domingo, 31 de agosto de 2025

BERNABÉ MORENO DE VARGAS, REGIDOR PERPETUO DE MÉRIDA Y PRIMER HISTORIADOR DE LA CIUDAD


Retrato de Bernabé Moreno de Vargas

    Erudito local, primer historiador de Mérida, regidor perpetuo de la ciudad, Bernabé Moreno de Vargas (Mérida, c. 1576; 02/04/1648), era hijo de Alonso Moreno Dalba, regidor perpetuo de Mérida y familiar del Santo Oficio, casado con la cacereña María Pérez de Vargas y Osma, con quien tuvo cuatro varones y una mujer, que tomó hábitos. Su familia paterna era de origen santanderino. Su abuelo, Alonso Martínez Moreno de Almaraz, expedicionario en el Perú, descubrió una mina de oro, en la provincia de los Lipes; y su tío abuelo, Francisco Moreno de Almaraz, fue acompañante de Pizarro, y mandó fundar el convento de la Concepción, levantando también a sus expensas la portada sur con su capilla, de la iglesia de santa María.

    Bernabé fue el segundo de los cuatro varones. El mayor, Francisco, murió antes de 1616, por lo que Bernabé heredó el cargo de regidor perpetuo y el mayorazgo de su padre con las tierras en los alrededores del Teatro Romano. Su única hermana, María de Vargas, profesó en el convento de la Concepción de Mérida y falleció cinco días antes que su hermano Juan, el 6 de junio de 1619. Bernabé fue, por tanto, el más longevo de los hermanos.

    Fue bautizado en la iglesia de santa Eulalia y cursó sus primeros estudios con el presbítero Miguel Rodríguez. Posteriormente se trasladó a la Universidad de Salamanca, donde cursó Leyes y obtuvo el grado de licenciado en 1598. Fijó temporalmente su residencia en Montijo donde permaneció once años. Allí fue cuatro años alcalde ordinario, dos alcalde de la Hermandad y cinco diputado por los hijosdalgo, cuya ejecutoria de hidalguía había conseguido en 1600 con el correspondiente poder de su padre.

    Contrajo matrimonio con María Barrena y Grajera, natural de Montijo, hermana de Pedro Grajera Barrena, del hábito de Santiago y subprior del convento santiaguista de Sevilla. Tuvo nueve hijos, dos de ellos varones. Vivió la amarga experiencia de la muerte de cuatro de sus hijos y de su esposa el 16 de junio de 1631, según su biógrafo Manuel Mañas, aunque otros, como Sáenz de Buruaga afirma que tuvo siete hijos, dos de ellos varones: Alonso, capitán de milicia, y Francisco, fallecido prematuramente. Isabel, Olalla, Leonor y María fueron los nombres de sus hijas, las tres primeras monjas, al parecer en el convento de la Concepción.

    Alrededor de 1615-1616 había muerto su padre, que había sido muchas veces regidor de Mérida y en 1597 había comprado el cargo de regidor perpetuo de Mérida. Muerto el padre, Bernabé abandonó Montijo y retornó a Mérida para hacerse cargo de la herencia paterna. Ocupó la regencia del ayuntamiento por sucesión hereditaria y tomó posesión del mayorazgo que su padre tenía en tierras de labor. En 1638 fue gobernador de Hornachos, renunciando este año en su hijo Alonso el cargo de regidor perpetuo de la ciudad. Moreno de Vargas falleció el 2 de abril de 1648, enterrándose en la iglesia de santa Olalla. Su partida de defunción se conserva en la iglesia de santa María, donde fueron inhumados algunos de sus hijos,

    En 1622 vio la luz la primera de sus tres obras publicadas: Discursos de la nobleza de España, reeditada en 1636 en vida del autor, corregida y ampliada. Se trata de veinticuatro discursos en los que se explica el origen de la nobleza, las formas de conseguir la hidalguía, la distinción entre infanzones, hijosdalgos, gentilhombres y escuderos, entre hijosdalgos de sangre y de privilegio, con precisiones sobre el linaje, sus exenciones, el orden que deben guardar los nobles, las formas de los escudos de armas, la grabación de los blasones y sobre todo lo relativo a la heráldica. En la Biblioteca Municipal de Mérida se encuentra la edición de 1659, publicada “a costa de Antonio del Ribero, mercader de libros”, según Sáenz de Buruaga, quien añade que Moreno de Vargas anunció y quiso publicar otro libro sobre la Nobleza de Mérida, “que no creo que llegara a ver la luz”.

