sábado, 19 de septiembre de 2015

PASIÓN POR ESPAÑA

 
           Cuando los nombres de tantos deportistas famosos son utilizados hoy y ayer, en vano, contra la unidad de España, las palabras de Pau Gasol el jueves por la noche, tras el triunfo ante Francia en el Eurobasket, han logrado concitar entre los españoles, por encima de las diferencias ideológicas que les separen, un sentimiento común de identidad nacional: la pasión por España, la pasión que nos une por encima de las diferencias que nos separan. La victoria del equipo liderado por Gasol fue vista por una media de 4,2 millones, que alcanzó en la prórroga que nos diere la victoria, los 5.729.000 personas, una audiencia record en un deporte que, tras el fútbol, más pasiones arrastra por los triunfos de la selección, que en su "minuto de oro" (las 23:04) alcanzó los 6,8 millones de espectadores. (Véase laguiatv.abc, de 18/09/2015). Ya lo dijo Pau Gasol tras finalizar el encuentro: "Jugar para tu país es algo único, especial, un orgullo." (Véase libertaddigital.com, de 18/09/2015). Este triunfo hace aún más meritorio el Premio Princesa de Asturias de los Deportes, otorgado este año a los hermanos Gasol (Pau y Marc) por haber alcanzado "el cénit en la liga de baloncesto más competitiva del mundo" y porque, además de "extraordinarios deportistas, han aunado los mayores éxitos con una ejemplar labor social". (Véase deportes. el pais.com, de 03/06/2015). Los dos hermanos cuentan en su palmarés con el Mundial de 2006 y los Europeos de 2009 y 2011; dos medallas de plata olímpicas (2008 y 2012); Pau, dos anillos de la NBA con los Lakers, y su hermano Marc, ha sido incluido en el quinteto ideal de la competición de la última temporada y el mejor defensor de la campaña anterior. (Íbd). Marc Gasol no ha querido estar en este Europeo pese al deseo del entrenador Scariolo y su hermano tras lograr un contrato estrella en la NBA, y "descansar por primera vez desde 2006". (Véase marca.com, de 06/07/2015).
            La victoria ante Francia en semifinales del Europeo de baloncesto no solo nos da el pasaporte para la Juegos Olímpicos de Río 2016 y el pase a la final mañana ante Lituania, sino que supuso algo más: la "venganza deportiva" de la selección española ante la francesa tras el Europeo de 2012, cuando también en la prórroga, el líder galo, Tony Parker, nos dejó fuera en semifinales; y en 2013, en el Mundial de España, en el que nuestra selección, muy mermada por las bajas, fue eliminada por la francesa en los cuartos de final. La vendetta de Francia fue respondida en Lille por los españoles, que hicieron callar tanto el cántico de La Marsellesa, como los gritos de los espectadores en apoyo de su selección, con los tres mates finales de Gasol. (Véase 20minutos.es, de 17/09/2015).
            Todo parece indicar que los españoles solo son capaces de unirse ante los invasores de su tierra, como nítidamente lo ha demostrado la historia, y ante los triunfos deportivos de sus selecciones deportivas, especialmente en los deportes mayoritarios, como el fútbol y el baloncesto. Ya ocurrió en el Mundial de Fútbol de 2010 de Sudáfrica, donde a su regreso como campeona, fue recibida en las calles de Madrid por más de dos millones y medio de personas. Nunca se vieron en las calles tantas banderas nacionales; nunca un triunfo deportivo y una canción --cantada en la inauguración del Mundial de Alemania 74, "Y viva España", de Manolo Escobar--, y en el acto de recepción en Madrid por el propio cantante que la hizo popular y la convirtió en un cuasi-himno en los actos de celebración de la Eurocopa 2008 y tras el Mundial 2010, a falta de la letra de un himno oficial que nos identifique junto a la bandera, fue coreada por tantos.
            Pau Gasol no solo se ha convertido en un ídolo para los niños españoles que desean emularle, como a Messi y Cristiano Ronaldo en el deporte rey, sino que ha llevado la "gasolmanía a la política" (véase marca,com, de 18/09/2015). Al término de la reunión del Consejo de Ministros de ayer, la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, afirmó sobre la condición de catalán de Pau Gasol: "Es un catalán, es un fenómeno, y todos los españoles nos sentimos orgullosísimos de que sea compatriota nuestro." (Íbd.).
            Podría resultar inimaginable; pero la pasión por España llegó también a determinados dirigentes de la clase política, como Pablo Iglesias, que "se desmelenó durante el partido", como demostró en su cuenta de twitter, en la que dejó una fotografía de la celebración. (Véase abc.es, de 18/09/2015), en la que se deja atrás su reflexión del España-Francia de baloncesto de 2008: "Ya me gustaría a mí ver a los jugadores de la selección de basket  con un uniforme tricolor y escuchar un himno como La Marsellesa y no la cutre pachanga fachosa, antes de los partidos o cuando se gana algo...", declaraciones de las que se retractó esta semana en una entrevista. (Íbd.). Eran otros tiempos; pero, aun así, la marca España se impone, aunque sea en los triunfos de las selecciones deportivas. Ojalá mañana se rubrique con el oro y con los laureles de los vencedores, y no con quienes desean ver, más allá de los valores deportivos, una humanidad de origen que no une, sino que desune en lo que a todos nos une: la pasión por España, "una España fuerte y unida", como dijo el presidente Obama.
 
 

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