El 14 de junio de 1988,
la Orden de Alcántara celebró en el conventual de San Benito de la villa
cacereña de su nombre el 770 aniversario de la nueva denominación de la Orden,
que se cumpliría el 16 de julio. En la citada fecha de 1218, la Orden de san Julián del Pereyro recibió de manos del rey Alfonso IX de León el castillo, puente
y villa de Alcántara, adoptando desde entonces el nombre de Orden de Alcántara.
Con tal motivo, el entonces presidente de la Diputación
de Cáceres, Manuel Veiga (1983-1995)
tuvo la feliz idea de que se celebrase en la iglesia de la Concepción Real del
conventual un capítulo de la Orden, presidido por don Juan de Borbón, conde de Barcelona, en su calidad de presidente del
Real Consejo de las cuatro Órdenes Militares, al que asistieron también el
comendador de la Orden, duque de
Calabria; el duque de Alburquerque,
comendador de la Orden de Montesa; el marqués
de Santa Cruz, de la Orden de Calatrava, y el duque de Calatrava, de la Orden de Santiago. Junto a ellos
estuvieron presentes el presidente de la Junta de Extremadura, Rodríguez Ibarra; el presidente de la
Asamblea, Antonio Vázquez; el
consejero de Cultura, Jaime Naranjo;
y el gobernador civil, Ángel Hernández
Craqui, entre otras autoridades. (Véase Extremadura
del 14/06/1988, pág. 3).
El recuerdo de aquella jornada, en la que el conde de Barcelona, recibió la medalla
de oro de la villa de manos de su alcalde, Ignacio
Esteban García, nos viene a la memoria tras el fallecimiento ayer del
entonces comendador de la Orden y hasta ahora presidente del Real Consejo de
las cuatro Órdenes Militares, Carlos de
Borbón Dos Sicilias (Lausana, Suiza, 1938; Retuerta del Bullaque, Ciudad
Real, 2015), fallecido a los 77 años, infante de España, duque de Calabria y
conde de Caserta; primo segundo del rey Juan
Carlos y jefe de la Casa de las Dos Sicilias.
El duque de
Calabria, a quien el rey Juan Carlos
concediere en 1994 el título de infante de España, era hijo del infante Alfonso de Borbón-Dos Sicilias y Borbón
(1901-1964) y de la princesa Alicia de
Borbón-Parma (1917); nieto por vía paterna de la princesa de Asturias, Mercedes de Borbón y Habsburgo-Lorena
(1880-1904), hermana mayor de Alfonso
XIII y del infante Carlos Tancredo
de Borbón-Dos Sicilias (1870-1949). Alfonso
de Borbón Dos-Sicilias fue uno de los dos pretendientes al desaparecido
trono de los Dos Sicilias. Ocupaba el
primer puesto en la línea de sucesión a la Corona española tras los
descendientes del rey Juan Carlos,
ya que sus hermanas, las infantas Pilar
y Margarita, renunciaron a sus
derechos al contraer matrimonio con personas no pertenecientes a familias
reales, según la Pragmática Sanción de Carlos
III, que regulaba los matrimonios de la Casa Real española, derogada por la
Constitución de 1978, aunque su aprobación fue posterior al nacimiento de las
infantas, que no poseen derecho alguno al Trono, así como sucedió con los tíos
del rey Juan Carlos, que renunciaron
a sus derechos para sí y sus hijos. Era alcantarino, como su hijo Pedro de Borbón-Dos Sicilias, duque de
Noto (1968), al que seguramente su primo, el rey Felipe VI, hará también infante de España "para continuar así
una tradición de unión y cariño entre los jefes de las dos ramas de la Casa de
Borbón", según afirma hoy en La
Razón Amadeo Rey, quien recuerda
su pasión por los animales y la naturaleza y su dedicación a los niños de
Aldeas Infantiles. "Ha muerto el único
infante varón que aún quedaba", señala en su
obituario. (Íbid.) El duque de Calabria deja viuda consorte, Ana de Orleans, desde 1965; cinco
hijos, y le sobrevive su madre, Alicia
de Borbón-Parma, con 99 años. Aunque su deseo era ser enterrado en un
convento de Ciudad Real, su primo Don
Juan Carlos ha querido que sus restos mortales descansen en el lugar que le
corresponden: el Panteón de Infantes del Monasterio de El Escorial, donde están
enterrados la mayor parte de los miembros de la Familia Real española. (Véase abc.es, de 06,10/2015).
Aquel 14 de junio de 1988 quedó marcado en la historia de
Alcántara, no solo por la concesión de la medalla de oro de la villa a Don Juan de Borbón, sino por el
capítulo de la Orden Militar de Alcántara, que se reunía de nuevo en su sede, junto a caballeros de las otras tres. Una
misa en la iglesia de la Concepción Real, en honor de Santa María, al coincidir
con el Año Mariano, oficiada por el obispo prior de las OO MM, monseñor Torija De la Fuente, y por el obispo de
Coria-Cáceres, monseñor Jesús Domínguez
Gómez; la inauguración de una muestra bibliográfica, documental y pictórica
referida a las cuatro órdenes, y un bufé, pusieron fin a la jornada, que hoy
nos recuerda el fallecimiento ayer del Gran Maestre, entonces comendador de la
Orden de Alcántara, el duque de Calabria
(qepd).
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