Retirada del camalote en el Guadiana. Foto: Canal Extremadura TV. |
“No se preocupen. Estén
tranquilos. Cuando crean que no les queda nada, todavía les quedará la UME.”
Con estas palabras concluía su intervención el 07/09/2019, el teniente general Miguel Alcáñiz Comas, jefe de la Unidad
Militar de Emergencias, en su discurso de aceptación y agradecimiento de la
Medalla de Extremadura de 2019, que le fuere concedida por el Consejo de
Gobierno de la Junta de Extremadura por Decreto 86/2019, de 2 de agosto, de
concesión de la Medalla de Extremadura a la Unidad Militar de Emergencias (UME)
y a los Cuerpos de Policías Locales de Extremadura.
La suma de varios fenómenos atmosféricos, entre ellos la
borrasca Filomena, provocaron el
pasado fin de semana nevadas históricas que ha paralizado, además de la capital
de España, a varias comunidades autónomas y servicios de transportes y
suministros básicos a miles de personas, y que han dado paso en la semana
entrante a temperaturas de frío intenso, intensificadas por la aparición del
hielo y la retirada del mismo y de la nieve.
En esta situación, tras la salida de los niños a la calle
para tocar la nieve, que la veían por primera vez; los juegos lanzándose
pelotas de nieve y levantar los monigotes con bufanda; las fotografías para
inmortalizar estampas históricas, como los perros tirando de un trineo por las
calles de la capital y los esquiadores deslizándose por las calles de manto
blanco como si de pistas de esquí se tratase, se escondía una cruda realidad:
miles de vehículos con sus conductores atrapados a causa del temporal,
trabajadores que no podían llegar a su empresa, sanitarios doblando turnos por
la ausencia de compañeros que no llegaban, otros haciendo kilómetros para
llegar a su trabajo a la hora; niños sin colegio; aviones sin poder despegar ni
aterrizar…, todo paralizado por Filomena.
Y en estas estábamos cuando aparece la UME.
Creada en 2005 para mejorar la respuesta del Estado ante
las emergencias, muchos la invocan, antes que a la santa de su nombre, para que
venga a salvarles, llevarles a casa, a los hospitales o socorrerles en sus
necesidades básicas. Ahí está la UME para ello, la mejor iniciativa política
que tuviere el presidente Rodríguez Zapatero en política interior, según
muchos analistas. Y la UME desplegó inmediatamente a sus soldados para limpiar
las calzadas, rescatar a conductores atrapados, abrir carriles y calles
taponadas por la nieve, limpiar las pistas de los aeropuertos para que los
vuelos pudieran reanudarse…, ayudados por fuerzas del Ejército de Tierra,
bomberos y Protección Civil.
Aunque algunos ciudadanos y representantes políticos la
rechazen en otras comunidades, como al resto de las Fuerzas Armadas, son
mayoría los españoles, entre ellos los extremeños, quienes conocen su buen
hacer, dedicación y profesionalidad. Ya en 2018, según reconocía el decreto de
concesión de la Medalla, la UME se incorporó para retirar la plaga de camalote
del río Guadiana, extrayendo 35.000 toneladas del tramo urbano del río a su
paso por Mérida y Badajoz, campaña en la que participaron 1.200 soldados. En
agosto de 2012, el incendio producido en la Sierra de Gata provocó la muerte
del cabo primero Alberto Guisado, al
despeñarse con su camión-cuba. Su padre, su suegro y sus compañeros asistieron
emocionados al acto del Teatro Romano, tras recordarles su general y recibir
los aplausos agradecidos del público asistente. La UME no solo actúa en
territorio nacional, sino que ha realizado diversas intervenciones fuera de
España, como en los seísmos de Haití (2010), Nepal (2015), Ecuador (2016) y los
incendios de Chile (2017). Representantes de 55 países han venido a conocerla
para implantar su modelo, que se exporta a Iberoamérica y, especialmente, a Portugal y Marruecos.[1]
El 21 de marzo del pasado año, la UME recibió uno de los
más duros encargos de su tarea en la lucha contra el coronavirus: el traslado
de los fallecidos a las morgues provisionales habilitadas por la Comunidad de
Madrid ante el colapso de los crematorios de la región. La unidad asumió la
tarea con el deber de cumplir con unos estrictos protocolos administrativos y
jurídicos; pero, además, sus efectivos decidieron afrontar la labor con una
gran carga emotiva, intentando compensar la ausencia de los familiares que no
podían acompañar los féretros. “Están tratando a cada uno de ellos como si
fuera un compañero”, aseguraba un miembro de la UME. El 23 de marzo, la UME
recibió el encargo para el traslado de los siete primeros fallecidos, que
fueron velados durante toda la noche por los soldados. Desde entonces, la
unidad se encargó del traslado de 1.700 féretros, un 25 por ciento de los
fallecidos durante ese período en la Comunidad de Madrid.[2]
Para su despliegue, la Unidad Militar de Emergencias se
estructura orgánicamente en el Cuartel General, en Torrejón de Ardoz (Madrid);
Unidad del Cuartel General (íbd.), Regimiento de Apoyo e Intervención en
Emergencias (íbd.), Batallón de Transmisiones (íbd.), I Batallón de Transmisión
en Emergencias (íbd.), II Batallón de Intervención en Emergencias (Morón,
Sevilla), III Batallón de Intervención en Emergencias (Bétera, Valencia), IV
Batallón de Intervención en Emergencias (Zaragoza), V Batallón de Intervención
en Emergencias (San Andrés de Rabanedo, León) y Escuela Militar de Emergencias
(Torrejón de Ardoz, Madrid). En total, 3.500 cuadros de mando, tropa e
infantería y marinería con gran formación específica para el desarrollo de su
misión. [3]
Pese a estar siempre prevenida, como corresponde a un
cuerpo de su especialidad, la UME y las Fuerzas Armadas son siempre bien
recibidas, aunque algunos políticos no siempre secunden su disponibilidad. Lo
mismo que pasó en Zaldívar, cuando el gobierno vasco rechazó su ayuda en las
labores de rescate de dos empleados sepultados en el vertedero. [4] O el rechazo de la
alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, a
que el Ejército participara en el Salón de la Enseñanza de la Ciudad Condal, [5] la UME se ha quejado de
que el Gobierno sólo ha activado por la borrasca Filomena a un 20 por ciento de la unidad.[6] Así nos va, aunque siempre
nos quedará la UME, pese a que creamos que lo hemos perdido todo…, como dijere
el teniente general Alcáñiz Comas al
recibir la Medalla de Extremadura.
[1] Vid.: Decreto
86/2019, de 2 de agosto, de concesión de la Medalla de Extremadura a la Unidad
Militar de Emergencias (UME) y a los Cuerpos de Policías Locales de Extremadura,
en Diario
Oficial de Extremadura (DOE), núm. 150, de 5 de agosto de 2019.
[2] Vid.: La UME en su misión más dura: el traslado de 1.700 fallecidos, en Heraldo de Aragón/Europa Press, de 19/04/2020.
[3] Vid.: Web de la UME, Defensa, Gobierno de España, Unidad Militar de Emergencias (https://www.defensa.gob.es/ume/CONOCENOS/que-es/).
[5] Vid.: El Ejército no estará en el Saló de L´Ensenyament de Barcelona 2019, en El Periódico de Catalunya, de 19/11/2018.
[6] Vid.: Barro, Pelayo: La UME se queja de que el Gobierno solo ha activado a un 20 por ciento de la unidad. Podríamos haber hecho más, en OK Diario, de 11/01/2021.
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