jueves, 29 de enero de 2015

SIN LIBERTAD NO HAY DIGNIDAD

 
           Hay muchos pobres, pero dignos; muchos ricos son pobres de espíritu: hubieren riquezas, mas no dignidad.  ¿Qué es antes: la libertad o la dignidad? Sin la primera no es posible la segunda. Hay que ser libres para hacer posible la dignidad. La libertad es consustancial al hombre, como la dignidad o la igualdad; empero, estas no residen muchas veces en nuestra voluntad, sino solo en boca de los predicadores que la anuncian, pero la restringen. La crisis nos ha robado la dignidad, aunque no la libertad. Nos roban la dignidad cuando no se hacen efectivos los derechos humanos y constitucionales: la vivienda, la educación, la salud, la igualdad..., sinónimos todos de la libertad.
          La gente clama cada día por derechos secuestrados durante décadas, que creían poseer, pero que ahora no tienen. Les han robado la dignidad; solo les queda la libertad, y con ella no se come. La libertad encarna la soberanía nacional; la dignidad, la persona. La primera se defiende con el voto delegado, responsable, que se entrega a personas honradas para que la hagan posible. No se delega la soberanía con la abstención pasiva (no ir a votar) o activa (voto nulo o en blanco); ni con votos entregados al albur del descontento, porque son todos votos perdidos, como fragmentos tirados al aire de nuestra propia libertad, que, quizá, la pueden enterrar cuando aquella hubiere vida por bandera.
          Para recuperar la dignidad pisoteada, hay que ser libres para reclamarla y defenderla. Nada se nos he dado solo por nuestra condición humana --aunque hubiéremos derecho--,  como el maná que nos llueve, pero que no alimenta. La persona es libre si es digna. El derecho a la vida es un río para la libertad y, tras ella, los derechos emanados de la propia condición humana, de la Declaración Universal de los Derechos del Hombre que, en su artículo 1, dice: "Todos los hombres nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros." ¡Qué bonita es la letra sin música! Libres e iguales, con razón y conciencia, pero sin libertad, pisoteada, enjaulada, aprisionada por leyes injustas redactadas por hombres que no hubieren ni conciencia ni razón, esas que nos abren el camino de la libertad e igualdad, y el resto de los derechos humanos, constitucionales, injustamente pisoteados, olvidados, quebrados, aunque nunca olvidados.
          La libertad hace posible el resto de derechos; pero los recortes a los humildes y necesitados, a las clases menos pudientes, ahoga la propia libertad humana. Sin trabajo no hay riqueza ni vida ni, por tanto, dignidad. Para qué te quiero, entonces, libertad, si no haces posible mi propia dignidad de ser humano, con sus derechos consustanciales... La libertad puede ser la razón y la conciencia, el alma y el corazón que nos distinguen como personas; pero sin dignidad, qué somos: todos, nacidos iguales... Tan solo la vida y la muerte nos igualan; pero en este tránsito vital, olvidamos algo importante: no es posible la libertad sin dignidad. Fragmentamos la democracia, la vaciamos de contenido, si no ejercemos nuestra libertad, condenados en vida a vivir como seres indignos, aun con nuestra íntegra libertad: sin casa, sin salud, sin educación, sin igualdad..., recortada donde más duele, para que la libertad no sea posible, porque nos han robado la dignidad. ¿Dónde está, patria nuestra, que "nuestro Estado propugna como valores superiores de nuestro ordenamiento jurídico la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político" (art. 1.1 CE) o aquel que reza: "La dignidad de la persona, los derechos inviolables que le son inherentes, el libre desarrollo de la personalidad y a los derechos de los demás son fundamento del orden político y de la paz social." (art. 10.1 de la CE). La dignidad, como los derechos, son inherentes al ser humano; universales, inalienables, inviolables, imprescriptibles..., pero no sin libertad.
 

lunes, 26 de enero de 2015

PERICLES VUELVE A ATENAS

 
            El clamoroso triunfo de la coalición del partido de izquierda radical Syriza en las elecciones griegas celebradas ayer, liderado por Alexis  Sipras, nos ofrece un abanico de lecturas, al margen de las ideologías: en primer lugar, la ofrecida por quien ha de ser el nuevo presidente, que ha definido su victoria como "el abandono de la austeridad después de cinco años de humillación", "la austeridad que arruina nuestro futuro"; el pase a la oposición del partido del hasta ahora primer ministro, Andonis Samaras, de Nueva Democracia, relegado al segundo puesto, a casi diez puntos, a pesar de los apoyos occidentales para su continuidad; la irrupción de la extrema derecha de Amanecer Dorado, con el 6 por ciento de los votos; el hundimiento del Pasok, del ex primer ministro Papandreu, con el 4 por ciento, por detrás de los comunistas. Por primera vez en cuarenta años, el partido conservador de Samaras y el socialista de la saga de los Papandreu, no estarán en el gobierno griego desde la caída del dictador Ioannis Metaxás en 1941.
 
