lunes, 11 de enero de 2016

LOS GOBIERNOS DE COALICIÓN EN LA UE

 
           Los gobiernos de coalición son propios de los sistemas parlamentarios, predominantes en Europa, en que la formación del gobierno requiere la confianza del parlamento. Un gobierno de coalición es aquel que se forma cuando un grupo parlamentario no tiene la mayoría suficiente para formar gobierno, por lo que se ve forzado a pactar con otro grupo, habitualmente de ideología afín, para formar un gobierno conjunto.
 
            Las elecciones celebradas el 20-D de 2015 pusieron fin a la era del bipartidismo, que había venido funcionando en España desde la restauración democrática tras el finiquito del antiguo régimen: UCD-PSOE durante la transición y PP-PSOE desde 1982 hasta el presente. La aritmética emanada del mapa electoral surgido en la última convocatoria electoral nos sitúa por vez primera ante una realidad imprevisible para unos, no deseada por otros, pero que hemos de asumir con la normalidad que exige el nuevo escenario deseado por los españoles: nada de mayorías absolutas; es necesario el pacto;  pero excepto en ayuntamientos, diputaciones, incluso en algunas comunidades, ignoramos la cultura del pacto; tememos los pactos a izquierda o derecha a nivel nacional: solo vemos inestabilidad, ruptura, adelantos electorales que nada bueno traen a la estabilidad requerida en la gobernanza del país. A dos días de la elección de la presidencia y de la Mesa del Congreso, ignoramos aún si habrá gran coalición o coalición de izquierdas. La fragmentación del voto entre los cuatro grandes partidos --PP, PSOE, Podemos y Ciudadanos-- no otorga a ninguno por sí solo mayoría absoluta ni simple. Es precisa una coalición que ahora mismo no vemos por parte alguna, aunque tengamos dos meses por delante para efectuar una nueva convocatoria electoral si ninguno logra formar una mayoría de gobierno.
            Pocos días después de las elecciones, el presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, se mostraba partidario de la gran coalición con  PSOE y C´s, a la vez que demonizaba un pacto entre Sánchez e Iglesias. (Véase elperiodico.com, de 29/12/2015). El mismo día, el secretario de Organización del PSOE, César Luena, respondía: "No a Rajoy y no al PP" (véase elplural.com, de 29/12/2015). Días pasados, el PSOE insistía en su `no´ definitivo a la gran coalición con Rajoy con un expresivo "No es no", en boca del anterior portavoz socialista en el Congreso, Antonio Hernando. (Véase eleconomista.es, de 05/01/2016). Podemos desoyó el pasado viernes la oferta socialista de una coalición de izquierdas, al tiempo que se temía un pacto entre las dos grandes fuerzas para constituir la Mesa del Congreso. (Véase elpais.com, de 09/01/2016). Para Albert Rivera (Ciudadanos), "lo más razonable sería que Rajoy intentara formar gobierno en minoría y que el PSOE diga cuanto antes si piensa abstenerse para intentar esa gobernabilidad, o intentará formar un gobierno de coalición, que ellos no apoyarían." (Véase elmundo.es/españa, de 21/12/2015).
            La constitución de la Mesa, el miércoles, va marcar el punto de inflexión para conocer lo que ocurra después en las negociaciones para un gobierno de coalición. A Sánchez (PSOE) se le presentan dos líneas rojas: no dialogar con fuerzas proclives a la autodeterminación, las consultas y el separatismo, y el `no´ a Rajoy o a cualquier otro candidato a la Presidencia de su partido (véase infolibre.es, de 28/12/2015) y solicita a Podemos que renuncie al referéndum para iniciar el diálogo. El pacto a la portuguesa solicitado por el líder socialista, a lo que él llamaba desde Lisboa "fuerzas progresistas", fue rechazado abiertamente por Podemos, al vincular un acuerdo con el referéndum en Cataluña. (Véase elpais.com/politica, de 08/01/2016). Esta misma mañana, Sánchez mantiene el rechazo a Rajoy y sostiene que el cambio en España "es más urgente que nunca" tras lo ocurrido ayer en el Parlament. (Véase cadenaser.com, de hoy).
            El comentarista político Carlos Carnicero sostenía la víspera de las elecciones que "los raros somos nosotros", al defender que las coaliciones son la forma de gobierno típica en Europa. (Véase huffingtonpost.es, de 20/12/2015). "El propio gobierno de la Unión Europea está basado en la cultura del pacto y los consensos" y recordaba que la Comisión tiene al frente a 28 comisarios, uno por cada Estado miembro, pertenecientes a las tres grandes familias europeas: conservadores, socialdemócratas y liberales y ocho grupos parlamentarios..., la gran coalición. (Íbid.).
            Unos días después, Susana Campo analizaba el signo de la coalición de los gobiernos en la UE, y afirmaba que en casi la mitad de ellos, derecha e izquierda gobiernan juntos. (Véase lainformación.com/mundo, de 29/12/2015). En doce países de los 28 (excluido España) gobierna una coalición de derecha-izquierda: Alemania, Austria, Holanda, Italia, Bulgaria, República Checa, Estonia, Grecia, Irlanda, Letonia, Lituania y Suecia. En seis de ellos gobierna una coalición de izquierdas: Croacia, Luxemburgo, Portugal, Eslovenia, Rumania y Francia. En cuatro, existe una coalición de derechas: Bélgica, Finlandia, Hungría y Chipre. En otros cuatro países gobiernan en mayoría,  dos de derechas (Reino Unido con mayoría absoluta, y Polonia con mayoría simple) y dos de izquierdas (Malta y Eslovaquia, ambos con mayoría simple). En Dinamarca, finalmente, hay un gobierno de izquierdas que gobierna en minoría con pactos puntuales con el resto de formaciones.
            ¿Es España ingobernable? Nuestra cultura bipartidista, el sistema proporcional de nuestra ley electoral, la carencia de cultura del pacto, los clichés asociados a determinados gobiernos de coalición (mayoría progresista por gobiernos antisistemas, nacionalistas y asamblearios), los miedos a las dos Españas, y el rechazo, de otro lado, a los gobiernos del rodillo y del decreto-ley, frente al consenso y el debate, abren un nuevo frente en el que resulta difícil aventurar el resultado final. Somos adolescentes políticos, pero no tontos como para perder unos meses y volver a otras elecciones para que todo siga igual, o peor. Cataluña se ha arrepentido "in articulo mortis",  creándonos, por si fuera poco, un problema añadido. La división se manifiesta, incluso, entre las preferencias de los ciudadanos por los pactos... Ya veremos a dónde nos llevan nuestros padres de la patria...
 

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