¿Por
qué venías a tu ciudad con tanta vida,
Y
ahora nos traes tan solo tus cenizas?,
Rafael
García-Plata y Quirós, corazón de oro,
Alas
de plata, que hiciste con tu hermano
La
Ruta de la plata como pastor trashumante
De
día, de noche, de verso bañado en plata?
“Ruta de la Plata. 10 años de poesía en
Extremadura.
Rafael
García-Plata de Osma. Su obra”, el
homenaje al abuelo,
A
la poesía derramada, a los cantores infinitos de la tierra soñada.
¡Cuántos
nombres condensados en un libro: el
comandante,
Los
premiados presentes y los jurados idos, los poemas vivos,
Las
letras cantarinas de las voces ausentes, jurados, concursantes,
Notarios
de vuestra fe desparramada, aquí presentes y otros idos.
“Pinero,
hijo, que no sé el porqué
Pero
queremos. Siempre besos. Rafa.”
Una
dedicatoria anclada en el tiempo,
En
el espacio de diez años de poesía,
Los
poemas triunfadores, un paréntesis
De
vuestras cosas, las fotos de familia,
La
placa de la calle que transito todos los días
La
vida y la obra toda pergeñada en Alcuéscar
Entre
dos siglos de horrores, de oro y plata.
Rafa:
has vuelto cuando las hojas caen
Al
otoño casi finito de tu Extremadura soñada.
Tú
que siempre te acercabas con tu sonrisa,
En
tu despierta faz de afanes inacabados.
Cuando
en los albores democráticos
Escribiste
en hojas nacionales que
“la
política en Extremadura era un lujo”,
Pero
que para intereses partidistas
No
hubiere otra palabra sino Extremadura.
Como
en ti, Rafa, hijo, a quien no sé el porqué,
Si
los recuerdos de tu tío, las letras que nos unieron,
Me
traen ahora tu sonrisa y los besos perdidos
Como
hojas volanderas que, tiernas, tornarán a los árboles.
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