sábado, 7 de septiembre de 2024

VIDAL GIL TIRADO, EL FISCAL PLACENTINO DEL “CASO JOSÉ ANTONIO”, REPUDIADO Y REHABILITADO POR EL AYUNTAMIENTO


    Vidal Facundo Gil Tirado (Plasencia, 28/04/1879; Argelès-sur-Mer, Francia, 19/02/1939) fue el fiscal en el proceso seguido a José Antonio Primo de Rivera, en la cárcel de Alicante entre el 16 y el 20 de noviembre de 1936 y que le llevó al fusilamiento en la última fecha citada, durante la Guerra Civil Española. Nueve días antes, la comisión gestora del ayuntamiento de su ciudad natal emitió un decreto en el que le repudiaba y le despojaba de la ciudadanía placentina. Casi setenta y nueve años después (el 31 de julio de 2018), el ayuntamiento de su ciudad natal, a propuesta de la Asociación Cultural “Pedro de Trejo”, revocó el edicto de repudio y rehabilitó su memoria.

    Gil Tirado nació en el seno de una familia placentina y se crio en las calles san Martín y Coria, hasta que se marchó a Madrid a estudiar Derecho, que pudo cursar gracias a la ayuda que le prestó el ayuntamiento por su extraordinario curriculo de Bachillerato. Su padre, Pedro Gil Berrocoso, jornalero de oficio, había presentado en el ayuntamiento en septiembre de 1891 una instancia solicitando para su hijo “una de las seis plazas para otros tantos jóvenes pobres”, que el ayuntamiento le otorgó atendiendo a la “notoria pobreza del recurrente” y a las notas de “meritissimus” obtenidas en el Seminario. En julio de 1896, su progenitor presenta otra instancia para solicitar una subvención que le permita irse a Madrid a estudiar Derecho, que el ayuntamiento no duda en otorgarle por el “buen comportamiento y probada aptitud en los estudios”.
    
    En la primera década del siglo XX, el ya joven abogado Vidal Gil Tirado se encuentra en Plasencia, pues aparece empadronado en 1910 en la calle Monroy (actual calle Coria), junto con su esposa, Victoria Sánchez, natural de Guadalajara, y sus dos hijos, Elena y Pedro.
    
    En 1914 inicia su carrera en la judicatura y el ministerio fiscal. Algunos de sus destinos como teniente fiscal y juez de instrucción fueron Boltaña (Huesca), Hervás (Cáceres), Castuera (Badajoz), Tarragona y Melilla. Su afinidad a la II República le llevó a ser nombrado en los años 30 gobernador civil de Badajoz y Santa Cruz de Tenerife. En 1935 fue destinado como teniente fiscal a Alicante, donde ascendió a fiscal jefe de la Audiencia Provincial en enero de 1936. A partir del 1 de septiembre de ese mismo año presidió junto a dos jueces el Tribunal Popular de Alicante.

    Su designación como fiscal en el proceso contra Primo de Rivera marcó a Vidal Gil Tirado para el resto de sus días. Poco después fue elegido magistrado de la Sala Segunda del Tribunal Supremo, y el 4 de julio de 1937 se publicó en el BOE su nombramiento como primer presidente del Tribunal Central de Espionaje y Alta Traición, creado durante la guerra expresamente “para la exigencia y efectividad de los delitos de rebelión, sedición, contra la seguridad del Estado, traición y espionaje, y para la de aquellas otras en que hayan podido incurrir los que hubieran participado en el movimiento rebelde”.

    Gil Tirado permaneció en ese cargo hasta marzo de 1938, cuando regresó a la Sala Segunda del Supremo. Según apunta el investigador José María Sánchez y Torreño, en su libro sobre el fiscal que enjuició a José Antonio, tras la salida del Gobierno republicano de Valencia, recaló en Barcelona, desde donde marchó al exilio en el sur de Francia a principios de 1939, al igual que otros miles de españoles que huían de la inminente victoria franquista. Acabó como refugiado en el recién construido campo de Argelès-sur-Mer, bajo unas terribles condiciones de vida, donde murió el 19 de febrero a la edad de 59 años.

Repudiado por su ciudad

    Gil Tirado es el único placentino del que se tiene constancia que haya sido desnaturalizado, un castigo simbólico que ni siquiera aparecía en 1939 en las ordenanzas, pero que fue adoptado por los regidores municipales de entonces con el objeto de cubrir de oprobio la figura del fiscal que, a sus ojos, fue uno de los responsables directos de la muerte de José Antonio Primo de Rivera.

    El edicto, que se ordenó fijar en todas las carteleras de la población, califica de “indignidad y traición” el papel de Gil Tirado durante el juicio. Según recoge Flores del Manzano, “la Comisión Gestora de este Excelentísimo Ayuntamiento, en sesión celebrada el pasado día 3 del mes de enero, con vista de documento que confirma plenamente de una manera oficial la participación del nacido en esta localidad Vidal Gil Tirado en el asesinato del fundador de Falange José Antonio Primo de Rivera, acordó por unanimidad en nombre de la ciudad de Plasencia, hacer una solemne repudiación de la conducta de indignidad y traición del citado Vidal Gil Tirado, y borrar su nombre de entre los de sus hijos para siempre, en la forma pública que sea procedente”.

Revocación del repudio

El repudio apenas era conocido más que por un puñado de placentinos. El investigador Sánchez y Torreño lo mencionó en su libro de 2009 sobre la vida municipal a través de las actas de sesiones de 1936 a 1939. Flores del Manzano también lo recoge en su libro sobre la guerra y la represión en el norte de la región.  La Asociación Cultural placentina Pedro de Trejo, presidida por Francisco Valverde, hizo pública su intención de solicitar al ayuntamiento la rehabilitación del nombre de Gil Tirado y devolverle la condición de placentino. El alcalde, una vez presentada la solicitud, encargó un informe histórico sobre el personaje al Archivo Municipal y otro jurídico al secretario para determinar la forma legal sobre la que debería resolverse la restitución del nombre de Gil Tirado, que fue aprobada en el pleno municipal del 31 de julio de 2018, procedente en base a la Ley de la Memoria Histórica.

El alcalde de la ciudad, Fernando Pizarro, dijo que “es un caso especialmente denigrante” y que había actuado lo más rápidamente posible para cumplir con la ley. Para Sánchez Torreño, “la figura de Gil Tirado fue distorsionada por el franquismo y repararla es una cuestión de justicia”. Flores del Manzano afirmó que “se limitó a cumplir con su obligación de funcionario de un régimen legítimamente constituido”.

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Bibliografía consultada: Archivo Histórico Municipal de Plasencia; Biblioteca Histórica, Jurídica y Filosófica: 339: José Antonio Primo de Rivera y juicio en Alicante. II, Biografía de los jueces y fiscales. A (biblioteca-fag-blogspot.com; Diario Hoy, de 22/07/2018; BOE; Sánchez Torreño, José María: Vidal Gil Tirado, fiscal en el proceso a José Antonio, Ediciones del Ambroz, 2019, y Plasencia 1936-1939. La vida municipal a través de las actas municipales, 2009; Flores del Manzano, Fernando: Guerra civil y represión en el norte de Extremadura, Editorial Raíces, Madrid, marzo de 2018.


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