            Ha ocurrido lo que tenía que ocurrir: que la crisis ha alterado la política griega --esperemos que no lo haga en la Eurozona, y que Grecia respete los compromisos asumidos con Europa--, hartos de una crisis auspiciada por los partidos tradicionales, a espaldas del pueblo, una lección que los ciudadanos dan en la cuna de la democracia a quienes no contaren con ellos y gobernaren a sus espaldas para hundir a su país en la miseria...
             Parece que la historia se repite, aunque parezca volver a la capital griega el gran estratega de la democracia occidental, Pericles (495-429 a. d. C.), líder indiscutible de Atenas durante quince años, que lograre el reconocimiento de la mayoría de los atenienses por su elocuencia, sagacidad, honradez y patriotismo y que logró la participación de los ciudadanos en el gobierno, aunque al final fuere destituido de su cargo, juzgado y multado por malversación de fondos públicos, no obstante ser reelegido estratega en el 429 a. d. C. Parece repetirse la acusación de Pericles contra Cimón, el líder de la facción conservadora en el 463 a. d. C., a quien el estratega griego acusó de negligencia en la defensa de los intereses griegos en Atenas. En el 461, Pericles logró eliminar a su gran oponente mediante el ostracismo y continuó su política populista con gran carga social: permitió a los pobres ver las obras de teatro sin pasar por taquilla; redujo los requisitos de propiedad para formar parte del arcontado (forma de gobierno que en Atenas sustituyó a la monarquía, dirigida por los arcontes) y pagó generosamente a los ciudadanos que sirviesen como jurados en la Heliea, corte suprema de Atenas. Uno de los más importantes historiadores griegos, Paparrigopoulos, sostiene que, aunque los críticos de Pericles le veían como el principal responsable de la degeneración democrática, él buscaba la estabilización y expansión de las instituciones.
            Ioannnis Metaxás (Ítaca, 1871; Atenas, 1941) fue un general y político griego que, en agosto de 1936, estableció en Grecia una dictadura de carácter fascista, que perduró hasta 1941, en que los alemanes invadieron Grecia.
            El 21 de abril de 1967,  Georgios Papadopoulos estableció en Grecia un periodo dictatorial, que concluyó el 24 de julio de 1974, con la proclamación de la III República Helénica y la caída de la Corona encarnada por Constantino II de Grecia (Atenas, 1940), que reinó bajo la dictadura de los coroneles entre 1964 y 1973, y exiliado de su país desde 1973 --aunque volvió en 2013--, en que el gobierno militar griego le depuso tras el referéndum que estableció la república en 1974, lo que supuso el fin de la monarquía en Grecia, pese a que el rey no haya renunciado a sus derechos dinásticos.
 
            Junto a esas lecciones históricas, de las que parece que nada hemos aprendido, el pueblo heleno se ha rebelado, no sin razón, contra quienes le invitaban a vender sus islas y el Partenón, gloria de la democracia ateniense de Pericles, para pagar sus deudas por los rescates de la UE, alentados por alemanes y británicos, que el pueblo heleno consideró indigno. El resultado está ahí y ya veremos sus consecuencias.
            No obstante, sería inútil para Grecia y gravoso para la Eurozona, que el país heleno no hiciese frente a sus compromisos o, como quieren algunos, su salida del euro, de no hacerlo. Sin embargo, no podemos olvidar que Grecia, además de cuna de la democracia, ha aportado a Occidente la filosofía de Sócrates, Platón y Zenón; las Matemáticas (teorema de Pitágoras), la Física y la Medicina (juramento hipocrático), con Aristóteles, Pitágoras, Arquímedes, Hipócrates y Herodoto, padre de la historiografía; la arquitectura y el arte, con figuras como Jenofonte, Sófocles, Eurípides y Aristófanes; la literatura, escultura y cerámica; la astronomía (fueron los primeros en estudiar las estrellas y nombrar las constelaciones); la Geografía, con el cálculo de la circunferencia de la tierra; y los Juegos Olímpicos de la Era Moderna, sede de los XXVIII Juegos Olímpicos de 2004, tras perder los del centenario ante la ciudad estadounidense de Atlanta en 1996. Ahí comenzó el declive económico, con los estadios y sedes ya abandonados... Grecia no estaba preparada para afrontarlos. ¿Estamos preparados nosotros para quienes siguen viendo la luz en lugar de decepción; ilusión en vez de descrédito; el fin de la crisis sin observar el aumento del paro...? Aprendamos de la historia de Grecia y de la propia y no nos miremos tanto al ombligo porque tropezaremos en la misma piedra..., a no ser que queramos ver, como hoy en Grecia, el resurgir del partido de los descontentos o, quizás, un nuevo amanecer...
 