    En 1633 salen a la luz las otras dos obras que Moreno de Vargas publicó: La Historia de la Ciudad de Mérida, editada a costa del concejo emeritense en Madrid,y la edición anotada de las Vitas sanctorum Patrum Emeritensium. Esta obra fue enviada a Moreno de Vargas por el Duque de Alcalá, y se imprimió el mismo año en el establecimiento madrileño de la viuda de Alonso Martín. Moreno de Vargas la publicó añadiendo a cada capítulo unos epígrafes explicativos y unas notas aclaratorias en latín de escasa calidad. La importancia de la obra radica en haber sido la primera edición impresa de las Vitas, señala el profesor Mañas. La publicación originó una polémica entre el autor y el beneficiado de la catedral de Sevilla, Juan Gómez Bravo, quien le envió unas correcciones manuscritas, quien a su vez redactó un escrito contra ellas que circuló por Sevilla, con el consiguiente enfado de Bravo, que publicó sus Ad Paulum Diaconum Emeritensem enmendationes et notae, un folleto en 4º sin foliar, dos de las cuales contienen las correcciones al texto latino impreso por Moreno de Vargas y las otras dos,  una epístola en castellano dirigida a Guillermo Boisoto. El hecho determinó la total enemistad de ambos historiadores.

    En su tercera obra, La Historia de Mérida, el autor se muestra como un auténtico historiador instruido en los principios del Humanismo renacentista. Aparece como verdadero historiador cuando estudia la historia antigua de la ciudad, si bien cuando se ocupa de la reciente historia de la ciudad se muestra como un mero recopilador de material inconexo, según Mañas, y, para Sáenz de Buruaga, “ha sido el mejor historiador de la ciudad de todos los tiempos”, aunque “muestra una tendencia milagrera para explicar algunos hechos históricos”, pero considera su libro “fundamental para todo el que quiera conocer el pasado emeritense”. Mañas “le reconoce el mérito de haber sido el primer historiador de Mérida”.

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 Bibliografía consultada: Mañas Núñez, Manuel, en Real Academia de la Historia, Diccionario biográfico electrónico (https://historia-hispanica.rah.es/biografias/32449-bernabe-moreno-de-vargas) y Álvarez Sánez de Buruaga, José, en Vida y obras de Bernabé Moreno de Vargas, Historia de la ciudad de Mérida dedicada a la misma ciudad, sexta reedición, Grafisur, Los Santos de Maimona, 1981.


sábado, 30 de agosto de 2025

LAS TRES MEDALLAS DE ORO QUE PLASENCIA OTORGÓ A FRANCO, REVOCADAS POR EL PLENO


Franco a su salida del Palacio de los Marqueses de Mirabel
durante una de sus visitas a Plasencia

    El Pleno del Ayuntamiento de Plasencia celebrado el 5 de mayo de 2017, bajo la presidencia de su titular, Fernando Pizarro, acordó por unanimidad “retirar a D. Francisco Franco Bahamonde las medallas de oro de la ciudad de Plasencia, concedidas mediante los siguientes acuerdos: Acuerdo de la Comisión Gestora de fecha 19 de julio de 1945; acuerdo del Pleno de fecha 2 de abril de 1964; y acuerdos del Pleno del Ayuntamiento de Plasencia de fecha 8 de noviembre de 1971 y de 16 de diciembre de 1971, dejando sin efecto las distinciones”. [1]

    El acuerdo de retirada de las tres medallas de oro de la ciudad concedidas al anterior Jefe del Estado y Generalísimo de los Ejércitos vino precedido por la solicitud de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Extremadura (ARMHEX) de la retirada de la concesión de las medallas concedidas, admitida a trámite por unanimidad.

    La citada asociación efectuó la solicitud al amparo de lo establecido en el artículo 15, 1º de la Ley 52/2007 [2], citando los acuerdos de la Comisión Gestora de fecha 19 de junio de 1945, con ocasión del “noveno aniversario de nuestra cruzada” (sic), por el que se le otorgó al Generalísimo Franco la primera medalla de oro de la ciudad. Asimismo, el acuerdo plenario de fecha 2 de abril de 1964 a propuesta del “Consejo local del Movimiento de FET y de las JONS (Falange Española Tradicionalista y de las Juntas de Ofensiva Nacional Sindicalista, único partido del régimen franquista) se concede al citado dictador otra vez la medalla de oro de la ciudad de Plasencia “…que nos ha traído 25 años de paz a la patria” (sic), “…a quien tanto y tanto ha hecho por el engrandecimiento de la patria, al salvador de España, Generalísimo Franco.” (sic). Finalmente, recuerda el acuerdo de Pleno de la Corporación de fecha 8 de noviembre de 1971, y con ocasión de la información sobre la creación de la Universidad Hispano Americana de Extremadura, “se procedió a la concesión de la medalla de oro de la ciudad al Caudillo Franco” (sic).

