El mal llamado copago -más bien repago- farmacéutico, tras diez meses desde su entrada en vigor en julio de 2012, ha tenido más sombras que luces, más mentiras que verdades, más ocultaciones que revelaciones. Con todas las ruedas de prensa que han dado tanto el consejero de Salud y Política Social, Luis Alfonso Hernández Carrón, como el director gerente del Servicio Extremeño de Salud (SES), Joaquín García, y su secretario general, César Santos, y aquí nadie sabía nada. Ni los afectados, ni los farmacéuticos, ni los médicos, ni siquiera los propios funcionarios de los centros de salud, conocían hasta la fecha la documentación que se les requería a los pensionistas para solicitar la devolución del exceso del copago.
El único
que ha hablado claro y alto fue el secretario regional de Sanidad del PSOE,
José María Vergeles, que el pasado 1 de abril alertaba del cambio en las "reglas de juego" en el copago, si es que hasta
la fecha hubieren existido.
Nunca se dijo,
hasta entonces, que los tenedores de tarjetas electrónicas o mecanizadas a
través del programa JARA, tendrían que cumplimentar el Modelo de Solicitud de
Prestación Sanitaria y acompañar a su reclamación la fotocopia del DNI y el
alta de terceros sellada por el banco. Ni mucho menos que quienes tuvieren desde el 1 de julio las recetas
manuales, por carecer aún de aquella, hubieren de acompañar a su reclamación
los siguientes documentos: fotocopia del DNI, los originales del ticket o
factura sellado por la farmacia justificante del abono, las copias originales
de las recetas manuales y el alta de terceros sellada por el banco, además,
claro, de la solicitud oficial. ¡Con lo fácil que hubiera sido decirlo desde el
principio! Pero es que no había "reglas de juego", porque las
pusieron en marzo. La mejor comprobación de lo que digo es que ni los
farmacéuticos, ni los médicos, ni los funcionarios del centro de salud lo han
sabido hasta la fecha, y eso porque yo mismo se lo he participado a raíz de la denuncia
del doctor Vergeles. ¡Cómo lo van a saber los pensionistas...! ¿Qué ha
pretendido con ello el SES: quizá que los pensionistas no se enterasen y no
pudieren reclamar, porque hubieren tirado a la basura las copias de las recetas
o no hubieren solicitado las facturas selladas por las farmacias? Una cosa es
la trasparencia, y la verificación documental que la Administración ha de
exigir para poder pagar, y otra distinta es el ocultismo, y la falta a la
verdad con que se ha obrado en este asunto.
Las
mentiras han sido muchas: "la devolución por exceso a los pensionistas será cada seis
meses, en febrero y en septiembre". Luego, que mes a mes: en enero, lo de julio pasado; en
febrero, lo de agosto. Mentira ha sido también el anuncio de la implantación del módulo informático, por el cual los pensionistas no
tendrían que adelantar más dinero al comprar sus medicamentos una vez alcanzado
el tope de su aportación, según Hernández Carrón. Y los pensionistas siguen
pagando y los farmacéuticos, ni idea del tal sistema, ni de que hubieran de
sellarte los tickets... Quizá sea eso a lo que el SES llama "reintegros
por procedimientos especiales", cuando se hubieren volatilizado las
recetas que los pensionistas no guardaren ni los tickets de las farmacias no
sellados..., y dinero al bolsillo, de la Administración, naturalmente, y a
presumir de que hemos cumplido con el déficit a costa de los pensionistas, de
los parados, de los funcionarios, de subir impuestos, y recortar las nóminas, y
los derechos por los que tanto luchó una generación se evaporen en menos de dos
años..., menos para la casta dirigente, que ganare bastante para tener seguros
privados y sueldos varios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario