domingo, 9 de octubre de 2011

VIDA DE LOS SIN VIDA

Nos da la vida el tiempo y el tiempo nos quita la vida. Vivimos la vida en el tiempo sin tiempo para la vida; vida que es vida, sin vida; corpórea vivencia sin la vivencia de la vida, vida que no es tiempo sin  vida. Pasa la vida y vivimos sin vivir la vida --¡ay, vida, si  vida, que no es vida!--, insensible vida ante tu misma vida y las otras vidas…

         ¡Qué triste la vida de los sin vida; cómo se pasa la vida de los con vida! ¡Deténte, vida, que eres vida; que te quiero, vida, con  vida para vivir la plenitud de la vida! Vida que eres vida, pero sin vida, gloriosa vida para más vida, pero sin vida; insepulta vida en la vida. Vida de rosas con espinas de vida; ignota vida en la vida sin vida; futuro de vida en el presente de vida; vida sin futuro en el horizonte de la vida; perfección de vida en las imperfecciones de la vida; ayes de vida --¡ay, qué vida esta!—que demandan mejor vida; exclamaciones de futuro por la vida --¡qué será de su vida!--, con vida, y acaso sin vida. Estado de bienestar para la vida; bienestar de estado, ¡ay!, sin vida para vivir la vida, indignados ante la vida que viven, pero sin vivir en sí su propia vida…

         Matamos el tiempo y la vida en vida y perdemos la vida. Ignoramos la vida sin vivir la vida. Como el humo se va la vida y no aprendemos de la vida. Anhelamos más vida y no aprehendemos la vida. Queremos vivir la vida y desperdiciamos la vida. Defendemos nuestra vida y matamos las ajenas. Auxiliamos la vida y crucificamos la propia. Proclamamos el amparo de la vida y desamparamos la vida, desamparada vida sin amparo de vida…

         ¡Ay vida sin salud de vida! Vida que hieres la vida para hacer sentirnos la vida, oscura vida sin dolor de vida, trasunto de vida en la felicidad de la vida. Vida que deseare la muerte porque el dolor apaga la vida en vida; vida que clama a la madre por más vida.

         ¡Ay vida de las que alumbran la vida, vida de su vida por amor a la vida! ¡Vida de mi vida!, le dicen a su otra vida, que es vida por su vida, su vida tras su vida; vida que para siempre velará por esa vida. Vida que ya no vivirá en sí, sino por esa otra vida, prenda de su vida, alma y corazón de su vida, luz de su vida, patrimonio de su vida, rehén entero de su vida, quizás un día vida también sin vida.

         ¡Ay vida de los que no tienen otra vida! ¿Por quién velará su vida sin la motivación de otra vida en vida, indignados ante la vida, sin poder vivirla porque no os dieren alimento de vida, ni ilusión, ni fe ni esperanza de vida? Solitaria vida sin compañía de vida, huérfana vida en vida, sin cariño de vida, sin amor de vida; presente sin futuro de vida, sin ansias de vida; vida sin vida y sin asidero de vida; vida sin vida, de solo vivir la vida sin la otra vida.

         Prestada para vivirla, amarla y compartirla. Vida que no sería vida, sin otra vida --¡mi vida!--, por amor a la vida. Vida que no es nuestra porque no nos dimos la vida  -“mi vida es mi vida; mi vida me pertenece”--, ¿cómo?, si sentimos y proclamamos: “¡Mi vida eres tú, vida mía; sin ti, la vida no sería vida!”, vida con vida en la vida sin vida, presente de vida sin futuro de vida, indignados ante la vida que no fuere vida, sino llamada a una muerte en vida, ¡ay, vida de los sin vida, viviendo la vida sin poder vivir la vida…!



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