    El informe jurídico municipal especificaba que “si bien del último acuerdo pudieran surgir dudas si sería de aplicación el artículo 15 de la Ley 52/2007, de 26 de diciembre, estas se disipan en un análisis del expediente de la concesión de la citada medalla que culmina en el acuerdo plenario de fecha 16 de diciembre de 1971 (una vez que se constata la aceptación por el general Franco de la citada medalla, mediante escrito del Jefe de la Casa Civil del entonces Jefe del Estado de fecha 10 de diciembre de 1971) y es que en el citado acuerdo, además de motivar la concesión en la citada Universidad, la construcción del pantano de Gabriel y Galán, Valdecañas, Torrejón el Rubio y Alcántara, entre otras, se vierten expresiones como liberador de España del enemigo, la paz y prosperidad que todos los españoles venimos disfrutando desde hace más de treinta años, se proseguirá la redención en el orden espiritual, intelectual y material”.

    El informe señalaba que es evidente que las medallas de oro de la ciudad de Plasencia mencionadas tienen como objeto la exaltación personal de un dictador y la conmemoración de la Guerra Civil, por lo que entra de lleno en el mandato del artículo 15 de la Ley 52/2007, y consideraba, además, que Franco había fallecido hace más de cuarenta años, “lo que hace imposible la tramitación de cualquier expediente administrativo que lo tenga como sujeto del mismo” y “considerando que, por todo ello, bastaría para la retirada de las medallas de oro de la Ciudad de Plasencia un acuerdo del órgano competente (Pleno de la Corporación), en el que se manifieste en tal sentido”, se tomaron los acuerdos enunciados en el primer párrafo.

    En una moción de urgencia presentada, el grupo socialista retiró la moción presentada ante el Pleno, en la que solicitaba la retirada y revocación de los sucesivos acuerdos, al haberse incluido la misma como uno de los puntos del orden del día de la sesión, para ser debatida y votada en la misma.

    En su intervención ante el Pleno, el alcalde de la ciudad señaló que los veintiún concejales “son hijos de la democracia, que les legaron quienes nacieron antes de 1975 y que, en muchos casos, llegaron a dar su vida por conseguir que España fuese un país democrático y de libertades”, por lo que recordó que “la historia no debe olvidarse ni para lo bueno ni para lo malo, para aprender de los sucesos positivos del pasado, pero también para no volver a repetir lo negativo de nuestra historia más reciente”.

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[1] Vid.: Archivo Histórico Municipal de Plasencia (AHMP).

[2] La Ley 52/2007, de 26 de diciembre (BOE núm. 310, de 27 de diciembre de 2007), por la que se reconocen y amplían derechos y se establecen medidas en favor de quienes padecieron persecución o violencia durante la Guerra Civil y la Dictadura, establece en su artículo 15.1, lo siguiente: “Las Administraciones públicas, en el ejercicio de sus competencias, tomarán las medidas oportunas para la retirada de escudos, insignias, placas y otros objetos o menciones conmemorativas de exaltación personal, o colectiva, de la sublevación militar, de la Guerra Civil y de la represión de la Dictadura. Entre estas medidas podrá incluirse la retirada de subvenciones o ayudas públicas.”


jueves, 28 de agosto de 2025

ECOLOGISTAS SOLICITAN LA CREACIÓN DE COOPERATIVAS DE CABREROS EN LAS ZONAS CALCINADAS



    La asociación Ecologistas en Acción Granadilla ha solicitado al consejero de Gestión Forestal y Mundo Rural de la Junta de Extremadura que, tras el incendio de Jarilla (Cáceres), realice un estudio sobre la viabilidad de cooperativas de cabreros en las zonas quemadas y que las cabras sean autóctonas del Sistema Central cacereño, como la cabra verata, al tiempo que se considere factible una subvención económica para empezar su actividad a los cabreros, de forma que su proyecto sea posible, y la construcción de viviendas públicas en las zonas afectadas por el fuego.

