más a disposición de la Sra. González, para ayudarla en cuanto les requiera, y reiteran, como ya hicieron a principios de octubre y en infinidad de ocasiones, su invitación a la alcaldesa para que acuda a los Tribunales de Justicia, si tiene sospechas o indicios de algún delito cometido en las acciones de gobierno que realizaron los ediles socialistas en la pasada legislatura, pero en los tribunales, para que averigüen la verdad, y no desde su sillón, utilizando las instituciones, en este caso el Ayuntamiento de Moraleja, para atacar impunemente no solo al PSOE, sino a personas cuyo único delito ha sido trabajar con el gobierno socialista.

Los 3.500 € mensuales que cobra de todos los ciudadanos de Moraleja, incluidos a quienes el viernes imputó una serie de delitos, no le dan para trabajar y para producir, pero sí para acusar, delatar, reprochar, amenazar, llegando en este caso a poner ella el precio al trabajo de los profesionales, para acabar juzgando y dictando sentencia.

Pero, en el pleno y en los medios, se extralimitó, imputando una serie de delitos no solo al gobierno socialista, sino también a los responsables de una empresa que trabajó y cobró por su trabajo bien hecho, como todas las empresas que trabajaron con el gobierno socialista.

Si hay algún delito, serán los tribunales los que tengan que sentenciarlo, y ante ellos deberá la alcaldesa justificar quién está haciendo la peritación, quién lo ha autorizado, y cómo hay facturas custodiadas por el Ayuntamiento, en la calle y en manos de personas afines al PP.

Tenemos conocimiento de que los responsables de la empresa aludida han interpuesto una querella criminal en los Tribunales, denunciando a la alcaldesa del PP por las calumnias e injurias vertidas contra ellos, en el pleno municipal y en los medios de comunicación.

¿Cuál es la gestión que puede presentar el PP ante la ciudadanía en lo que va de legislatura?: la crispación, sus formas dictatoriales, el supuesto fraude electoral, el incumplimiento de las decisiones de los plenos, el enfrentamiento continuo con las instituciones, echarle la culpa de todo a Zapatero, al consejero o al fontanero, y dilapidar el dinero de Moraleja en sus caprichos. Basten dos claros ejemplos: anular el contrato de las fiestas de 2007 teniendo que pagar casi 9 millones de pesetas por nada, y regalar supuestamente 45.000 € a ese señor de Ávila, a quien le alquiló la dehesa boyal (asunto que también está en manos de la Justicia). Y, por todo ello, en diciembre cobrará casi un millón doscientas mil pesetas. No tendríamos que pensar, si no hubiésemos sido testigos de estas realidades, que la alcaldesa padece visiones de neurastenia, porque llega donde puede su lengua, pero no donde tendrían que llegar sus hechos por Moraleja. “Por sus frutos, pero no por sus palabras, les conoceréis.” (Mt., 7-15). Es decir, por su proceder, por el resultado de su conducta y, por ella misma, podemos ver quien es quien.

Los socialistas estamos muy orgullosos con nuestra gestión y tenemos un trabajo que se puede valorar: una gran obra en el río y aledaños, el viejo puente (que por cierto también fue a la fiscalía, pero sigue en su sitio), el centro de día, el centro de salud, la avenida, una nueva ampliación del centro de formación agraria (400.000 €), la ampliación de suelo industrial, el espacio para la creación joven, el centro del nuevo conocimiento, el campo de césped artificial, gimnasio en el C.P “Cervantes”, naves en El Postuero, en las que se está realizando la escuela-taller, gestionada por el PSOE, etc. Y qué cosa puede decir el PP de su gestión sino vender y dilapidar.

Y para terminar, repetimos por enésima vez: “Si tiene indicios de algún delito, que acuda a los tribunales, que el PSOE está a su disposición”; que el PSOE, cuando ha visto un indicio de ilegalidad, lo ha puesto en manos de la Justicia por lo menos en cinco ocasiones, contra ella y alguna otra contra sus adláteres.

