martes, 6 de octubre de 2015

EL DUQUE DE CALABRIA, UN INFANTE ALCANTARINO

 
           El 14 de junio de 1988, la Orden de Alcántara celebró en el conventual de San Benito de la villa cacereña de su nombre el 770 aniversario de la nueva denominación de la Orden, que se cumpliría el 16 de julio. En la citada fecha de  1218, la Orden de san Julián del Pereyro recibió de manos del rey Alfonso IX de León el castillo, puente y villa de Alcántara, adoptando desde entonces el nombre de Orden de Alcántara.
            Con tal motivo, el entonces presidente de la Diputación de Cáceres, Manuel Veiga (1983-1995) tuvo la feliz idea de que se celebrase en la iglesia de la Concepción Real del conventual un capítulo de la Orden, presidido por don Juan de Borbón, conde de Barcelona, en su calidad de presidente del Real Consejo de las cuatro Órdenes Militares, al que asistieron también el comendador de la Orden, duque de Calabria; el duque de Alburquerque, comendador de la Orden de Montesa; el marqués de Santa Cruz, de la Orden de Calatrava, y el duque de Calatrava, de la Orden de Santiago. Junto a ellos estuvieron presentes el presidente de la Junta de Extremadura, Rodríguez Ibarra; el presidente de la Asamblea, Antonio Vázquez; el consejero de Cultura, Jaime Naranjo; y el gobernador civil, Ángel Hernández Craqui, entre otras autoridades. (Véase Extremadura del 14/06/1988, pág. 3).
            El recuerdo de aquella jornada, en la que el conde de Barcelona, recibió la medalla de oro de la villa de manos de su alcalde, Ignacio Esteban García, nos viene a la memoria tras el fallecimiento ayer del entonces comendador de la Orden y hasta ahora presidente del Real Consejo de las cuatro Órdenes Militares, Carlos de Borbón Dos Sicilias (Lausana, Suiza, 1938; Retuerta del Bullaque, Ciudad Real, 2015), fallecido a los 77 años, infante de España, duque de Calabria y conde de Caserta; primo segundo del rey Juan Carlos y jefe de la Casa de las Dos Sicilias.
            El duque de Calabria, a quien el rey Juan Carlos concediere en 1994 el título de infante de España, era hijo del infante Alfonso de Borbón-Dos Sicilias y Borbón (1901-1964) y de la princesa Alicia de Borbón-Parma (1917); nieto por vía paterna de la princesa de Asturias, Mercedes de Borbón y Habsburgo-Lorena (1880-1904), hermana mayor de Alfonso XIII y del infante Carlos Tancredo de Borbón-Dos Sicilias (1870-1949). Alfonso de Borbón Dos-Sicilias fue uno de los dos pretendientes al desaparecido trono de los Dos Sicilias. Ocupaba  el primer puesto en la línea de sucesión a la Corona española tras los descendientes del rey Juan Carlos, ya que sus hermanas, las infantas Pilar y Margarita, renunciaron a sus derechos al contraer matrimonio con personas no pertenecientes a familias reales, según la Pragmática Sanción de Carlos III, que regulaba los matrimonios de la Casa Real española, derogada por la Constitución de 1978, aunque su aprobación fue posterior al nacimiento de las infantas, que no poseen derecho alguno al Trono, así como sucedió con los tíos del rey Juan Carlos, que renunciaron a sus derechos para sí y sus hijos. Era alcantarino, como su hijo Pedro de Borbón-Dos Sicilias, duque de Noto (1968), al que seguramente su primo, el rey Felipe VI, hará también infante de España "para continuar así una tradición de unión y cariño entre los jefes de las dos ramas de la Casa de Borbón", según afirma hoy en La Razón Amadeo Rey, quien recuerda su pasión por los animales y la naturaleza y su dedicación a los niños de Aldeas Infantiles. "Ha muerto el único infante varón que aún quedaba", señala en su obituario. (Íbid.) El duque de Calabria deja viuda consorte, Ana de Orleans, desde 1965; cinco hijos, y le sobrevive su madre, Alicia de Borbón-Parma, con 99 años. Aunque su deseo era ser enterrado en un convento de Ciudad Real, su primo Don Juan Carlos ha querido que sus restos mortales descansen en el lugar que le corresponden: el Panteón de Infantes del Monasterio de El Escorial, donde están enterrados la mayor parte de los miembros de la Familia Real española. (Véase abc.es, de 06,10/2015).    
            Aquel 14 de junio de 1988 quedó marcado en la historia de Alcántara, no solo por la concesión de la medalla de oro de la villa a Don Juan de Borbón, sino por el capítulo de la Orden Militar de Alcántara, que se reunía de nuevo en su sede, junto a caballeros de las otras tres. Una misa en la iglesia de la Concepción Real, en honor de Santa María, al coincidir con el Año Mariano, oficiada por el obispo prior de las OO MM, monseñor Torija De la Fuente, y por el obispo de Coria-Cáceres, monseñor Jesús Domínguez Gómez; la inauguración de una muestra bibliográfica, documental y pictórica referida a las cuatro órdenes, y un bufé, pusieron fin a la jornada, que hoy nos recuerda el fallecimiento ayer del Gran Maestre, entonces comendador de la Orden de Alcántara, el duque de Calabria (qepd).
 

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