El presidente Monago sorprendió ayer noche con la
convocatoria de una rueda de prensa para las 9.00 de esta mañana, que ha
calificado como "el discurso más difícil de su vida", para defender
su honestidad, la austeridad que se marcó en su vida política y aclarar los
viajes a Canarias con cargo al Senado, tras probar con certificados que los
viajes realizados a las islas eran de trabajo --en ningún caso 32, sino 16,
pues entiende por un viaje la ida y la vuelta--, más otros 22 privados pagados
de su bolsillo, según certificación del banco, cuyo destino no ha querido
precisar.
Desde que el pasado día 6, el diario digital publico.es hiciera notoria una
información titulada que "Monago
cargó al Senado 32 viajes privados en business a Canarias",
firmada por Ana Pardo, todos los
diarios impresos y digitales del país y sus columnistas políticos y blogueros,
no dejaron de comentar una noticia, que hasta hoy no ha podido ser desmentida,
dado el estado de repulsa nacional contra un estado de cosas que nos sorprende,
un día sí y otro también, con casos de presunta corrupción.
Monago ha
defendido en su discurso la honestidad de sus viajes a Canarias y ha ofrecido a
la oposición regional todos los movimientos bancarios de su cuenta corriente.
"Ahí
está mi vida", ha dicho, tras confirmar que de las
siete islas "he estado en dos". "Nadie --ha añadido-- ha mostrado nada
que sea oficial. Fueron 16
viajes de trabajo en 19 meses de labor".
Hay, empero, un atisbo de duda en esta afirmación, al
considerar como una sola unidad un viaje de ida y vuelta, que se paga dos
veces. Sostiene Monago que "no
fueron 32 viajes, y eso lo certifica el letrado mayor del Senado".
Desde la revelación de público.es.
todos los diarios daban la cifra de 32 viajes, entendiendo, como afirma
"El País" digital de hoy, que se "supone
con sus correspondiente ida y vuelta". Es lo único que
no ha dejado claro el presidente en su comparecencia, aunque el letrado mayor considere
los viajes de ida y vuelta como una única unidad.
Por lo demás, el presidente Monago ha hecho pública una declaración de austeridad, que sobraba,
porque estaba de más al ser de su libre opción: vivir en su casa de Badajoz
cuando podría vivir en su palacio de Mérida, con piscina y jardín, como sus
antecesores; la renuncia a sus privilegios de presidente que le concediere la
ley; la rebaja de su salario; cobrar menos que cualquier otro presidente...
Nadie le obligó. Fue una opción libre, que no tiene ya por qué justificar, ni nadie
se la ha solicitado.
Monago ha
anunciado, por otro lado, dos noticias por lo demás esperadas: que no se va a someter a una moción de
confianza en la Cámara, que pudiere perder, y que se
presentará a la reelección, " y voy a ganar",
muy propio de quien se cree investido de
autoridad por la oposición a su propio partido y por arrogarse para sí un verso
suelto sin rima ni asonante ni consonante.
Ha lamentado el presidente lo que, en ocasiones como la
presente, suele ocurrir: la falta de apoyo de algunos de los suyos, la actitud
de algunos compañeros de filas; la hipocresía de diputados y senadores "por
sus palabras incómodas"; y ha apelado, en fin, a su dignidad arrebatada,
al daño moral a su familia y, aunque asegura que no es vengativo, anuncia que
pone en manos de sus abogados el emprendimiento de acciones por lo publicado.
Tras su comparecencia de hoy, sobra la del día 27, aunque
el PSOE insista en la moción de confianza; IU afirme que su comparecencia de
hoy no cierra el caso, y PREX-CREX anuncie que estudiará la documentación; y
que el portavoz del PP solicite que todos quienes pidieren la dimisión del
presidente le insten su perdón de rodillas..., como si ellos fueren los únicos que
impusieren la penitencia a sus pecados. ¡Faltaría más que valiere más la
palabra de unos que la de otros...!
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