Recordemos que la señora alcaldesa tendrá que declarar como imputada el día 17 de noviembre en el Juzgado de Instrucción nº 1 de Coria, por un delito contra los derechos fundamentales de los ciudadanos amparados por la Constitución, hecho comunicado al abogado de la acusación particular hace casi un mes, y que el PSOE no ha publicado hasta hoy, pues somos respetuosos con la Justicia y sabemos que ahí se va a dirimir la verdad que, aunque lentamente, al final llega para todos. “Con justicia juzgarás a tu prójimo” (Levítico, 19-15).

· La autora es ex alcaldesa y portavoz del Grupo Municipal Socialista de Moraleja.
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· Publicado en Extremadura24horas el 9-11-2008

miércoles, 5 de noviembre de 2008

EL SUEÑO QUE NOS UNE, LA DISTANCIA QUE NOS SEPARA

En una reciente entrevista concedida a un periódico nacional, el presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, ha dado, una vez más, muestras de su coherencia política, que no ha dejado por ello de sorprender a muchos. Defiende el Presidente una política de trasvases “si no afecta al consumo ni al riego ni al desarrollo industrial y turístico de mi tierra”, porque “no puede haber comunidades en las que falte el agua y otras que tengan más de lo que necesitan”, aunque “veremos qué contraprestaciones puede haber, porque esa agua se paga”.

Enlaza esta cohesión ideológica con el principio que sostiene: “Si defendemos que no cotizan los territorios sino las personas, luego no se puede decir que el agua sí es de los territorios. Si no hacemos el esfuerzo por poner en común lo que es de todos, nos va a terminar uniendo la selección española. Y no quiero que sea lo único que nos una.”

No habría por qué sorprenderse, entonces, de que Extremadura defienda una financiación basada en el principio de solidaridad que proclama la Constitución y, a su vez, lleve al Constitucional la actitud de quienes, en sus nuevos Estatutos, se arrogan para sí las aguas que, aun discurriendo por sus territorios, no nacen todas y pasan exclusivamente por ellos. Podría ocurrirnos lo mismo con Portugal si pretendiéramos exclusivizar el Duero o el Tajo, aguas internacionales, como lo fueren las de las plataformas continentales de cada país.

Muchas veces solemos decir que es más lo que nos une que lo que nos separa. Nos une España y nos separan las banderías. Nos une “la roja”, como se ha demostrado fehacientemente en el pasado Campeonato de Europa de Austria y Suiza de Selecciones Nacionales de Fútbol, y nos separa el egoísmo partidista de unos clubes, por muy representativos que fueren. Nos une la idea de España y nos separa la caja única de España. Nos une, en fin, y nos separa España.

John Pérez-Sampedro, al referirse a la obsesión de tres millones de cubanos fuera de Cuba, regados por el mundo como los judíos, sin patria pero sin amo, defendía la tesis de que “es más lo que nos une que lo que nos divide”, en esa obsesión del pueblo por regresar a su patria libre. Mabel Moreno titula su opera prima como cuentista “Lo que nos separa, nos une”, en una obra que defiende la capacidad de comprensión y discernimiento de los niños. La distancia que nos separa es el sueño que nos une.

No es posible colegir, pues, que una pareja se una por intereses de cualquier tipo y que esa unidad se rompa cuando esos intereses bajen como los tipos de interés, cuando no fueren otros que aquellos que les llevaron a unirse, o los hijos que religaren más aún la propia unidad sentimental.

Un equipo de fútbol como el Real Madrid ha decidido utilizar en su camiseta la bandera nacional cuando disputa competiciones internacionales. Otros, en cambio, utilizan solo la de la propia Comunidad Autónoma a la que representen en la Liga. Mientras lo primero pasa inadvertido por su carácter simbólico, lo segundo se propala como seña de identidad de una Comunidad, aunque disputen una Liga que es nacional. Los equipos italianos llevan en sus camisetas de equipación de clubes la bandera de su país, en el Calcio y fuera de él.

No está demás, por ello, la fina observación del Presidente Vara: “Nos va a terminar uniendo la selección española”, si la distancia que nos separa es mayor que el sueño que nos une; si no anteponemos lo que nos une a lo que nos separa; si no hacemos prevalecer lo que nos une a los que nos pueda dividir. Y siempre son mayores los sueños despiertos y objetivos que aquellos que reposan sobre la división o la razón impuesta por la sinrazón de una subjetividad manifiesta.