lunes, 17 de noviembre de 2008

“PERICO ZARZALERO”, EL ALCALDE DEL VALLE

El viernes 14 de noviembre hubiere cumplido 51 años. “Perico Zarzalero”, el alcalde del Valle, era como la zarza ardiente del Sinaí: cuando más lo necesitaba la gente, más se enganchaba a ella, sin que jamás se apagare su llama hasta que la luz llegare para solucionar el problema de los necesitados.

Pedro Vega García, alcalde de Casas del Castañar (Cáceres), rigió los destinos de su pueblo y el Valle durante cuatro legislaturas pletóricas de legados, “para ponerlos en valor, aprovecharlos y disfrutarlos”. Lo recordaba su sucesor, Óscar Expósito, durante el homenaje que el PSOE le rindió en su pueblo.

Pertenecía “Perico Zarzalejo” a esa generación de alcaldes que han hecho del compromiso con su pueblo un compromiso con Extremadura, expandiendo más allá de sus límites las flaquezas de una vida truncada en plena juventud; pero “lo importante es el camino, no el final de su vida”, como recordara su secretario provincial, Juan Ramón Ferreira.

El alcalde de Casas de Castañar, Pedro Vega, regalaba picotas a sus compañeros no para que se acordaran de él, sino de su pueblo y del Valle. Transmitía la ilusión por la vida, por la naturaleza, de quien se hizo a sí mismo de la nada para entregarse a los demás por nada. Supo distinguir entre lo público y lo privado, entre sus ideales de compromiso y el respeto a las ideas ajenas. Hasta una semana antes de morir hubiere tiempo de trabajar por su causa como diputado provincial. Consciente de su hora, afrontó su muerte con dignidad, con tiempo aún para despedirse de los suyos y quizá recordarles: seguid trabajando por el Valle, por mi pueblo.

“Resumen de noticias”, de Silvio Rodríguez, abrió un acto recordatorio de su memoria. Ni Carolina, su viuda; ni Cristina, su hija, hubieren soñado quizás con el cariño que atesoró su esposo y padre, “Perico Zarzalero”. Se preguntaba él mismo, incómodo, si no se dedicaba más a los demás que a su propia familia; pero su familia no se reducía a la propia, sino a todo el Valle, a Extremadura entera.

El presidente de la Agrupación de Cooperativas del Valle, Ángel Prieto, no pudo decir más de lo que dijo: “No sabemos lo que tenemos hasta que lo perdemos.” Su vicepresidente, Miguel Ángel Morales, expresó en una frase su vida: “Siempre le tendremos presente, especialmente cuando los cerezos vuelvan a florecer”. Porque él, Pedro Vega, fue también la otra luz del Valle, “uno de los mejores políticos del Valle”.

No se borrará de la memoria colectiva de un pueblo quien diera memoria y testimonio de su medio siglo de vida para ese pueblo. A los 14 años se hizo cargo de la explotación familiar, creó una explotación ganadera, fue socio del Consejo Rector de la Agrupación de Cooperativas del Valle, impulsó la comercialización de su producto estrella; se afilió al Partido Socialista en 1989, fundó la agrupación local, fue uno de los artífices de la Denominación de Origen de la Cereza del Jerte; gobernó su pueblo con mayoría absoluta en tres legislaturas; dirigió la Mancomunidad de Municipios y fue elegido diputado provincial en la legislatura inacabada.

Carolina y Cristina: no quedáis huérfanas, porque Pedro, vuestro esposo y padre, dio tanto a los demás que el Valle y Extremadura os lo devolverán, como ayer, con el cariño que os demostraren: como la roja cereza que volverá a lucir por primavera en el Valle; una luz eterna encendida en su memoria que, si a vosotras os honra, a los demás nos engrandece.

“Perico Zarzalero”, alcalde del Valle, roja pasión de los frutos de Casas de Castañar, desde donde el Valle y Extremadura se abrieron a tus pies. Llámanos para recordarnos que tu Valle existe, como aquel día en Plasencia, en Mérida, en Cáceres, donde naciste, ciudades todas a las que te vinculaste, aunque siempre en Casas, “independiente siempre, aislado nunca”, como las cerezas que acunaste, desprendido Pedro. ¿O acaso sigues vigilante desde tu montaña para que ni el pedrisco o la lluvia acaben con tu obra?, zarza ardiente de tu obra inacabada...

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