    Tras el incendio de Jarilla, localizado en tres comarcas (Valle del Jerte, Valle del Ambroz y Trasierra-Tierras de Granadilla), en el que se han quemado 17.000 hectáreas de matorral y bosques de robles y castaños, principalmente, la asociación ecologista considera necesario realizar un estudio sobre el bosque quemado para realizar una repoblación con los árboles afectados, como el alcornoque, el roble y el castaño, y que se soliciten a los viveros de la Junta en Holguera, La Moheda de Gata y Cañamero los plantones precisos, según informa Carlos Pino, responsable de Campo de la misma.

    Finalmente, Ecologistas en Acción Granadilla solicita que los ayuntamientos afectados por el incendio de Jarilla elaboren un presupuesto de los frutales y plantas que hayan sido dañados por el fuego, haciéndose responsables del pago o sustitución de castaños, cerezos, higueras, ciruelos. olivos, manzanos, perales, almendros, nogales, fresas y frambuesas, y que la Consejería de Gestión Forestal se haga cargo del coste de los árboles y mano de obra para su plantación.


miércoles, 27 de agosto de 2025

EL DR. ÁLVARO RUBIO DEBUTA EN LA NOVELA HISTÓRICA CON UNA ODA LITERARIA A PLASENCIA


Doctor Álvaro Rubio

    El doctor Álvaro Rubio (Plasencia, 1978), que desarrolla su actividad profesional en Alemania como investigador y profesor en los campos de cirugía cardíaca de adultos, vascular, pediátrica y medicina intensiva, [1] debuta en la novela histórica con Regis Legatum. (El Legado del Rey), en la que la ciudad de Plasencia emerge como protagonista silenciosa de una lucha de linajes y lealtades y secretos olvidados.

    En las frías noches de Plasencia, según informa su editorial,[2] una sombra acecha los muros de la catedral. Un clérigo aparece asesinado con una inscripción grabada en su piel: Lux in tenebris. Nadie sabe qué significa, pero el obispo Gutierre Álvarez de Toledo comprende que no es un simple crimen: es un mensaje. Y este puede cambiar el destino de la ciudad y la política de los Reyes Católicos.

    Para evitar que el caso caiga en manos de la Inquisición, el obispo confía la investigación a Alonso de Herrera, un culto escribano venido a menos, con un pasado familiar marcado por la traición y la ruina. Alonso no tarda en descubrir que el asesinato está relacionado con un documento perdido: un tratado firmado siglos atrás entre la nobleza placentina y la Corona de Castilla, cuyo contenido podría reescribir el equilibrio de poder en todo el reino.

    Las sospechas recaen sobre Sancha de Zúñiga, la orgullosa y brillante hija del duque de Plasencia, que lucha por restaurar el honor de su linaje tras la derrota de su padre en la Guerra de Sucesión. Alonso comprende que el peligro viene de más arriba y que hay manos dispuestas a matar por ocultar la verdad.

    Mientras la sombra del temido fray Tomás de Torquemada se cierne sobre la ciudad, Alonso deberá moverse entre nobles, clérigos y espías, en un laberinto de traiciones donde la verdad es un arma mortal. Así, en un mundo donde el poder es ley, ¿qué premio está dispuesto a pagar por la justicia?

    La presentación de la novela tendrá lugar en el Parador de Plasencia el próximo día 7 de septiembre, a las 11:00 de la mañana.         

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[1] Vid.: Álvaro Rubio López, cirujano cardíaco, vascular, medicina intensiva y protección radiológica, biografía del autor en el blog de Félix Pinero, de 02/03/2020. (https://felixpineroradiointerior.blogspot.com/2020/03/alvaro-rubio-lopez-cirujano-cardiaco_2.html).

 [2] Vid.: Álvaro Rubio debuta en la novela histórica con Regis legatum, una oda literaria a Plasencia y su historia sepultada, Editorial Círculo Rojo, Almería, 2025.


martes, 26 de agosto de 2025

“EL ROSTRO DE LUZ. EL ICONO PERDIDO DE GUADALUPE”


Virgen de Guadalupe, imagen de Alfonso XI

    En su última novela, “El rostro de luz. El icono perdido de Guadalupe” [1] , el doctor en Historia del Arte, académico correspondiente de la Real Academia de la Historia y de la Real Academia de Extremadura de las Letras y las Artes y cronista oficial de Trujillo, José Antonio Ramos Rubio, se adentra en la Historia para novelar el origen del culto a la Virgen de Guadalupe en Extremadura, junto al descubrimiento de las reliquias de san Fulgencio y santa Florentina y la imagen primigenia de la patrona de la región en un cuadro de origen bizantino, convertido en el primer símbolo del culto a la Virgen.

