Sebastián García Guerrero, retratado por Eugenio Hermoso en 1927. Galería de Presidentes de la Diputación de Badajoz |
Fue maurista, de Unión Patriótica y de Falange Española, abogado y empresario ganadero, diputado por el distrito de Badajoz, representante de la Diputación Provincial de Badajoz en la Asamblea Nacional Consultiva durante la dictadura de Primo de Rivera, miembro del Sindicato Nacional de Ganadería, presidente de la Diputación Provincial de Badajoz (1925-1930), hijo adoptivo de Mérida el 29/08/1927 y procurador en Cortes durante el régimen franquista.
Eso y otras muchas cosas fue Sebastián García Guerrero (Garrucha, Almería, 24/09/1872; Badajoz, 16/04/1961), quien residió durante algún tiempo en Villalba de los Barros (Badajoz) como administrador de los bienes del Duque de Feria, y de cuya localidad fue alcalde en 1907.
Antes de ser abogado, trabajó en los ministerios de Agricultura, Industria, Comercio y Obras Públicas; Instrucción Pública y Bellas Artes; y Ministerio de Fomento (delegación provincial de Almería) como oficial segunda de Administración, oficial de Administración de tercera clase; y oficial tercero de Administración Civil. Fue nombrado gobernador civil de Murcia en abril de 1919 y dimitió en julio del mismo año; y gobernador civil de Alicante en septiembre de 1921, cargo del que dimitió en marzo de 1922.
En las elecciones generales de España de 1919 fue proclamado diputado a Cortes por el distrito de Badajoz por la Junta Provincial, formando parte de la facción maurista. Durante la Dictadura de Primo de Rivera, fue miembro de la Asamblea Nacional Consultiva como representante de la Diputación de Badajoz, desde octubre de 1927 al 15 de febrero de 1930. Fue presidente de la Diputación del 01/04/1925 al 25/02/1930. En la II República participó activamente en la lucha social y durante la Guerra Civil combatió en el bando nacional. Durante el franquismo fue procurador en Cortes a los 42 años en representación de la Organización Sindical como empresario del Sindicato Nacional de Ganadería en la I Legislatura (1943-1946), cargo que repitió en la segunda (1946-1949) y tercera (1949-1952).
El 29 de agosto de 1927, el Pleno del Ayuntamiento de Mérida presidido por el alcalde, Francisco López de Ayala, “ratifica los acuerdos tomados por la Comisión Permanente, en sesión del diecisiete del actual, relativo al nombramiento de hijo adoptivo de Mérida del Excmo. Sr. D. Sebastián García Guerrero, presidente de la Diputación Provincial, a quien tanta gratitud debe nuestro pueblo, entre otras cosas por su iniciativa, ya en vías de ejecución, para construir en Mérida un Matadero Industrial, ampliando el acuerdo a dar el nombre de este ilustre hombre público a una de las calles de esta ciudad, débil testimonio de agradecimiento por la labor tenaz que en bien de Mérida y de la provincia viene desarrollando desde el cargo que merecidamente obstenta” (sic).
Según una información publicada el 15 de agosto de 1980, el Matadero de Mérida se creó en 1927 con 4.000 acciones (1.000 eran del rey Alfonso XIII). El entonces presidente de la Diputación, Sebastián García Guerrero, invitó a la Feria de Zafra al general Primo de Rivera, quien quedó impresionado. Sólo de cerda había 120.000 cabezas. José Fernández López, a petición de Queipo de Llano, enlata garbanzos y carnes para el ejército. “Ante el notario don Dimas Adámez se constituyó en Madrid el 10 de enero de 1927, con el título de “Productos de la Ganadería Extremeña, S. A., con cuatro mil acciones, a mil pesetas cada una, de ellas poseía mil S. M. el rey don Alfonso XIII, dos mil la Diputación de Badajoz, quinientas el Ayuntamiento de Mérida, y el resto, varios ganaderos. La gestión la inició don Sebastián García Guerrero, que no era extremeño, siendo presidente de la Diputación de Badajoz, quien logró mediante mucho trabajo y varias visitas a Madrid interesar al entonces jefe del Gobierno, general Primo de Rivera, para que visitase la Feria de Zafra.”.
En 1935 fue elegido presidente de la Asociación de Ganaderos, quien calificó el año anterior “francamente adverso para la ganadería extremeña”. En 1947 fue presidente del Consejo de Administración de La Lanera Española, S. A.
Sebastián García Guerrero creó la Revista de Estudios Extremeños el 31 de mayo de 1927, y, a sus expensas, el Centro de Estudios Extremeños. También el Museo Provincial de Bellas Artes y el Conservatorio de Música (1927). Marcelino Díaz González, en su artículo “La importancia de ser de Villaba”, le llamó “mecenas de las letras y las artes”. El dramaturgo Manuel Martínez-Mediero en un artículo publicado en 1995, decía que “un político de altas miras, presidente de la Diputación, hombre de la más pura derecha civilizada, acompañado del joven ingeniero industrial Aureliano Martínez-Mediero (tío carnal suyo), crearon el llamado Matadero de Mérida con el fin de transformar los productos extremeños”. Alberto González Rodríguez, en otro artículo titulado “Una deuda de Badajoz”, lamentaba la deuda de la ciudad con gran número de personajes en su callejero y citaba, entre otros, a Sebastián García Guerrero. Arsenio Muñoz de la Peña, en un artículo titulado “Urabayen, el profeta de Cijara”, recordaba que “amigos que le conocieron me dicen que los personajes que describe (se refiere a su novela La última cigüeña) fueron seres reales que en Badajoz vivían por entonces y que el personaje central, el gran hombre de amplias ideas que tomó por modelo, fue don Sebastián García Guerrero.
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