Junio y julio parecen malos meses
para descansar en nuestra playa más próxima. Te vas en tu coche y vuelves en el
coche fúnebre. Plasencia, su ciudad y la mía adoptiva en ferias, y Antonio
Sánchez Ocaña (ASO por todo nombre) regresa hoy para descansar definitivamente
en ella. ASO falleció el viernes cuando regresaba con su familia de Portugal a
Islantilla (Huelva), donde pasaba el fin de semana, de un infarto. La muerte
siempre tiene una excusa. Unas veces es la edad y otras, el rayo sobrevenido,
que apenas avisa.
ASO, jefe de prensa de Ciudadanos en Extremadura, comenzó
su carrera profesional en la Cadena Ser; continuó en El Periódico Extremadura,
primero en Plasencia y después como delegado en Mérida, para pasar
posteriormente al Hoy en Mérida y, por último, en Plasencia como delegado,
hasta que un día tuvo que despedirse, como tantos. Desde la última legislatura
actuaba desde la capital regional como jefe de prensa de Ciudadanos.
Aún recuerdo la comida que tuvimos en Cáceres antes de
abandonar Plasencia para marcharse a Mérida. Trabajamos codo a codo durante
meses. De Mérida volvió a su ciudad. Nos veíamos cuando acudía a algún acto. Me
impresionó cuando le oí a una compañera llamarle, no por su nombre, sino por
las siglas del mismo: ASO. Así firmaba muchas de sus informaciones. Fue, quizás,
el primer cronista político desde Mérida en el entonces Diario Extremadura como
periódico regional. Sus crónicas, por ser las primeras, agradaban. No existía
hasta entonces más que la información por la información misma. Él abrió el
camino. Y, cuando le abren otra puerta, la muerte se la cierra.
No es la primera vez que sucede. En 1978, al periodista
cacereño Enrique Romero Ruiz (1927-1978)
-a quien conocí en mis empieces en la profesión, como a su hermano
Gabriel (1930-1972), los hermanos Romero Ruiz, recordados en una calle
cacereña, según testimoniaba el pasado 16 de junio en su blog Juan de la Cruz,
colega de quinta-- también le trajeron desde la playa para ser inhumado en
Cáceres. Hace unos años le ocurrió a otro compañero de El Periódico Extremadura
quien, ya retirado, antes de jubilarse, regresó de la playa para ser inhumado
en su ciudad, Cáceres: Manuel Fernández, jefe de sección de Deportes de El
Periódico Extremadura. Vine y al día siguiente, un compañero me lo advertía en
un mensaje telefónico.
Los tres descansaban en la playa: Enrique, Manolo y
Antonio. Y cuando descansamos, nos llaman al otro mundo. ¡Qué injusta es la
vida con quienes se la merecen tanto porque se entregan a los demás!
Ya vienes a tu ciudad, ASO. Con mi pesar para tu familia
y para tu última jefa, Victoria Domínguez, diputada en la Asamblea, te deseo
que la tierra te sea leve. Mis condolencias para tu familia y tus compañeros.
Hasta siempre, colega.
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