    En el año 711, las huestes del líder musulmán Tariq ibn Ziyad avanzaban con ímpetu imparable. Dentro de la catedral de Sevilla, un grupo de monjes temía no solo por sus vidas, sino por la pérdida de los tesoros más sagrados de la ciudad: el icono de la Virgen María, regalo del papa san Gregorio Magno a Isidoro, obispo de la sede, y el arca que contenía los restos de san Fulgencio, obispo de Écija, y santa Florentina, ambos mártires de la fe y hermanos del prelado y su predecesor Leandro. Sacaron del arca los restos de los hermanos santos, que envolvieron en mantos de lino, y el icono de la Virgen. Los monjes recogieron los objetos más sagrados de su orden y decidieron atravesar los territorios que pocos se atrevían: el crudo corazón de Extremadura. Llegaron a las Villuercas, el último vestigio de la España olvidada y a la pequeña población de Berzocana (Cáceres), una aldea que parecía postergada por el tiempo. Allí, los monjes enterraron las reliquias: el icono, los cálices y las reliquias de los santos hermanos.

    Pasaron los siglos… Un día, un labriego de la región, Gil Cordero, natural de Cáceres, labraba la tierra con su azada, cuando el metal golpeó una roca. No era una piedra, sino un cofre pequeño, casi olvidado por el paso del tiempo. Cuando lo abrió, halló una serie de objetos sagrados, bañados en polvo y, en el interior del arca, un escrito que decía: “Estos son los restos fúnebres de san Fulgencio y santa Florentina, así como objetos de valor procedentes de la catedral de Sevilla y el icono que el obispo Isidoro guardaba con recelo y veneraba cada día.” Sin comprender la magnitud de su hallazgo, decidió llevarlo a la pequeña iglesia de santa María, en Berzocana. Allí, el sacerdote que las recibió, estaba seguro de que aquellas reliquias pertenecían a los monjes que habían huido de Sevilla durante la invasión musulmana hace muchos años. Entonces, Gil se dio cuenta de que algo más valioso había quedado a su disposición: el icono sagrado, que no entregó en la iglesia.

    El ermitaño vivía con su mujer y sus hijos en una cabaña, situada en un paraje aislado y apartado cerca de Berzocana. En ese contexto comenzó a levantar una capilla para el icono sagrado. Comenzaron a acudir aldeanos atraídos por la fama del icono. Los visitantes oraban con fervor y muchos caían en éxtasis. Una noche, el icono comenzó a brillar. El invierno había llegado a las Villuercas con su manto de niebla y frío. Fernando IV, rey de Castilla, conocido por su pasión por la caza, se desvió del sendero conocido, atraído por los susurros de los cazadores locales sobre la capilla construida a orillas del río. Gil, cuando vio entrar al rey, le dijo: Majestad, bienvenido a la casa del sagrado icono. Es un legado antiguo. Lo encontré hace muchos años enterrado en la tierra. Yo solo soy un humilde guardián. Algunos dicen que puede conceder milagros; otros, que solo brinda la protección de los cielos. El rey, que había pasado antes por la iglesia de Berzocana, preguntó a Gil Cordero quiénes fueron los santos cuyos restos había encontrado.

    Este encuentro entre Fernando IV y Gil Cordero marcó un punto crucial en la historia. El 7 de septiembre de 1312 fallecía el rey. Su hijo, Alfonso XI, tenía 12 años, Su madre, María de Molina, tomaría las riendas del reino y desempeñaría el papel de regente durante sus primeros años de reinado. Su figura se mantuvo fuerte hasta su fallecimiento en Valladolid en 1321 y con ello abrió el camino a Alfonso XI. Conocido por su afición a la caza, encontró en las Villuercas un refugio en el que no solo se dedicaba a perseguir ciervos, jabalíes y osos, sino también a fortalecer su imagen como monarca protector de las tradiciones religiosas. El rey había oído hablar a su padre de la mucha devoción que las gentes tenían en este santo lugar e iglesia de Guadalupe, donde hay un icono de Nuestra Señora, y de los muchos y grandes milagros que tenía por bien de obrar. El ermitaño, al reconocer al monarca, lo recibió con humildad y respeto, invitándole a ingresar en la capilla. Aquel encuentro de 1327 con la capilla de Gil Cordero dejó una huella profunda en la vida de Alfonso XI, quien puso todo su empeño en construir una iglesia mayor, cuyas obras comenzaron en 1330 y terminaron antes de finalizar el año 1336.