 

jueves, 22 de enero de 2015

AUSENCIAS EN LA CATEDRAL DE PLASENCIA

 
           Hubiere ojos para ver y memoria para recordar, y no escribiría "la conversación" que tuviere conmigo mismo en la catedral de Plasencia y ver lo que vi y lo que no vi: las ausencias, más que las presencias, en la injustificada soledad del último adiós al primer alcalde socialista que rigiere la capital del Jerte en la etapa democrática, Cándido Cabrera (1989-1995). Al caballeroso, democrático y político comportamiento del alcalde de la ciudad, Fernando Pizarro, y su equipo de gobierno (del PP, por si alguien no lo sabía), ha correspondido su partido, el PSOE, con la lamentable ausencia de los líderes regionales y provinciales en el oficio fúnebre, oficiado por el obispo de la diócesis en la seo. El PP ha sabido estar a la altura que le correspondiere en la despedida de un alcalde de la ciudad; el PSOE, como en su despedida como alcalde, le ha dicho adiós virtualmente, como también le dieron por muerto antes de tiempo por sus malos asesores. Apenas, una foto y unos tuits en sus webs y pare usted de contar. Qué podría esperarse de quienes premian a los desleales y echan a la calle a los leales empleados que le sirvieron para meter a los "suyos"..., en ocasiones pagados por extraños a sus filas, cuando no por dinero público de todos...
          El alcalde ordenó colocar las banderas a media asta en señal de duelo; situó, de acuerdo con la familia, la capilla ardiente en el salón de plenos, con entrada por la plaza mayor, para que todos los placentinos le pudieren dar su último adiós. Ordenó a la Policía Local montar guardia de honor a ambos lados del féretro durante el velatorio, y que agentes de uniforme entraren y sacaren el féretro en la catedral antes y después del oficio fúnebre. Reunió a los dos alcaldes anteriores: Elia María Blanco (PSOE) y José Luis Díaz (PP) y los situó junto a él en primera fila, a la izquierda, durante la celebración. El féretro, cubierto por la bandera de la ciudad, fue recogida al término del funeral por los tres alcaldes y doblada para entregársela a la familia. Pero, ¿dónde estaba la representación de su partido? La de la provincia, ni se sabe; la regional, en la Asamblea, la excusa perfecta... Había, sí, una diputada al Congreso, Pilar Lucio, que ahora parece tener más tiempo para la conciliación que cuando fuere consejera de Igualdad y Empleo en el gobierno de Fernández Vara. Y estaban, también, los concejales de la oposición, que parecieren más cristianos y humanos que los que se llamaren "compañeros", que ya no podrán hacer camino alguno junto a él, porque él los hizo todos y le dejaron, al final, compuesto y sin más novias que su patrona y familia, las amas de casa, Cáritas, los pescadores..., porque a todos los presidió quienes en su última hora han estado con él.
          En su oración fúnebre, el obispo, Amadeo Rodríguez, subrayaba que era "un día de esperanza", porque "la salvación es un don para el hombre", más aún --añadía-- en "un hombre cabal, comprometido en todo al servicio del bien común de Plasencia"..., y de su partido.
          Las coronas de flores orlaban las escalinatas del altar mayor presidido por la Asunción, a cuya advocación se acoge la catedral, y los lienzos de Rizzi. Si Cáceres es la Montaña, Plasencia es el Puerto y, como el fallecido alcalde presidiere también la cofradía, --porque no es incompatible ser socialista con ser cristiano--, el obispo invitaba al organista a entonar el himno a la patrona:  todos a una, con su cabildo y los fieles, a Ella y a él; pero faltaban los que se dijeren como saludo y adiós "compañeros". A la salida, algunos comentaban: que se busquen otros para hacer el camino. Cándido ya los hizo todos, como algunos de los ausentes, el del Puerto de la patrona y el de su vida, que coronó de estrellas. Y Plasencia se lo reconoció adoptándolo en vida y en la hora de su muerte, todos menos sus compañeros.
 
