viernes, 21 de noviembre de 2014

EL DUCADO DE ALBA Y LA COMUNIDAD DE VILLA Y TIERRA DE GRANADILLA

 
            En la sentida muerte de la XVIII duquesa de Alba, María del Rosario Cayetana Fitz-James Stuart y Silva (1953-2014), conviene recordar, aquí y ahora que sus antecesores, los condes y duques de Alba, fueron señores de la Comunidad de la Villa y Tierra de Granadilla (Cáceres) desde el 20 de enero de 1446 hasta 1830, con  Fernando Álvarez y Sarmiento, I conde de Alba de Tormes (1390-1464) hasta Carlos María Fitz-James Stuart y Silva, XIV Duque de Alba (1802-1835); es decir, durante 384 años, casi cuatro siglos de gobernanza de la antigua Granadilla y su Comunidad de Villa y Tierra, al frente de cuyo señorío estuvieron dos condes y catorce duques de Alba.
 
            La Comunidad de la Villa y Tierra de Granadilla estaba formada por diecisiete pueblos: Abadía, Ahigal, Aldeanueva del Camino, Caminomorisco, Cerezo, Granadilla, Granja de Granadilla, Guijo de Granadilla, La Alberca, Mohedas de Granadilla, Nuñomoral, Pinofranqueado, Ribera Oveja, La Pesga, Santibáñez el Bajo, Sotoserrano y Zarza de Granadilla.
            Sebastián Caballero González, que ha buceado en el archivo de los duques de Alba, en el Palacio de Liria de Madrid, afirma en su libro "Granadilla al hilo de la historia" (Caja Duero, Salamanca, 2004, págs. 86 y ss.)  que "Fernán Álvarez de Toledo, primer señor de Granadilla", además de su pertenencia a la familia Álvarez, fue también "el primero de este apellido en ostentar en el título de conde" y añade que "Juan II le designa como hombre de su confianza para que vaya a tomar las villas de Ledesma, Montemayor, Galisteo y Granada, que al parecer estaban en poder de los partidarios de los infantes de Aragón. Se lo manda el 24 de julio de 1444 mediante una real cédula, por la que ordena  a las ciudades de Ávila, Salamanca y Ciudad Rodrigo que se aliaran con el conde de Alba para ir a tomar las citadas villas. Parece ser --añade-- que mediante este documento, expedido desde el Real de Lagunilla, se ha interpretado que es la fecha de 1444 cuando Granadilla pasa a poder de la casa de Alba". Sin embargo, más adelante cita que  "por una cédula de Juan II, fechada en Toledo a 20 de enero de 1446, sabemos que este monarca le hace a don Fernán Álvarez de Toledo merced perpetua e irrevocable  de las villas de Granadilla y Miranda del Castañar".
            No han sido, empero, estos casi cuatro siglos de historia que han vinculado a la Casa de Alba con la Comunidad de Villa y Tierra de Granadilla, lo que las nuevas generaciones de extremeños recuerden, sino más bien hechos recientes, como la expropiación de las fincas Cabra Alta y Cabra Baja, propiedad de la Casa de Alba, que le fueron expropiadas por el Consejo de Gobierno de la Junta de Extremadura en 1980, al amparo de las leyes de Reforma y Desarrollo Agrario de 1973 y de Fincas Manifiestamente Mejorables. O, más recientemente, la visita de Cayetana de Alba para inaugurar en Cáceres la quinta edición de Expoparty en enero de 2012, a ella dedicada. (Véanse, además, los diarios regionales El Periódico Extremadura y Hoy de 21-11-2014:                     http://www.elperiodicoextremadura.com/noticias/extremadura/terrateniente-expropiada_839815.html y            http://www.hoy.es/extremadura/201411/20/expropiada-estrella-extremadura-20141120132749.html.)
            La Casa de Alba y Granadilla
     Casi nadie sabe que, entre 1473 y 1479, la Casa de Alba ordena construir el castillo, del que fue arquitecto y administrador de la obra el maestre Juan Salado. Tampoco que el 12 de enero de 1489, el duque de Alba Fadrique Álvarez de Toledo impuso una serie de medidas contra los judíos y árabes, que habitaban la villa, como llevar distintivos en sus ropas, legislar su apartamiento en juderías y morerías, vetar la venta de alimentos a los cristianos, la prohibición de trabajar en domingos y festivos cristianos, tener juegos... En 1492 los Reyes Católicos decretan la expulsión o conversión de los judíos y el 19 de diciembre del mismo año publican una carta de amparo que permite su retorno previa conversión al cristianismo, y la devolución de los bienes y deudas depositados en terceras personas. En 1833, por Real Decreto de 30 de noviembre, se crea la provincia de Cáceres, que ocupaba terrenos de la antigua provincia de Extremadura, y algunos lugares de las antiguas de Ávila, Salamanca y Toledo, La Alberca y Sotoserrano, feudos del señorío de Granadilla, son traspasados a la de Salamanca, incorporándose a la de Cáceres los pueblos salmantinos de Baños de Montemayor, La Garganta, lugares del señorío de Béjar, Robledillo de Gata y San Martín de Trevejo, en Sierra de Gata.
            El 1 de noviembre de 1835 se constituye la Diputación de Cáceres como institución administrativa de los intereses de los ayuntamientos, que convierte en obsoleta la existencia la Junta de Sesmeros de la Villa y Tierra de Granadilla, por lo que se ordena su disolución en 1837, adjudicando a cada pueblo del señorío los aprovechamientos de pastos y montaneras situados en su antiguos términos municipales. Ese mismo año se disuelve el Señorío de Granadilla por orden de la Diputación Provincial. En 1893, la Casa de Alba vende el castillo a Bartolomé Chamorro y Clemente. La documentación de los siglos XV al XIX de Granadilla se halla en el Palacio de Liria de Madrid en la caja 346.
            Los duques de Alba del Señorío de Granadilla
            Desde 1446, con el I conde de Alba de Tormes, Fernando Álvarez de Toledo y Sarmiento (1390-1464), el Señorío de Granadilla estuvo regido por el II Conde de Alba, García Álvarez de Toledo y Carrillo de Toledo (1472-1488), y los siguientes Duques de Alba: García Álvarez de Toledo y Carrillo de Toledo (1472-1478), Fadrique Álvarez de Toledo y Enríquez de Guzmán (1488-1531), Fernando Álvarez de Toledo y Pimentel, el Gran Duque de Alba (1531-1582), Fadrique Álvarez de Toledo y Enríquez de Guzmán (1582-1585), Antonio Álvarez de Toledo y Beaumont (1585-1639), Fernando Álvarez de Toledo y Mendoza (1639-1667),  Antonio Álvarez de Toledo y Enríquez de Ribera (1667-1690), Antonio Álvarez de Toledo y Fernández de Velasco (1690-1701), Antonio Álvarez de Toledo y Guzmán (1701-1711), Francisco Álvarez de Toledo y Silva (1711-1739), María Teresa Álvarez de Toledo y Haro (1739-1755), Fernando de Silva y Álvarez de Toledo (1755-1778), María del Pilar Teresa Cayetana de Silva Álvarez de Toledo (1778-1802), y Carlos Miguel Fitz-James Stuart y Silva (1802-1835).
 

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