lunes, 30 de abril de 2018

DE NAVALMORAL A SEVILLA SIN PERDER LA SILLA


           Joaquín Caparrós (Utrera, Sevilla, 1955) ha vuelto a Sevilla tras el cese del entrenador italiano Vincenzo Montella (Pomigliano d´Arco, Nápoles, Italia, 1974) el sábado 28 de abril, para dirigir a su exequipo hasta final de temporada, y luego se verá. Montella firmó con el Sevilla un contrato de año y medio de duración para reemplazar a Berizzo el 28 de diciembre del pasado año; pero los malos resultados (4 empates y cinco derrotas) provocaron que la directiva sevillista volviera los ojos a Caparrós.
            El técnico sevillista, que lleva treinta y siete años de entrenador, desde 1981, vuelve a la que considera su casa para iniciar la segunda etapa como técnico del club de Nervión tras dejarlo hace trece años (2000-2005). Durante esta larga etapa, Caparrós ha dirigido a 21 equipos, 19 en España y 1 en Suiza y en Catar, respectivamente.
 
            Una larga trayectoria como para recordar tantas idas y venidas, triunfos, empates, y también derrotas, que nunca le quitaron la sonrisa y su corte de caballero del fútbol. No de otra manera podría haber pasado por tantas vicisitudes manteniendo el respeto como norma, la exigencia como condición, y su caballerosidad como etiqueta.
            Caparrós inició su trayectoria como entrenador en el CF San José Obrero conquense en la temporada 1981-82. Tras pasar la siguiente por el Campillo CF (1984-1986), Montilla del Palancar CF (1986-1989), Selección de fútbol de Castilla-La Mancha (1989-1990), CF Gimnástico de Alcázar (1990-1992), U. B. Conquense (1992-1993), vino a parar al Moralo C. P., de Navalmoral de la Mata (Cáceres), en la temporada 1995-1996. Gracias al exjugador e investigador de la historia del club, José Luis Camacho Rosell --autor del libro Historia del Moralo C. P.,-- sabemos que el club moralo militaba en el Grupo XIV de Tercera División aquella temporada, al que Caparrós dejó en el tercer puesto con 79 puntos y subcampeón de grupo con ocho puntos (dos victorias, dos empates y dos derrotas) en la liguilla de ascenso disputada con el Manchego, Motril y San Fernando. En mayo de 2005, al cumplirse el 50 aniversario del club, Joaquín Caparrós asistió a los actos organizados, entre ellos la exposición montada por el exjugador e investigador Camacho Rosell. Acababa esa temporada  sus cinco años en el Sevilla, al que clasificó dos veces para la UEFA, tras haber pasado antes por la Segunda División y dejarlo situado en la élite del fútbol español, consolidándose bajo sus órdenes jugadores de la talla de José Antonio Reyes, Sergio Ramos, Daniel Alves, o Júlio Baptista.
 
            Tras el Sevilla, vendrían sus etapas del Deportivo, Atletic Club, Neuchâtel suizo, Mallorca, Levante, Granada, Osasuna, Al-Ahli Doha, para volver de nuevo al Sevilla, cuya silla jamás perdiere, aunque la dejare en 2005 entre lágrimas tras dirigir al club de sus amores más de doscientos partidos y asistir al cincuentenario de su antiguo equipo, el Moralo C. P., del que pocos quizá se acuerden. Ojalá, como cuando un día llegó a su club de toda la vida, Caparrós logre conseguir la clasificación europea en las cuatro jornadas que faltan para concluir una Liga ya con campeón, tras la Copa perdida.
            

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