Severiano
Rosado Dávila (Guijo de Galisteo, Cáceres, 1929;
Cáceres, 24/06/2018) , inhumado ayer en la parroquia cacereña de San José que
levantare y de la que fue párroco durante cincuenta años, fue algo más que un
sacerdote entregado a su rebaño. Don
Severiano --como era conocido popularmente--
fue también reconocido como "el
viajero de Dios", que primero buscare llevar a sus feligreses a los centros
de espiritualidad, como Fátima y Lourdes, y más tarde se expandiere a otros mundos
para que viesen las maravillas creadas por Dios para que pudiesen disfrutar de
ellas. Siempre lo decía en sus viajes, como cuando en 1963, durante unos
ejercicios espirituales que ofreciere, siendo un joven cura de aldea,
advirtiere sobre el descubrimiento de las Cuevas del Águila, situadas al sur de
la provincia de Ávila, en pleno Valle del Tiétar, a pocos kilómetros del
sepulcro de San Pedro de Alcántara, como "otra maravilla de Dios", escondida durante tres millones de años.
Y como sabio pastor de almas, su preocupación le condujo a levantar centros de
enseñanza y después, residencias para la tercera edad.
Nunca tuvo tiempo para sí mismo y siempre para los demás.
Tras iniciar sus estudios en el Seminario de Coria, a los 10 años, don Severiano cursó los estudios de
Teología en la Universidad Pontificia de Salamanca y los de Ciencias Sociales
en el Instituto León XIII de Madrid [1],
creado por el cardenal Herrera Oria
y dependiente de la citada universidad. Más tarde, compatibilizó su tarea
pastoral en su parroquia, los viajes y la construcción de centros, con los
estudios de la licenciatura en Historia por la Universidad de Extremadura, en
el campus de Cáceres, a cuya primera promoción (1971-1976) perteneció.
En 2011, regía una parroquia que agrupaba a 10.000 feligreses,
además de contar con dos templos, una capilla y dos residencias de ancianos [2]
Ordenado sacerdote en 1952, el obispo le asignó la creación en Cáceres de la
parroquia de San José, aun antes de ser construida, que fundare en 1959, aunque
el templo actual es de 1967. El 23/12/1958 fue nombrado párroco quien antes
regentare como ecónomo la iglesia de Casares de Las Hurdes, y tomó posesión el
07/02/1959 en la capilla del colegio de San José. El 11/04/1964, el nuncio de
Su Santidad, monseñor Riveri, colocó
la primera piedra simbólica del edificio. El 06/01/1969 se bendice el nuevo
templo. En 1970 se inauguran las capillas del Santísimo y de Confesiones. En
1971 se adquieren los locales para el Colegio Nazaret, en el Polígono de La
Madrila. El mismo año se habilita la casa parroquial junto al templo. En
noviembre de 1971 abre sus puertas el Colegio Nazaret con tres aulas para
jardín de infancia. El 01/04/1973 se colocan las vidrieras, se ejecuta el baptisterio
y se rematan los detalles interiores del templo, que se inaugura el 24/06/1973.
En la ejecución de la obra estuvieron los coadjutores Felipe Fernández Peña, José
Luis Caldera González y José Calero
González, junto al párroco, además del arquitecto del proyecto, Vicente Candela, y el director de obra, Manuel García Creus, el aparejador, Manuel Herrero, y el escultor José Luis Sánchez. Las vidrieras fueron obra de Juan José Narbón y la Unión de Artistas
Vidrieros. El 01/10/1973 se amplía el Colegio Nazaret hasta completar la
primera etapa de EGB, que se amplía hasta la segunda etapa en 1976, con una
capacidad para 500 alumnos.
En 1965 se inauguró el Centro Parroquial "Las
Acacias", detrás de la avenida de Virgen de Guadalupe. El 8 de octubre de
1969 se inaugura la residencia Nuestra Señora del Rosario. El 10/06/1996 inaugura
un centro de atención pastoral para dar asistencia a La Sierrilla, El Arco y el
R-66. En 1996 se abre la residencia Nuestra Señora del Rosario y, al año
siguiente, con motivo de la festividad de la advocación de la Virgen, el obispo
Ciriaco Benavente bendice el
edificio.[3]
Don Severiano
fue nombrado hijo adoptivo de Cáceres el 20 de junio de 2012 "por sus
méritos personales en los cincuenta años que lleva viviendo en la ciudad,
durante los que ha sido responsable de la parroquia de San José, promotor del
Colegio Nazaret en La Madrilla en 1971 y de la residencia de la tercera edad de
La Zambomba en 1989", además de haber organizado "excursiones por
todo el mundo para personas con escasos recursos económicos, facilitando a los
cacereños visitas para conocer otros países y otras culturas", según recogía
el acta de nombramiento.[4]
Tuve la oportunidad de viajar con don Severiano a Roma a la beatificación del beato Marcelo Spinola (1835-1906) por el
entonces papa Juan Pablo II --que
tiene parroquia a su nombre en Cáceres
en la barriada de El Vivero--, que fuere
a finales del siglo XIX obispo de Coria (1884-1886), más tarde de Málaga
(1886-1895) y posteriormente arzobispo de Sevilla (1895-1906) y elegido
cardenal de la Iglesia por el papa Pío
XI en diciembre de 1905; pero, debido a su avanzada edad, no pudo ir a Roma
a recibir el birrete cardenalicio, que le impuso el rey Alfonso XIII el 31 de diciembre de 1905. Aquel día --29/03/1987-- asistimos en San
Pedro a la misa de beatificación junto a don Severiano, que presidiere la peregrinación diocesana que asistiere al
acto en un autobús fletado desde
Cáceres, y donde nos encontramos con
nuestro obispo, Jesús Domínguez Gómez,
que escribiere con tal motivo el libro "Un obispo de Coria a los altares. En la
beatificación de Marcelo Spinola" (PPC, 1987). No olvidaré ese
viaje, en el que nos acompañaba una sobrina del beato, que nos relató la comida
en la embajada ante la Santa Sede, a la que fue invitada tras la misa de beatificación, aunque no pudiere
realizar ninguno más con él.
Desde su jubilación, don Severiano continuaba yendo a su parroquia, visitaba los centros que
creare y la residencia que fundare y en la que quiso morir.
Se fue con 88 años, tras vivir más de cincuenta en Cáceres, y recorrer medio mundo, viendo y enseñando las maravillas de Dios, como acostumbrare a decir, aunque se quedare con ganas de ir a Australia, "su destino pendiente" [5]. DEP.
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[1] Vid.: Muñoz Rubio, Miguel Ángel: Don Severiano, en la memoria (del móvil),
en El Periódico Extremadura de 26/06/2018.
[2] Torrejón,
María José: "No puedo dar un
paso sin que alguien me salude por la calle", en el Diario Hoy, de
18/03/2011.
[4] Vid.: Web de la diócesis de Coria-Cáceres,
recogido de la agencia Europa Press el 27/06/2012.
[5] Ob. cit., de M. J. T.
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