domingo, 3 de enero de 2016

UN SIGLO DE CAMBIOS POLÍTICOS EN ESPAÑA

 
           En 1916 --hace ahora un siglo-- Europa se hallaba inmersa en la I Guerra Mundial, en la que España se había declarado neutral con sufragio universal masculino. Parece ser que las mujeres no existieren entonces, sin derecho a voto hasta la República, como hoy en ciertos partidos, en los que solo quieren y eligen a sus mujeres a dedo, y se olvidan de que, en Extremadura, por ejemplo, tienen a miles de ellas, tan formadas como aquellas, pero que no tienen ni trabajo ni ayuda alguna que llevarse a la boca. La cuna sí cuenta, como entonces, tanto como ahora el plural femenino utilizado por una izquierda que confunde el sexo y el género gramatical con la igualdad y que se deja atrás el singular masculino para que no le haga sombra alguna ningún necio de la Extremadura ruralita que le ganare por los dos flancos, para que él y las suyas sigan en los tronos que les adjudicaren los depositarios de la soberanía nacional..., al contrario que Susana Díaz, que tiene a su lado a cinco varones con experiencia... (Véase elconfidencial.com/españa, de ayer, 02/01/2016).
            El 9 de abril de 1916 se celebraron en España elecciones legislativas para elegir los 409 escaños que entonces hubiere el Congreso (ahora son 350). El Partido más votado fue el Liberal, con la coalición de sus dos facciones dirigidas por Manuel García Prieto y el conde de Romanones, que obtuvo 233 escaños (el 56,97 por ciento), seguido del conservador Eduardo Dato, quien logró 113 diputados (el 27,63 por ciento). Le seguían los conservadores mauristas, de Maura, con 17; la Conjunción Republicano-Socialista, de Castrovido Sanz, con 13, los mismos que la Liga Regionalista de Cambó. El Partido Reformista de Melquíades Álvarez consiguió 12. A más distancia le seguían: la Comunión Tradicionalista, de Enrique de Aguilera (9),  los Conservadores de Juan de la Cierva (8), la Coalición Republicana-Radical, de Alejandro Lerroux (6); los Católicos Independientes del Marqués de Santillana (3); el Partido Integrista, de Manuel Senante y Martínez (2) y con 1 cada uno los siguientes partidos y coaliciones: el Bloc Republicá Autonomista, de Marcelino Domingo, los Nacionalistas Republicanos Catalanes, de Frances Maciá; los Regionalistas Castellanos, liderados por Antonio Zumárraga; los Dinásticos Vascos, de Luis de Urquijo y Ussía; los Republicanos Catalanes Independentistas, de Albert i Salvador Rey. En total, 16 partidos y coaliciones representadas en el Congreso. ¡Hay que ver lo que ha crecido en un siglo el independentismo catalán que, tres meses después de celebradas sus elecciones, sigue sin presidente y sin saber qué será de su hoja de ruta.... hasta hoy, en que Mas aguarda!
            Las elecciones del pasado 22 de diciembre celebradas en España ofrecieron un parlamento tan fragmentado como aquel --al menos desde las primeras elecciones democráticas ganadas por Adolfo Suárez en 1979--, pero con cuatro partidos y coaliciones principales, que, por el momento, son incapaces de ponerse de acuerdo para la gobernabilidad de España: el PP de Mariano Rajoy hasta ahora en el Gobierno (123 diputados, pierde 63 respecto a 2011); el PSOE, de Pedro Sánchez (90, su peor resultado en democracia, con 20 diputados menos) y los emergentes Podemos, con Pablo Iglesias, que por sí solos logran 42 diputados, a los que hay que añadir los 12 catalanes de En Comú Podem, los 9 valencianos de Compromís-Podemos-És el moment y los 6 gallegos de En Marea, que le dan un total de 69 diputados;  Ciudadanos, liderado por Albert Rivera (40), seguidos de ERC-Catalalunya sí, que pasa de 3 a 9; DiL, Democracia y Libertad, antigua CIU (8 de 16 que tuvo en 2011); PNV (6, uno menos que en la anterior legislatura),  Unidad Popular: Izquierda Unida-Unidad Popular en Común (2); Euskal Herria Bildu, que se presentó como Amaiur en 2011, pasa a tener 2 en lugar de 7), y Coalición Canaria-Partido Nacionalista Canario (logra 1 frente a los 2 anteriores). En total diez grupos políticos y un Grupo Mixto con 18 diputados, "el congreso atómico de una España fragmentada", como lo define Ana Cabanillas. (Véase elmundo.es/españa, de ayer). Desaparecen de la Cámara UPyD, Unió, Bloque Nacionalista Galego y Geroa Bai, que no han logrado escaño alguno.
