Transcurridos 44 días desde las elecciones legislativas del 20-D, el Rey propuso el pasado día 2 a Pedro Sánchez (PSOE) como candidato a la Presidencia del Gobierno, tras escuchar por segunda vez el desistimiento, aunque no definitivo, del presidente en funciones y del PP, Mariano Rajoy, quien le manifestó al monarca su deseo de encabezar un "Gobierno moderado, sensato y razonable" con el apoyo de PSOE y Ciudadanos. Rajoy constató por segunda vez ante Felipe VI que, por ahora, solo tiene a los suyos (123) y "aparca su candidatura" hasta comprobar si Sánchez fracasa en el empeño.
El jefe del Ejecutivo en funciones se resiste a claudicar
y continúa soñando con la gran coalición deseada por la mayoría de los
españoles, el IBEX y la UE; pero los vetos cruzados entre unos y otros parece
que hacen imposible, a primera vista, no solo la primera, sino la deseada,
según la última encuesta de Metroscopia
publicada ayer por El País: un Gobierno
del PSOE y Ciudadanos. La segunda opción sería un gobierno en solitario del
candidato con apoyos puntuales de otros partidos, que cuente con el apoyo o la
abstención de terceros. El pacto progresista y reformista auspiciado por Pedro Sánchez cuenta con la cuarta
fuerza política como la opción que menos rechazo suscita y, en el extremo
opuesto, se sitúa la de Pablo Iglesias
con un Ejecutivo compuesto por PSOE, Podemos e IU. (Véase politica/elpais.com de ayer).
Los vetos cruzados no parecen aclarar de momento el
panorama: el PP no apoyará a ningún aspirante a la Moncloa que no sea Rajoy, a quien Sánchez ha citado en el Congreso para una entrevista el próximo
miércoles. El presidente en funciones ya ha dicho que nunca aceptará un
gobierno del PSOE con Ciudadanos. Podemos exigió a Sánchez en su reunión del pasado viernes que elija entre él y
"las derechas", o "la derecha en diferido", como tilda a
Ciudadanos. Rivera, por su parte, no
apoyará ningún gobierno en el que esté Podemos. El PSOE mantiene su
"no" al PP y una parte de su partido rechaza que sea investido con la
abstención o la ausencia de ERC y Democràcia i Llibertad, a quienes él dio
senadores en la Cámara Alta para que pudieran formar grupo parlamentario.
De otro lado, el recelo hacia el partido de Iglesias suscita todas la reservas de
los barones críticos, como se puso de manifiesto en el último Comité Federal celebrado
el sábado 30 de enero, según las grabaciones emitidas por la SER. Susana Díaz, presidenta de Andalucía,
afirmó: "Un gobierno de coalición
con Podemos no lo veo." Javier
Fernández, presidente de Asturias: "Está diciendo claramente que
quiere ocupar nuestro espacio político." Guillermo Fernández Vara, presidente de Extremadura: "Somos un
partido de gobierno; ellos, no: no quieren nada donde haya un rostro humano
sufriendo detrás...", aludiendo a su rechazo de los ministerios sociales.
(Véase cadenaser.com, de 01/02/2016).
El último en sumarse a una posible coalición con Podemos ha sido el
exvicepresidente socialista Alfonso
Guerra, quien ha considerado "una infamia" que "unos niños
mal criados que confunden la novedad con la mala educación, se permitan como
una pataleta infantil identificar al Partido Socialista con el `búnker´" y
añadió que hay "una semejanza de posición entre estos jóvenes altaneros y
el búnker que se opuso a la transición política en febrero de 1981". (Véase
abc.es/españa, de 06/02/2016). Para Iglesias, solo hay dos salidas: o un
Ejecutivo de cambio y de progreso entre PSOE, Podemos e IU o una alianza a tres
bandas entre socialistas, PP y C´s, y ambos son incompatibles. Así que
"tendrá que decantarse por la formación morada o por Rivera". (Véase elconfidencial.com,
de 02/02/2016).
La citada encuesta de Metroscopia
publicada ayer por El País recogía
que una mayoría de ciudadanos reprueba la decisión de Rajoy de declinar el ofrecimiento del Rey para formar Gobierno en
la primera ronda de consultas. Según una información que publica hoy el
director de El Mundo, "el Ibex presiona para que Rajoy deje gobernar a PSOE y Ciudadanos", en la que, además,
afirma que "nadie en el Ibex da un duro por la continuidad de Rajoy". Sea como fuere, los
españoles no desean nuevas elecciones generales que, de llegar a celebrarse,
darían unos resultados similares a los del 20-D, aunque Podemos podría robar el
segundo puesto al PSOE, mientras que el PP se mantendría el primero, según la
citada encuesta. De otro lado, ya el 15 de enero, el presidente de la Comisión
Europea, Jean-Claude Juncker, hizo
un llamamiento para que España tuviera lo antes posible "un gobierno
estable" y que "esté a la altura" (Véase noticiaslainformacion.com, de 15/01/2016) que, por otra parte, espera
que el futuro gobierno tendrá que hacer ajustes por 20.000 millones si España
quiere cumplir con el objetivo de déficit pactado con la UE.
La situación, imprevisible, no da
derecho a nadie a subirse a la parra ni tampoco a esperar el santo advenimiento. España se la
juega y aquí no caben banderías de tipo alguno más que su bandera porque, de lo contrario, todos perderíamos:
los políticos, la confianza de los ciudadanos y estos, su dinero y su tiempo. Como
decía la copla de Antonio Machado y
cantara Emilio José, entre otros,
"Ni contigo ni sin ti,
Tienen mis males remedios
Contigo porque me matas
Sin ti porque yo me muero
Ni contigo, ni sin ti..."
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