El Instituto Nacional
de Estadística (INE) ha dado a conocer hoy la Encuesta de Población Activa
(EPA) del tercer trimestre del año. Hay titulares positivos: el
paro baja por primera vez de los cinco millones en cuatro
años; el desempleo cae en 298.200 personas en el tercer trimestre y queda en el
21,18 por ciento; el mercado laboral español creó 182.200 puestos de trabajo...
(véase economia.elpais.com, de hoy,
22/10/2015); pero cómo ver el final de la crisis, o la luz al final del túnel,
con 4.850.800 desempleados, o cómo valorar el dato de que todas las
comunidades, salvo Extremadura, incrementan su ocupación (Íbid.). Otros
titulares nos llevan a la desesperanza: Extremadura, única comunidad donde sube
el paro en el último año con 4.000 parados más. (Véase hoy.es/extremadura de la fecha). Otros
dulcifican los datos para sostener unas tesis que nadie ve por lado alguno,
como el ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, quien califica la EPA como "mejor de lo
esperado" y se ratifica en que "se han creado casi 550.000 empleos en
términos interanuales y se ha reducido el paro en 576.900 personas".
(Véase expansion.com de hoy). Aunque
el paro baje en Extremadura en 4.700 personas, el número
de desempleados es de 144.400... (Véase expansion.com/extremadura de la fecha).
Ya en mayo, la Comisión Europea y el Banco Central
Europeo advertían que la recuperación
española es un espejismo que podría disolverse si no se
pone solución a las grandes debilidades de nuestro sistema productivo: los
elevados niveles de paro y la deuda, y solicitaba más reformas y terminar con
la división entre temporales e indefinidos. (Véase rrhhmagazine.com, de 22/10/2015). Peor aún es el aviso dado en
junio por una decena de expertos en economía, sociología y la empresa privada,
participantes en el "Diálogo
Bertelsmann" sobre el desempleo juvenil y sus
implicaciones para la generación "nini" en España, quienes advertían
sobre la tasa de desempleo juvenil en nuestro país, la más alta de la UE junto
a Grecia, que responde a que la formación de los jóvenes no se adecúa a las
necesidades del mercado de trabajo, la caída de la demanda por la crisis y la
baja temporalidad. (Véase lavanguardia.com,
de 27/06/2015).
La precampaña y la campaña electoral del próximo 20-D
tendrán que poner el acento en las recetas para afrontar el mayor problema de
España. El presidente Rajoy ya lo
hace cantando los beneficios de la recuperación económica de la última legislatura;
pero no es suficiente con el 21,18 por ciento de paro, porque agua pasada no mueve molino... En el
informe "Perspectivas de la competencia en la OCDE 2015", la
organización subrayaba que el dato de los jóvenes
ninis de España superaba en casi doce puntos el de la
media de la OCDE y cifraba en 700.000 los menores españoles de 25 años que ni
estudian ni trabajan. (Véase eleconomista.es,
de 27/05/2015). Este problema no se afronta solo con la
ESO de los 1.000 euros, para rebajar las cifras del desempleo o dar una
oportunidad a quienes no la tuvieren en su día que, por lo demás, fue un
fracaso. Hay más problemas añadidos a la economía española: la generación perdida, y formada, de los
mayores de 30 años, que no encuentra empleo en su país y tiene que subemplearse
o irse fuera, y para la que no se ponen en marcha programas específicos para
hallar empleos adecuados a su formación. En Extremadura se ha hablado siempre
de programas para jóvenes de hasta 30 años y para mayores de 45; pero no para
la franja situada entre 30 y 45, que cada día aumenta más, la generación perdida de España.
Rajoy
disolverá las Cortes el próximo lunes 26. El BOE publicará al día siguiente el
decreto de convocatoria y, 54 días después de esa publicación, los españoles
acudirán a las urnas. La generación nini, en la que también se incluyen las
mujeres y los abstencionistas, constituirán un sector decisivo para decidir el
futuro de la gobernabilidad de España, con dos partidos hegemónicos, sin
mayoría absoluta, que necesitarán de los emergentes para formar una mayoría
estable de gobierno.
En una situación así, con 700.000 ninis en paro y con
144.00 parados en la comunidad, resulta toda una afrenta que los diputados
cesantes en las Cortes continúen cobrando su salario íntegro hasta el 20-D, la
llamada "indemnización
de transición", a excepción de la Diputación
Permanente, que sigue de guardia. Los diputados al Congreso percibirán la asignación
de 2.813,87, más los 870 euros mensuales para los residentes en Madrid y 1.823
para el resto. Los senadores cesantes percibirán una cantidad idéntica de
154,54 euros diarios entre la disolución de las Cortes y la jornada anterior a
las elecciones. (Véase expansion.com,
de 18/10/2015). ¿Quién puede creer así en una clase política que mira para su
bolsillos y se crea para sí misma un puerperio
salarial, sin haber dado a luz las respuestas al principal problema de
España, que pone en peligro también la hucha de las pensiones? Nadie más que
ellos y sus cuadrillas de vividores de la política. Los ninis, a seguir
viviendo de sus padres, y los parados, a esperar una renta básica, la ayuda de
Cáritas o la propia de unas fundaciones bancarias de nuestras cajas
perdidas..., para pagar algún recibo pendiente antes de que le corten el agua o
la luz...
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