Como si nada hubiere
pasado; como si nada estuviere perdido; como si las urnas no hubieren hablado
alto y claro, el PSOE ha seguido su hoja de ruta ya predeterminada de antemano,
aunque no hecha pública, hasta ayer: volver al pasado, tomar las decisiones de
puertas adentro; y sobre las primarias, ya veremos...
Lo único claro que salió de la Ejecutiva de ayer fue el
abandono de Rubalcaba como
secretario general, la convocatoria de un congreso extraordinario para el 19 y
20 de julio, del que saldrá el nuevo secretario general y la nueva dirección
del partido que, finalmente, será la que decida si las primarias para elegir al
candidato a la Presidencia del Gobierno, previstas para el 30 de noviembre, así
como las municipales y autonómicas en septiembre, tendrán lugar y con qué
formato.
El calendario estaba previsto, pero con secretos
guardados por la dirección. La convocatoria del congreso devalúa las primarias
y podría plantear una debacle mayor que la electoral, con un coste muy elevado
para el partido: si el congreso extraordinario de julio elige al nuevo
secretario o secretaria general, qué sentido tienen las primarias. Podría
ocurrir que algún candidato o candidata no pudiera concurrir al proceso, porque
no fuere ni elegido delegado; podría salir electo un candidato o candidata
distinto del secretario general, lo que conduciría a una bicefalia nada
recomendable para el partido. Por algo,
Rubalcaba defendía un congreso y después, las primarias, tesis a la que se
apuntaba Patxi López --que ha
convocado igualmente un congreso extraordinario de su formación, el PSE, tras
quedar tercero en las Europeas del domingo, tras Bildu y PNV, con el 13 por
ciento de los votos-- y a la que se oponían otros posibles candidatos como Carme Chacón y Eduardo Madina, que abogaban por las primarias sin congreso. Chacón, rival de Rubalcaba en el último congreso federal de Sevilla (3-5 de febrero
de 2012), que perdió por 22 votos (487 contra 465), ha criticado
con dureza la "decisión personal" del líder del
partido de convocar un congreso extraordinario, lo que interpreta, junto a Madina, como "no darle voz a la
gente", al considerar que es volver a darle la espalda a quienes abogan por elegir
directamente al candidato a la Moncloa, porque no es lo mismo
un proceso abierto que enfrentarse al secretario o secretaria general del
partido...
Conviene recordar que el Comité Federal del PSOE, reunido
el pasado 18 de enero, aprobó el reglamento y calendario de primarias, según el
cual el proceso para las municipales y autonómicas se iniciaría en junio y
concluiría en septiembre, mientras que el de las generales comenzaría en
octubre y concluiría el 30 de noviembre. Según el reglamento, las primarias
estarían abiertas a toda la ciudadanía, a una sola vuelta, con el censo cerrado
una semana antes y con votación el 30 de noviembre. Para las alcaldías también
habría primarias, pero solo para la militancia, mientras que para las autonómicas
las primarias podrían ser abiertas a los ciudadanos si así lo solicitaba cada
una de las organizaciones territoriales. Aquel proyecto participativo era
calificado por el secretario de Organización, Óscar López, como "un
paso histórico sin precedentes en la historia de España, porque el PSOE abre
las puertas a todos los ciudadanos de este país".
Ya se ve, ya: con nombramientos a dedo, y a última hora, como hace el PP, para
que nadie se entere, porque su democracia la encarna el jefe, y solo él. Aquel
mismo Comité Federal aprobó, sin embargo, que los
socialistas valencianos celebraran primarias el pasado 9 de marzo
para elegir al candidato a la Generalidad, que ganó Ximo Puig, secretario
general del PSPV-PSOE, en una jornada que movilizó al 83 por ciento de los
67.000 electores inscritos, entre ellos 50.333 valencianos mayores de 16 años,
que pagaron dos euros para gastos de organización. Una auténtica lección
democrática que parece estar cada día más lejos de repetirse, y que ya parece
olvidarse.
Aquel Comité Federal del 18 de enero había previsto dos
hojas de ruta: si Rubalcaba triunfaba
en las Europeas del 25-M, su figura saldría fortalecida y, con el apoyo de los
barones, tendría una pista abierta a la continuidad; si perdía, como así fuere,
congreso para elegir al sucesor y las primarias, en el aire; o un solo
candidato: el ganador del congreso. Y ahora dice que no tenía previsto
presentarse a las primarias... Un camino expedito para Susana Díaz, la baronesa de Andalucía, tan crecida quien, al
parecer, ha sido decisiva en Rubalcaba para
decidirse primero por el congreso; pero ella, aun crecida, no tiene la
experiencia necesaria, y solo Andalucía no es suficiente. Como el elegido por Rajoy en aquella Comunidad --tarde y
mal y, como siempre, a dedo: Juan Manuel
Moreno Bonilla--, dejando en la cuneta a la mejor --Esperanza Oña Sevilla, alcaldesa de Fuengirola por mayoría absoluta
desde 1995--, las primarias ya papel mojado para ciegos que no desean ver y no
ven... ¿Qué decir de Monago y de sus
jefes y oficiales, que se pasan por la pernera la ley orgánica fundamental de
la Comunidad Autónoma, llamando por nombres que no debieren a las instituciones
que les fueren propias..., más crecidos en sus perneras que en sus mentes...?
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