 

PREFACIO PARA UN POLÍTICO

 
           El 29 de abril de 1995 había escrito en El Periódico Extremadura una breve meditación titulada "Olvido y perdón" (Vid. "Punto final", Servicio de Publicaciones de la Diputación Provincial de Badajoz, 2013, pág. 87)). A primera hora de esa mañana recibía desde Plasencia una llamada de mi reconocido discípulo Juan Manuel Cañamero, que me solicitaba permiso para colocar ese articulito como prefacio de su libro "Cándido, perfil humano y político de un ex alcalde de Plasencia" (Diseño Gráfico, SL, Plasencia, enero de 1996), con prólogo de José Luis Mariño Roco, su antecesor en la alcaldía (1979-1989), que entonces ignorare que estuviere escribiendo en los pocos ratos libres que le diere su dedicación profesional.
            Cándido Cabrera, alcalde de Plasencia (1989-1995), falleció anoche víctima de una rápida y cruel enfermedad en el hospital "Virgen del Puerto" de nuestra amada ciudad, que tanto nos unió a él como a mí. Le enviaba hace unos días al autor de su biografía humana, política y profesional, la noticia de su ingreso en el hospital. Hoy mismo, una de las personas que mejor le conociere gracias a su obra política y a su libro, da la noticia de su muerte y escribe su primer obituario en DEX. Me acosté anoche sin conocer la noticia. Tras levantarme, veo el correo y recibo la noticia de mi ahijada placentina, aunque no fuere la que esperare. Enseguida, leo noticia y obituario en Digitalextremadura.
            Me pregunté en 1995 por qué Cañamero me había solicitado mi artículo como prefacio. Lo supe el día de la presentación del libro (4 de enero de 1996, en el Ateneo del Complejo Cultural Santa María). Lo alabó Cándido, según me dijo. Solo los tres supimos el porqué, quizá porque ese prefacio revelare alguna vivencia suya reflejada en él. Hablaba del olvido y del perdón, de la justicia y de la clemencia --"la clemencia es la virtud del justo; el olvido, el descuido de los desafortunados"--, concluía. Junto a la dedicatoria del autor, recibía la suya, firmada el 4 de enero de 1996, "con todo mi afecto y cariño... y por el artículo inicial del libro".
            Cómo olvidar a Cándido tras conocer a todos los alcaldes, desde el último de la transición, Antonio Martín Majadas, con quien tantas conversaciones hubiere, hasta José Luis Mariño y José Luis Díaz, a quienes entrevistare; a Elia María Blanco, a quien conociere en 1988, hasta el actual, Fernando Pizarro, quien un día, en la inauguración del Centro de Interpretación de la Mancomunidad de Trasierra-Tierras de Granadilla,  me dio una noticia que nunca deseare saber, al preguntarle por una persona amiga.
            Vísperas de un Martes Mayor, estuvimos juntos en un acto celebrado en el ayuntamiento. "Ya me he retirado de la política", me decía Cándido; pero seguía trabajando por Plasencia. Acudí a la cena de su despedida, un 30 de abril de 1995, junto a medio millar de personas que le agradecieron, a él y a su familia, su mucho amor por Plasencia y lo que por ella hiciere. El 25 de noviembre de 2010 asistía al acto de su nombramiento como hijo adoptivo de la ciudad, que recibió junto a la directora del Centro de la UNED, Consuelo Boticario, a quien tan bien conociere años atrás, en un acto celebrado en el teatro Alkázar, donde, el 17 de septiembre de 2005, lo recibiere yo, junto a unos paisanos exiliados de nuestro pueblo, y que nos uniere más a los dos con la ciudad adoptiva. En su discurso de agradecimiento al recibir tal honor, Cándido recordó uno de sus logros, tras una entrevista con el presidente Ibarra. Dijo algo así, tras la propuesta que le formulare al presidente, y la respuesta de aquel: "Eres un cabrón, pero tienes toda la razón." Y aquella obra se hizo. Quizá se refería a la financiación del Complejo Universitario de la ciudad en el antiguo Cuartel de la Constancia.
            Descansa en paz, Cándido. Me dejas tu recuerdo de buena persona, mejor gestor y político, además de tu dedicatoria en el libro que nos une y el amor a nuestra ciudad adoptiva.
 