    Uno de los momentos más decisivos de su reinado ocurrió en 1340, durante la histórica batalla del Salado, entre las fuerzas cristianas y el ejército musulmán. Su victoria no solo consolidó su poder, sino que también selló su relación con la Virgen de Guadalupe, que se convertiría en una figura central de su devoción y política religiosa. Alfonso XI mandó construir una nueva y más majestuosa iglesia, que se convertiría en uno de los grandes lugares de culto de la península.

    Gil Cordero no pudo ver cumplido el sueño de construir un gran santuario en honor a la Virgen de Guadalupe. Cuando ya había terminado la construcción del santuario, en 1338, fallece. El rey mandó que fuera enterrado en una hermosa sepultura en la capilla mayor del santuario. La placa dice: “Aquí yace D. Gil de Santa María de Guadalupe, a quien se apareció esta Sma. Ymagen. Fue natur. de la Villa de Cáceres.”

    En una de sus visitas para inspeccionar el avance de las obras del santuario, el monarca hizo traer consigo una imagen de Nuestra Señora, de clara filiación románica, procedente de los talleres escultóricos leoneses, una representación de la Virgen con el Niño, obra de finales del XII. La incorporación de la escultura románica leonesa al santuario no solo tuvo implicaciones simbólicas y teológicas, sino también prácticas y culturales. El icono sagrado que originalmente suscitó la devoción popular en el entorno del río Guadalupejo presentaba un notable deterioro material en el momento de consolidación del culto bajo el patrocinio regio. Sin embargo, no se conserva documentación oficial que aclare el destino final del icono primigenio. La sustitución del icono por una imagen románica marcó un cambio cualitativo en la estructura del culto a la Virgen de Guadalupe. Su culto se expandiría rápidamente a todo el ámbito ibérico e indiano.

    La devoción a san Fulgencio y santa Florentina no disminuía con los años. En Berzocana, las reliquias seguían siendo un faro de esperanza, iluminando a todos aquellos que buscaban consuelo en un mundo que a veces parecía olvidarse de las pequeñas comunidades aisladas en las montañas.

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[1] Vid.: Ramos Rubio, José Antonio: El rostro de luz. El icono perdido de Guadalupe, TAU Editores, primera edición, Cáceres, 2025, 156 págs.


miércoles, 20 de agosto de 2025

ECOLOGISTAS EN ACCIÓN GRANADILLA APUESTA POR EL RELEVO GENERACIONAL EN EL CAMPO


    Ecologistas en Acción Granadilla aboga en un comunicado por la necesidad del relevo generacional en los pueblos y en el campo y por la biodiversidad de los usos agrícola y ganadero con la flora y la fauna silvestre. “La montaña necesita un equilibrio entre la flora de los bosques y la fauna con la ganadería” y añade que el ganado y los ganaderos son necesarios en la montaña o bosques, controlando los árboles jóvenes, los pastos y la recuperación de los cultivos de montaña.

    En el comunicado emitido a raíz de los incendios que asolan el norte de la provincia de Cáceres, el responsable de Campo de la asociación ecologista, Carlos Pino, afirma que quizás habría que preguntarse si el origen de los incendios es la falta de población joven en los pueblos, cuya ausencia está dejando una población anciana que no puede gestionar el uso de la naturaleza, ya que actualmente los ciervos, corzos y jabalíes son los únicos que se alimentan del bosque.

    Por otro lado, recuerda que los primeros pobladores del Sistema Central fueron los cabreros, que durante siglos fueron sus habitantes; “pero ahora -señala- no se da el caso de la transmisión generacional y nos enfrentamos a una situación en la que los jóvenes desean volver a los pueblos desde el medio urbano, al considerar la naturaleza como el mejor despacho con un paisaje único en Cáceres”.

