No se trata de recurrir
a las canciones que marcaron un verano, según las empresas discográficas, las
emisoras de radio y televisión o sus oyentes. El verano, distinto según los
hemisferios, determina por la época vacacional un tiempo de relajación en el
vestir, en el comer, en el sueño y en el ocio, que cambia hábitos y costumbres,
con el que se persigue desconectar de una vida rutinaria, especialmente entre
la juventud. Es, pues, el verano la época apropiada para la canción del verano
que, además, aúna playa, sol, diversión, recreo, amores y desamores, esperas y
partidas, como si la desconexión de un breve periodo de tiempo, nos hiciere
olvidarnos por un momento del futuro y de la realidad que nos espera a la
vuelta. Todo pasa, excepto el recuerdo de las canciones del verano, o para el
final de un verano, como en "Canciones para después de una guerra",
película del salmantino Basilio Martín
Patino, estrenada en 1976, poco después de la muerte del Generalísimo Franco, y que tuviere como
protagonistas a Imperio Argentina,
Estrellita Castro, Miguel de Molina, Lola Flores, Celia Gámez y Juanita Reina.
La canción del verano era siempre la más oída, las más
solicitada, la más bailada, la más recordada. Hoy, hemos pasado de la melodía
evocadora, soñadora, de amores y soledades, a la machacona electrónica que
invita al divertimento desinhibido. Los medios de comunicación, en connivencia
con las discográficas, hacen listas para que los oyentes voten por su
canción del verano. Así, para 2015 nos
proponen: "Perdón", de Enrique
Iglesias y Nichey Jam; "Mi
nuevo vicio", de Paulina Rubio;
"El taxi", de Pitbull, Osmani
García y Sensato; "Leon on",
de Major Lazer, Dj Shane y MØ..., entre
otras.
El final del verano lleva a muchos a sufrir el síndrome
postvacacional por el fin de las vacaciones o el retorno a la actividad
laboral... Atrás quedan unas vivencias que no volverán, el miedo a que su final
sea también el fin del amor que en él nació, y que no retornará. El amor, la
partida, la playa, el olvido..., son temas recurrentes de las canciones que
despiden el verano. La serie televisiva "Verano azul", de Antonio Mercero, popularizó a
principios de los 80 en La 1 (TVE) la canción "El final del verano",
del Dúo Dinámico", de 1963, que
puso fin al último capítulo de despedida. "El final del verano llegó y tú partirás/
Yo no sé hasta cuándo/ Este amor recordarás..." Amores de verano, amores
quizás imposibles, pero que nunca se olvidan..."Pero sé que en mis brazos/
Yo te tuve ayer/ Eso sí, que nunca, nunca yo olvidaré."
Muchos años antes, en 1948, Jorge Sepúlveda hizo historia con su canción "Mirando al
mar": "Mirando al mar soñé/ Que estabas junto a mí./ Mirando al mar
yo no sé qué sentí/ Que, acordándome de ti, lloré./ La dicha que perdí/ Yo sé
que ha de tornar/ Y sé que ha de volver a mí."
El cantante afroamericano preferido por el presidente Kennedy, Nat King Cole, sin saber una palabra de español, hizo célebre en
Caracas y en todo el mundo latino su canción "Ansiedad", original del
cantautor venezolano Chelique Saravia,
cantada durante la década de los 60 por las chicos en edad de amar y ser amados
del mundo hispano: "Ansiedad de tenerte en mis brazos/ Musitando...,
palabras de amor/Ansiedad de tener tus encantos/ Y en la boca, volverte a
besar... /Tal vez esté llorando mis pensamientos/ Mis lágrimas son perlas que
caen al mar/ Y el eco adormecido de este lamento/ Hace que esté presente en mi
soñar."
En 1972, el prolífico cantante argentino Palito Ortega nos predecía el amor que
halláremos en "Te vas a enamorar": "Yo sé que este verano te vas
a enamorar,/ te vas a enamorar,/te vas a enamorar.../Chicas y chicos que se
encuentran,/ nuevos amores nacerán."
El mismo año, el grupo de pop de Torremolinos "Los Gritos", publicaba "Adiós
verano, adiós amor". "Vuelan al viento sus hojas/ Los álamos dicen
adiós/ A este verano marchito/ Que nuestro amor contempló..." En 1987,
"Danza invisible", ve así
"El fin del verano": "El fin del verano siempre es triste/Aunque
entre las mantas/ Pueda hablar de amor"... "El fin del verano es
triste/ Y será nuestro dolor. En "Días de verano" (2005), Amaral canta así la despedida de la
estación: "No me quedan días de verano para pedirte perdón/ Para borrar
del pasado el daño que te hice yo./ Sin besos de despedidas, sin palabras
bonitas/ Porque te miro a los ojos y no me sale la voz." "Los Piratas" (1980), cuyo batería
falleciere hace unos días, despedía así el verano: "No te echaré de menos
en septiembre/ Verano muerto veré a las chicas pasar."
Decir verano era decir Georgie Dann y sus canciones para el verano y después de él. En
"El veranito" resume: "El veranito, el veranito/ Cómo nos gusta
veranear./ El veranito, el veranito/ Cómo nos gusta ir a Cunit..." Y,
además, "Ay, mamá Mallorca" (1966), "El Bimbó" (1975),
"El negro no puede" (1987), "El chiringuito" (1988),
"Vamos a la pista" (2003)...
El prolífico Luis
Aguilé nos ofreció su particular versión del verano en "Cuando
calienta el sol" (2006): "Cuando calienta el sol aquí en la playa,/
Siento tu cuerpo vibrar cerca de mí./ Es tu palpitar, es tu pelo, es tu cara,/
Son tus besos, me estremezco...,/oh, oh, oh...", en una nueva versión de
los hermanos Rigual. El verano
terminó... "Vacaciones de verano para mí/ Caminando por la arena junto a
ti/ Hoy mi vida comienza a despertar/ Hoy se ha abierto la puerta sin llamar/
Hoy te tengo a mi lado y soy feliz." (Canción del verano 1972, de Fórmula V). Comienza la cuenta atrás,
como en el "¡Pobre de mí!" sanferminero...
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