 
 

viernes, 16 de enero de 2015

LA AGENDA DE VARA PARA EL CAMBIO EN EXTREMADURA

 
           El secretario general del PSOE de Extremadura, Guillermo Fernández Vara,  ha presentado hoy en Mérida su Agenda para el Cambio, un conjunto de sesenta medidas que se compromete a cumplir durante los seis primeros meses de su mandato si gana las elecciones del próximo 24 de mayo, "o me iré"; es decir, abandonaría el cargo y su partido sometería a otra persona a la investidura. Esas medidas las ha firmado ante notario para visualizar un compromiso político y no engañar a los electores con falsas promesas que después no se cumplen, o bien porque se olvidan o porque lo impidan los activos en caja.
          Vara pretende dar con ello un triple salto mortal: recuperar la confianza ciudadana perdida, hacer posible la austeridad y predicar con la transparencia. Asume con ello los errores cometidos durante su mandato (2007-2011) y algunas promesas incumplidas; pero, por encima de todo, no desea que se visualice que los compromisos que se ofertan al electorado caigan en saco roto, como todas aquellas que los ciudadanos recuerdan que no solo se hicieron realidad, sino que se llevó a cabo lo contrario de lo prometido, lo que supone un fraude al elector, que perdería la confianza para siempre. De ahí el compromiso ante notario --porque un programa electoral, lo dicho en la Asamblea o lo manifestado en un mitin-- puede llevárselo el viento como hojas de otoño; pero este "nihil prius fide" (nada antes que la fe) --lema de los notarios, que certifican que lo que se recoge en un documento es cierto y dan fe de ello; la fe por encima de todo, que lo escrito es digno de credibilidad; pero, en tanto que es un medio probatorio iuris tantum (que admite prueba en contra), va más allá y lo blinda con una dimisión anunciada si la fe suscrita no es sinónima de una interpretación extrapolable del lema: nada antes que la honestidad o, en versión inglesa, nada supera la lealtad.
          Vara pretende que estas medidas -algunas revolucionarias, otras esperadas y aplaudidas por su base electoral y la que no hubiere-- sean tan solo la base de su programa electoral, que se hará público en mayo, abierto a la participación ciudadana, porque nada puede hacerse hoy a espaldas de los electores si desean recuperar la confianza perdida.
          El candidato ha invitado a su adversario, el PP, a hacer lo mismo, para que nunca más volvamos a oír que "el empleo es lo primero", cuando caemos en el desempleo, o a los recortes de derechos que antes existieron, se les llame reformas. Y el PP, en una larga cambiada, le da respuesta inmediata presentando en el registro de la Asamblea un listado de las promesas incumplidas por el PSOE. El Parlamento, como afirma el portavoz popular --que lo fuere no por méritos propios, sino por deméritos ajenos, porque en Plasencia pasó inadvertido como portavoz y se la "dieron en blanco", en contra de sus advertencias publicitarias, aunque después usted se vengare-, sí debe ser dónde se debate, pero no el lugar donde se oferte al electorado un programa electoral. De lo contrario, cómo evaluar que en el orden del día de la comparecencia del presidente extremeño, ahora de su partido, vaya un solo asunto, y después se salga hablando de otro, que no tuviere nada que ver con el deseado, como si de una larga cambiada se tratare en el templo de la palabra... No puede dar usted lecciones de credibilidad, sino, como bien dice, de cumplir los compromisos anunciados. Y si a Vara le sobran legiones de hombres apegados al sillón, a ustedes les falta crédito político y soberbia para considerar a los extremeños necios de solemnidad.
          Por lo demás, no entramos a analizar las medidas anunciadas, porque todo se verá. Primero, la fe; después, el voto; y, por último, la esperanza, lo único que quizá nos quedare in hac lacrimarum valle (en este valle de lágrimas), fruto del dolor, no tanto de alegrías, en que han abonado nuestra tierra... tanto ustedes como algunos de los testigos del templo de Diana. Y no olvide: verba volant, scripta manent (las palabras vuelan, lo escrito permanece)..., como dijere Cayo Tito en el Senado romano.
 
