domingo, 23 de mayo de 2010

ECHAR EN FALTA, ECHAR DE MENOS…

Echo de menos su sonrisa, que solo echaré en falta cuando se vaya. Notamos la ausencia de alguien o algo y hubiéremos sentimientos por ello. Echamos de menos la familia, pero no cuando la hubimos; la amistad, pero no cuando la disfrutamos; la naturaleza, cuando no la respetamos; el amor, cuando no lo santificamos; la salud, cuando la perdimos; el dinero, cuando lo tuvimos y lo echamos a perder; el trabajo, cuando nunca lo valoramos…

Solo te echaré en falta cuando te vayas, porque tú nunca me echaste de menos con las cartas que te echare al buzón; cuando mi ánimo, fatigado, eche olor, sangre y chispas por tus olvidos. Echaré rayos, centellas y fuegos en mi enojo; tu nombre, inhumado, derribado de mi memoria; echado a presidio, porque me condenaste a él cuando no lo mereciere. Iniciaré una marcha a otra parte por “el camino verde que lleva a la ermita”, para ir en alcance de alguien, tras echarse atrás los que creía mis amigos. Echaré a reír, a correr, a cantar, pero no invertiré una hora para ir a verte; echaré una puerta a la llave del tiempo para que, cuando lo desees, llames a la puerta del mío. Me recostaré a un lado, soñando contigo, amor, ya que tú no hubiste la delicadeza de acordarte de mí desde que estás en el Paraíso terrenal, ese paraíso que tú sueñas en la tierra, pero que solo se encuentra en el cielo. Ya vendrá alguien que te depondrá de la dignidad que asumes, y, entonces, nadie te echará en falta, como tú no echaste de menos a quienes se entregaron por ti y los echaste a mala parte, sin decirle palabra, porque no la hubiere tu conciencia de mujer.

Sigue echando discursos y bravatas, porque nadie te escucha, porque, quienes te echaron en falta un día, te echarán de menos para siempre. No eches por mayor lo que echas a perder; no eches en librea lo que pudiste tomar por refacción en una tasca. No te eches violentamente contra alguien, porque ya te echaste contra mí. No eches a nadie más a pasear, porque malograrás tu negocio por no manejarlo bien. Advierte y envida sin juego, pero no te la eches de valiente, de maestra o graciosa, porque todo lo echarás a rodar.

No desbarates más la situación, amor, porque lo echaste todo a rodar dejándote llevar por la cólera de tu ambición, faltando a todo miramiento o consideración humanas. Alguien como tú se echará a dormir, pero no a morir, y sí a perderse. Decaerán las prendas y virtudes que tenías por no cumplir tus tratos o promesas. No te hagas la recia porque se echan encima las vacaciones y alguien se echará sobre ti para reprenderte con dureza. No te las eches de nada, amor, porque solo yo te echaré en falta cuando te vayas y, de menos, cuando ya no estés, así que te pongas hoy el mundo por montera...

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