Félix Pinero, nacido en Granadilla en 1950, accede al mundo del periodismo
desde el campo de la filología y de la literatura, pero también podría haber
llegado a esta profesión desde el mundo de la filosofía. Es lo primero que
tengo que decir, después de leer su último libro, titulado Miradas desde una
grada extremeña, que ha publicado la editorial Círculo Rojo. Al filósofo le
conmueven, le asombran los hechos de la vida cotidiana y por eso reflexiona
sobre los mismos. Félix, como periodista, observa la realidad con dolor y por
eso nos ofrece en esta compilación un magnífico ramillete de artículos o
columnas, que están muy bien pensados y elaborados.
Se trata de una
recopilación de las 51 columnas, que ha ido escribiendo en la revista Grada
desde marzo de 2014 y hasta diciembre de 2018. En el prólogo, el profesor de
Lengua y Literatura Francisco Javier López Iniesta, califica estos textos de
columnas periodísticas por su brevedad; pero yo creo que también podemos
denominarlos artículos periodísticos, porque, a través de ellos, se deja
constancia de cuál es la opinión personal de Félix Pinero, que fue director de
el Periódico Extremadura, sobre los diferentes temas que aborda, como, por
ejemplo, el mundo de la discapacidad.
Grada es una revista
mensual, promovida por el colectivo de personas con discapacidad en
Extremadura. La directora, Carmen Tristancho, señala el siguiente objetivo:
«Por y para las personas con discapacidad, la revista de los otros contenidos que
da el protagonismo a los extremeños, la revista de todos...». En esta
publicación, los discapacitados abren las puertas de su casa a todas las
personas de la región, sin entrar en diferencias, promoviendo y persiguiendo la
igualdad de derechos. Y lo hacen después de haber soportado durante siglos,
durante muchos años, los portazos de la incomprensión por parte de la sociedad
y de las administraciones públicas. «Los minusválidos de ayer eran arrinconados
en las trojes de sus casas..., como si fueren apestados sociales...», dice
Pinero. Las personas discapacitadas derriban muchas barreras con esta revista,
sentadas desde una grada, que no es otra cosa que un obstáculo para ellas, pero
también un lugar de observación de la realidad y de las cosas.
La imagen de la cubierta,
de la portada de la obra Miradas desde una grada extremeña, la ha dibujado el
pintor Enrique Jiménez Carrero. Sitúa a un grupo de mujeres y dos jóvenes en la
grada del Teatro Romano de Mérida, contemplando el monumento, el escenario,
escuchando la palabra mágica del teatro. Es una alegoría al sentimiento que
tienen las personas como comunidad. Es la revista Grada. Este maestro del
hiperrealismo también ha nacido en Granadilla. Félix Pinero medita en su libro
sobre muchos temas: el amor, la orfandad, la pintura del Greco y de Sorolla, el
rey y las fiestas navideñas... Pero también hace Meditación en Granadilla, su
tierra natal, su patria chica. Como el pueblo israelita, Granadilla es la
imagen del pueblo errante, del pueblo abandonado y sin tierra. Cada 15 de
agosto, los vecinos regresan y se reúnen para celebrar la fiesta de la patrona,
la Asunción. Los discapacitados fueron mucho tiempo los olvidados y los
habitantes de Granadilla son los dispersados. Pero nadie podrá romper su
sentimiento de comunidad. Hay otra comunidad que los arropa. (Florentino Velaz Domínguez, periodista.
Publicado en El Periódico Extremadura
el 27/03/2019).
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