Hubiere en el mundo más inocentes que los que Herodes ordenó matar. El candor y la sencillez, el estado del alma limpio de culpa, la inocencia, ha sido, y hoy más, el engaño ridículo en el que alguien cae por descuido o falta de malicia.
Entre la inocencia por nacimiento y la inocencia de la muerte se alinean otros estados de la inocencia: la inocencia intacta de quienes nunca la perdieren; la confundida inocencia de los más; la burlada inocencia; la inocencia que no ve; la presunta inocencia que se torna en culpabilidad, aunque no se hallare en ese estado; la inocencia confiada que trastorna la inocencia; la inocencia evanescente que se pierde con la edad; la inocencia de quienes abdicaren de sus compromisos; la inocencia de los traidores; la inocencia de los traicionados; la inocencia de los engreídos y salvadores de la patria; la inocencia del amor entregado y burlado; la inocencia de los fieles infieles; la inocencia de los creyentes olvidados; la inocencia de la esperanza sin alivio; la inocencia de los mayores sin amor, ya idos sus otros amores; la inocencia de los jóvenes que no vieren la luz; la inocencia de quienes buscando no hallaren lo que anhelan; la inocencia de los que anhelan el futuro y no lo encuentran; la inocencia de la mujer entregada, que no hallare la respuesta esperada..., la inocencia de los sin malicia que deviene del estado del alma y del corazón humanos.
Inocentes todos en un mundo en el que la malicia troca la inocencia pura de los bebés por la malicia de los perversos. La inocencia intacta cantada por "Second":
"No me pierdo ni un detalle,
Tu inocencia intacta,
Cada luz en mi interior
Se quema por ti."
La burlada inocencia de "La India":
"Tienes que luchar para ser feliz
Y así no sabrás nunca cómo sufrí
Burlada inocencia..."
La eterna inocencia que cantare "Voces Invisibles":
"Cuántas son las hermosas almas
Ya vencidas, condenadas a sufrir?
Cuántas más habrán de perderse
Detenidas en el tiempo del rencor?"
O en "Los inocentes", de Ana Layevska:
"Con la luz de la inocencia puedo caminar,
Para rescatarla de entre tanta soledad.
Con la luz de la inocencia quiero despertar,
Lo que en sueños se termina y se haga realidad."
Indio Solari ve así "El tesoro de los inocentes":
"El tesoro que no ves
La inocencia que no ves
Los milagros que van a estar de tu lado
Cuando comiences a leer en los labios
Y a ignorar los embustes y gustar
Con la lengua de las aguas que son dulces
Aunque te sientas mal."
La inocencia no es debilidad: es esperanza; la inocencia no es malicia ni engaño por descuido, sino confianza excesiva; la inocencia subyace más en la risa que en el llanto y el lamento; la inocencia no es eterna, sino perecedera por los engaños de la vida; la inocencia es creer en los demás y no solo en uno mismo; la inocencia eres tú y no solamente yo; la inocencia son ella y él cuando conviven en la serena inocencia; la inocencia es la sonrisa de un niño; la inocencia es el roce gozoso del amor; la inocencia es consustancial al sabio campesino extremeño que labra su tierra pensado en su cosecha y no aspirare a más, porque nada más necesitare; la inocencia es la vida y no la muerte; la inocencia es la esperanza en tiempos de escasez; la inocencia no abdica del futuro porque en él reside la inocencia; la inocencia espera del político el bálsamo para fortalecerla, porque "no alabes ni desalabes hasta siete Navidades", pues la inocencia asume la prudencia y la experiencia, aunque no se revelaren como tales. ¿O acaso no fuésemos todos inocentes, pero confiados?, aun con nuestra inocencia perdida y no hallada en el templo de la vida...? Por si acaso, Luis Enrique nos avisa en su "Inocencia":
"Se irá
Rompiendo las fronteras.
Se irán
Lidiando con sus tierras.
Se irán
Salvando su inocencia,"
No hay comentarios:
Publicar un comentario