    A este respecto, Carlos Pino propone que los jóvenes deberían tener en el campo un trabajo digno, al contar con un ingreso por ganadería o la plantación de la diversidad de frutos desde marzo a diciembre, para dedicarse durante el último mes y el primero del año al cuidado del bosque, en lugar de perder su dinero en alquileres o hipotecas para la adquisición de viviendas.


martes, 19 de agosto de 2025

EL MUSEO HELGA DE ALVEAR ORGANIZA EL PRIMER HOMENAJE DEDICADO A SU IMPULSORA


Helga de Alvear en el Museo Helga de Alvear. Foto: Luis Asín / Museo Helga de Alvear

    El Museo Helga de Alvear rendirá tributo a Helga de Alvear, coleccionista, galerista, filántropa y principal impulsora del Museo, los próximos 20 y 21 de septiembre. Helga de Alvear, figura clave para el desarrollo del arte contemporáneo en España, falleció en Madrid el pasado 2 de febrero, dejando tras de sí un legado que permanecerá para la posteridad y que su Museo en Cáceres conserva.

    El programa organizado por el Museo constará de un acto privado durante la mañana del 20 de septiembre, en el que personas cercanas al círculo de la coleccionista compartirán palabras en su recuerdo. Por la tarde, a partir de las 18:00, el Museo Helga de Alvear celebrará la vida y legado de Helga de Alvear con una completa programación pública que se extenderá hasta la noche del domingo y que incluye la apertura de un nuevo capítulo en las salas de exposición, un concierto de piano con el estreno absoluto de una pieza musical compuesta por María de Alvear para su madre, un concierto de jazz y visitas especiales, entre otras actividades.

    Con motivo del homenaje el Museo inaugurará un nuevo capítulo de “¿Puede el archipiélago entrar en el museo?”, estrenando nuevas salas de exposición con una selección de piezas ejemplo de la pasión de Helga de Alvear por la abstracción y el color, incluyendo algunas de las últimas adquisiciones de la coleccionista y obras nunca expuestas con anterioridad. Este nuevo capítulo, titulado “Nuevas islas para Helga: El sentido de la abstracción” podrá visitarse desde la tarde del sábado 20 de septiembre de forma independiente o mediante alguna de las visitas comentadas que el Museo ofrecerá gratuitamente y de forma ininterrumpida el sábado y domingo por la tarde. Entre las piezas seleccionadas, destacan obras de artistas como Georg Baselitz, Ángela de la Cruz, Gerhard Richter, Agnes Martin o Ignasi Aballí, entre otros. “No existe mejor forma de honrar la memoria de Helga de Alvear que visitar el museo y descubrir su compromiso y pasión por el arte a través de las obras que ella misma coleccionó”, señala Sandra Guimarães, directora del Museo.

     Ese mismo sábado por la tarde, a las 18:30, los jardines del Museo serán el escenario del concierto de piano titulado “Hommage an Helga”, interpretado por Juan Carlos Garvayo. Entre la selección de obras musicales, los asistentes disfrutarán del estreno absoluto de ‘A otra cosa’ (2025), una pieza para piano solo compuesta por María de Alvear, hija de Helga de Alvear, para su madre: “Esta pieza fue escrita específicamente para este concierto y así honrar a mi madre. He tenido la suerte de tener una madre titánica”, indica María de Alvear.

     La velada musical continuará a las 20:30, con un concierto de jazz del grupo Anaut, también en los jardines del Museo. Y al día siguiente, desde las 12:00 y hasta las 14:00, bajo el título “Tributo chiquinino”, niños, niñas y jóvenes del Conservatorio Oficial de Música Hermanos Berzosa de Cáceres y FEMAE interpretarán piezas en diferentes lugares del Museo Helga de Alvear.

     En palabras de Sandra Guimarães, “todo lo que hacemos desde el Museo Helga de Alvear es un homenaje a su figura, pero queremos celebrar su vida y su legado con un primer gran tributo partiendo de la pasión a la que dedicó su vida: la Colección Helga de Alvear, con hogar en Cáceres. El legado de Helga nos inspira y nos invita a celebrar muchos futuros posibles. La pasión por el arte de Helga de Alvear estaba incrustada en sus palabras, gestos, actos y presencia, y sigue viva en cada obra de su colección, en cada espacio de su museo. Seguiremos trabajando con fuerza, resiliencia, confianza y esperanza para cumplir su sueño: transformar la vida de las personas a través del arte”.

    Todas las actividades del programa público organizadas por el Museo en homenaje a Helga de Alvear serán de acceso gratuito hasta completar aforo, con reserva previa recomendada para las visitas guiadas.