 

jueves, 8 de enero de 2015

DOS ÍNDICES INDESEABLES DE ESPAÑA: PARO Y CORRUPCIÓN



       El paro y la corrupción se mantienen con mucha diferencia sobre los problemas económicos y políticos como las dos principales preocupaciones de los españoles, según el último barómetro de diciembre hecho público hoy por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), aunque mejora ligeramente.

          Estos datos reveladores de la percepción de los españoles sobre la situación actual colisionan de bruces con la alegría manifestada por los políticos sobre el fin de la crisis y la bajada del paro del último mes del año. Son percepciones distintas y distantes de una realidad que el CIS viene revelando como hechos incontrovertibles. Electores y políticos parecen darse la espalda en sus análisis y preocupaciones, hasta hacer cambiar el sentido del voto en las próximas elecciones.

          Mientras el paro era en noviembre el principal problema para el 77 por ciento de la población, en diciembre baja solo al 75,5. La corrupción era el segundo problema para el 63,8 en el penúltimo mes del año, aunque en diciembre bajó al 60 por ciento. El diferencial con los otros dos problemas citados es abismal: los problemas económicos eran la tercera preocupación en noviembre para el 25,5 por ciento, mientras que en diciembre baja al 24,9 por ciento. Finalmente, los políticos y los partidos son señalados como cuarto problema por un 21,8 por ciento, frente al 23,3 por ciento del mes anterior.

          En quinto lugar se sitúan los problemas de índole social, seguidos de la sanidad, que sube dos puntos. Le siguen la educación, la inseguridad ciudadana, los recortes y el Gobierno y los partidos. Sin embargo, el barómetro de diciembre detecta una mejora en la percepción de la situación económica (en noviembre era mala o muy mala para el 85,8 y en diciembre baja a un 82 por ciento).

          Un dato muy revelador es la bajada de cuatro puntos en un mes de los partidarios de dar la independencia a las comunidades autónomas, al pasar del 12,4 de noviembre al 8,9 en diciembre, sin duda alentado por el soberanismo catalán del 9-N, ya que la encuesta se realizó un mes después. Ahora, un 32,8 por ciento de los encuestados se muestra favorable a favor del Estado tal y como está configurado en la actualidad, mientras que, en noviembre, era del 29,9.     

          Es revelador, empero, que los españoles se den un notable en felicidad, a pesar de la crisis, el paro y la corrupción, y consideran que lo más importante para ser feliz es tener buena salud, llevarse bien con la familia y tener dinero suficiente para una vida confortable.
 
         En un día en que el Congreso examinaba a la futura fiscal general del Estado, Consuelo Madrigal, para que sea nombrada el próximo viernes por el Consejo de Ministros, la corrupción ha irrumpido en su intervención, al afirmar que es "un colosal atentado a la democracia y sus valores, que provoca una sociedad desmoralizada", y ha prometido una respuesta "tajante, pronta e inmediata". Sobre el paro, sobran todas las manifestaciones de júbilo ante la bajada de diciembre, porque no se ve la luz al final del túnel, ni puede haber brotes verdes, como dijera en su día Zapatero, y la corrupción sigue campando a sus anchas, anunque Rajoy viaje a Andorra para evitar el fraude de los españoles allí, cuando es aquí donde tiene el principal problema: la economía sumergida, el impago del IVA y de otros impuestos, la evasiín fiscal..., problemas que podrían solucionarse con más inspectores y menos bancos de alimentos. Hemos entrado en el Consejo de Seguridad, pero España no está en primera división, como predijo Aznar, mientras no logre borrar del mapa las listas dle paro y una corrupción galopante, dos índices indeseables en un país democrático y desarrollado. Claro que esta percepción tendrá consecuencias políticas en este año electoral que hemos iniciado.
 

martes, 6 de enero de 2015

"MANDAR ES SERVIR"