            Si las elecciones de 1916 concluyeron nueve meses después con el gobierno presidido por el conde de Romanones, que dimitió por enfrentamientos con el ejército y la ruptura del Partido Liberal, por la expulsión de Marcelino García Prieto y Santiago Alba, el gobierno del primero, sucesor de Romanones, se rompió, y el 11 de junio de 1917, Eduardo Dato formó un nuevo gobierno de conservadores, con una mayoría inestable, que la huelga general de aquel año fracturó, formándose entonces un gobierno de concentración nacional formado por conservadores y la Lliga Regionalista hasta la convocatoria de nuevas elecciones el 24 de febrero de 1918. ¡Qué similitud con la actual situación un siglo después!
            Tras las elecciones del 22-D, los analistas internacionales solo ven posible la formación de un gobierno inestable o la repetición de las elecciones en mayo. (Véase expansion.com, de 21/12/2015) Una coalición de centro derecha no puede mantener la mayoría, lo que crea una gran incertidumbre política. De otro lado, el resultado electoral ha dejado para muchos un panorama de país ingobernable, (véase elmundoes/españa, de 22/12/2015) en el que ningún partido lograría por sí solo la mayoría absoluta requerida para investir presidente en la primera votación (176 escaños). En la segunda, en la que bastaría la mayoría simple (lograr más votos a favor que en contra), nadie en principio se pone de acuerdo, salvo Ciudadanos, que dejó claro antes de las elecciones que se abstendría en favor del partido más votado. El PP no puede gobernar por sí solo porque no lograría ni la mayoría simple, ni con la abstención de todas las fuerzas políticas, frente al "no" de PSOE y Podemos, a no ser que se abstuvieran PSOE y Ciudadanos, con lo que sí lograría la mayoría simple. Un pacto PSOE-Podemos (159 escaños) no lograría tampoco la mayoría simple  (159 frente a 191), ni siquiera con la suma de IU (161 frente a 189). Un pacto PP-Ciudadanos (163 escaños) tampoco obtendría la mayoría simple necesaria, a no ser con la abstención del PSOE o Podemos. Un pacto PP-PSOE-Ciudadanos, incluidos solo los dos primeros, superaría con creces la mayoría absoluta.
            Todos los escenarios están abiertos y son posibles. El PP se abre a una gran coalición con el PSOE sin Sánchez (véase elperiodico.com, de 18/12/2015); el PP presiona para lograr un gran pacto con PSOE y Ciudadanos (véase publico.es, de 02/01/2016), que Rivera (Ciudadanos) fue el primero en proponer en su pacto por España al día siguiente de las elecciones (véase publico.es, de 23/12/2015). Mientras, Ferraz es una gran eclosión entre quienes desean el congreso federal ya y la sustitución de Pedro Sánchez, la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, arenga a los subsecretarios a "seguir hasta el verano" ante la posible repetición de las elecciones (véase elmundo.es, de hoy); el diputado popular, Rafael Hernando, "cree que hay mimbres para un gran acuerdo PP-PSOE-C´s" (véase elmundo.es, de ayer), y el secretario general de Podemos, Iglesias, también veía posible la gran coalición (véase europapres.tv/politica,, de 28/12/2015).
 
 

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