jueves, 1 de mayo de 2014

"¡QUÉ MANERA DE SOÑAR...!", EL ATLETI EN LA FINAL

Para Ana, sufridora del Atleti, también 
                                                del  extremeño Adelardo, ex del Badajoz                                                            
 
             Nunca como ayer tuvo más sentido la letra y el espíritu del himno del centenario del Atlético de Madrid (el Atleti), compuesta por el reconocido seguidor colchonero y cantautor Joaquín Sabina con motivo del centenario del club, en 2003, titulado "Motivos de un sentimiento" y utilizado oficialmente desde entonces junto al del 1974, el "Himno del Metropolitano", obra de los músicos José Aguilar Granados y Ángel Curras García. Dice este último, tras el estribillo: "Jugando, ganando, peleas como el mejor/  porque siempre la afición,/ se estremece con pasión,/ cuando quedas entre todos campeón,/ y se ve frente al balón,/ un equipo de verdad,/ que esta tarde también peleará.../ Atleti, Atleti, Atlético de Madrid/ Atleti, Atleti, Atlético de Madrid/ Atleti, Atleti, Atlético de Madrid..."
            Sabina compuso en el centenario, junto a otros aficionados atléticos, una versión que subsume más aún el espíritu profesional, limpio y sufrido de un equipo que pelea por la victoria y, que lograda en buena lid, festeja junto al dios Neptuno. Dice así su estribillo: "Qué manera de aguantar,/ qué manera de crecer,/ qué manera de sentir,/ qué manera de soñar,/ qué manera de aprender,/ qué manera de sufrir,/ qué manera de palmar,/ qué manera de vencer,/ qué manera de vivir.../ Qué manera de subir y bajar de las nubes,/ ¡que viva mi Atleti de Madrid!" Y continúa: "Atlético de Aviación, qué pasión,/ un siglo de horas de vuelo/ dos años en el retrete tras un doblete,/ rozando el cielo,/ volando hasta la buhardilla,/ llorando por los rincones,/ bajando a la alcantarilla,/ acariciando balones,/ infartando en la ribera/ del Manzanares los corazones..."
            Cuarenta años después de disputar su primera final de la Copa de Europa frente al Bayern de Munich en la temporada 1973/74, con empate a cero goles al final, y adelantarse en la prórroga con un gol de Luis Aragonés --al que ayer la afición colchonera brindó el triunfo coreando su nombre--, a treinta segundos del final, un tiro lejano del alemán Georg Schwarzenbeck sorprendió al portero Miguel Reina, padre del actual portero del Nápoles y de la Selección Nacional,  Pepe Reina. Disputado el 17 de mayo el partido de desempate, los alemanes ganaron por 4-0. No obstante, comoquiera que el Bayern desestimó disputar la Intercontinental, acudió el Atleti como subcampeón europeo, ganado al Independiente de Avellaneda por 1-0 en la ida y 2-0 en el partido de vuelta, convirtiéndose así en el único club europeo en ganar la Intercontinental sin haber ganado previamente la Copa de Europa.
            La victoria de ayer frente al Chelsea de Mouriño por 1-3, tras el 0-0 de la ida, le sitúa en Lisboa cuarenta años después para disputar con su vecino de Concha Espina, el Real Madrid, la gloria que ambos alcanzaren, partido a partido, con la Copa de vuelta a la Cibeles o a Neptuno. Los dos equipos españoles en la final, le pese a la UEFA lo que le pese... El deporte español por equipos no pudo estar nunca en lo más alto: hoy, semifinales de la Europa League con otros dos equipos españoles en liza: Valencia-Sevilla (uno de ellos en la final) y Juventus-Benfica; y en la Euroliga de baloncesto, Real Madrid y Barça, el 16 de mayo, otra final, contra el vencedor del Maccabi de Tel Aviv o el CSKA de Moscú... ¡Qué manera de sufrir,/ qué manera de soñar..., a pesar de la crisis, el Real Madrid y el Atleti en la final, a la búsqueda de su historia; la Liga, aún  a la espera...
 

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