          En su primera alocución como mando supremo de las Fuerzas Armadas (FAS) con motivo de la Pascua Militar, instituida por el rey Carlos III en 1782,  el Rey ha agradecido "el compromiso de lealtad y servicio a España y la Corona" de los miembros de la familia militar, y ha destacado una frase que le enseñaron algunos de los allí presentes desde que hace treinta años iniciara su formación castrense en las tres academias militares: "Mandar es servir". Frente a la ostentación del poder para servirse de él, a la que tan acostumbrados nos tiene la clase política actual, dirigentes de instituciones, sindicatos y empresarios, el monarca ha destacado que "no habrá día en el que deje de recordar este principio, ni de sentir una inmensa gratitud y admiración hacia los hombres y mujeres que eligen --o eligieron-- servir a su Patria, a sus conciudadanos, con la exigencia, dureza y austeridad de la vida militar; con la entrega de la vida si hiciera falta, en la defensa de España y de nuestros intereses, compromisos y alianzas internacionales".

 
        En el recuerdo de este sintagma, que tan bien enarbola la familia militar, subyace, al mismo tiempo, una llamada de atención a quienes asumen el servicio público, más aún en tiempos de crisis, como "deber ineludible" en la administración de los recursos "de la forma más eficaz y eficiente posible". Felipe VI, --a quien acompañaba la Reina Letizia, el presidente del Gobierno y los ministros de Defensa e Interior-- ha reconocido, en este sentido, la preocupación y el empeño de las FAS por alcanzar el equilibrio entre necesidades y posibilidades, "de tal forma que estén dotadas de los medios necesarios", al tiempo que ha recordado su  "esfuerzo por mantener las capacidades operativas".
 
          En su primer discurso del año, el Rey ha recordado la abdicación de su padre, el rey Juan Carlos I, "tras casi cuatro décadas de reinado",  al que le ha dedicado en este día "el homenaje de gratitud y respeto que merece de todos", y se ha referido a los retos planteados de modernización y profesionalización de las Fuerzas Armadas, "superados con brillantez". "Hoy --ha recalcado el monarca-- podemos sentirnos orgullosos de disponer de unas Fuerzas Armadas modernas y equilibradas, adecuadas a la importancia de nuestro país en el ámbito internacional".
          Entre los objetivos de la nueva organización de las FAS,  el Rey los ha sintetizado en seguir avanzando en el proceso de modernización, la racionalización de las estructuras, la simplificación de la organización,  y acercarnos al objetivo de una Fuerza Conjunta, "proyectable, sostenible y disponible", "que nos ayudará a ser más eficientes" y atender "los compromisos adquiridos con nuestros socios y aliados".
          De cara al futuro, el Rey ha expresado su deseo de preparar a las Unidades a los nuevos escenarios "en los que las amenazas, no siempre predecibles, pueden trascender del tradicional escenario físico a otros más complejos", y ha incidido en que la participación en misiones "fortalece el vínculo de unión de las FAS y la Guardia Civil con la sociedad, que hace que la sociedad española aprecie profundamente a la Institución Militar". El monarca, en fin, ha animado a la familia militar a "seguir trabajando con la misma abnegación, disciplina y lealtad, por nuestra gran nación, comprometido con el presente y optimistas sobre nuestro futuro".
          Previamente al discurso del Rey, el ministro de Defensa, Pedro Morenés, subrayó que "las FAS están comprometidas con su misión constitucional de llevar a cabo, junto al resto de instrumentos del  Estado, la defensa de la nación y de sus intereses, cuando y donde sea necesario", una advertencia que es preciso escuchar por parte de quienes, saltándose la Constitución y la soberanía nacional a la torera, pretenden arrinconar aquella por un presunto "derecho a decidir" que reside en todo el pueblo español.
          Tan lamentable ha sido que, mientras TVE retransmitía el Sorteo del Niño, la cadena 24h. de la misma casa, se haya dedicado a continuar dando las mismas noticias, salvo algunas conexiones con el Palacio Real --y también a retransmitir el sorteo-- y no hayan transmitido en directo, ninguna de las dos, la primera Pascua Militar del nuevo Rey, cuya conducta durante el primer semestre de su reinado ha hecho subir enteros en el ránking de popularidad a la Monarquía, tanto como el aprecio que los españoles sienten por sus Fuerzas Armadas y la Guardia Civil. Al final, tuvimos que consolarnos con verlo por la web de 24 h... No eran suficientes motivos la primera Pascua Militar de nuestro soberano y su primer discurso del nuevo año... Las televisiones, a su bola, como Canal Sur con las campanadas de fin de año.