"Un estudio
exhaustivo de la localidad de Alcollarín (Cáceres), con su poblado de
colonización Fernando V y su territorio, nos descubre el vacío existente en
torno a este municipio. José Antonio
Ramos, cronista oficial de Trujillo, ha rescatado del olvido con esta obra
la importancia que adquirió esta población en la Historia, con un enfoque
riguroso y preciso." Con estas
palabras define en su prólogo la importancia de la obra así titulada el alcalde
de la localidad, Julián Calzas Escribano.[1]
El medio natural.-Alcollarín
pertenece a la tierra de Trujillo, comarca que recibe el nombre de su capital,
la patria de Pizarro, cuya historia
se vincula a la historia de la ciudad. El estudio aborda la realidad histórica
y artística encerrada en los muros del templo parroquial y del Palacio de los Pizarro-Carvajal, así como del poblado
de colonización Fernando V, situado
a 10 kilómetros del pueblo, núcleo urbano construido por el Instituto Nacional
de Colonización (INC), creado por el régimen franquista en las tierras de
secano, expropiadas para ser convertidas en regadío y repartidas entre los
colonos para mejorar el reparto de las tierras y aumentar la producción
agrícola de estos terrenos y, en general, del Estado. Era el famoso Plan
Badajoz, en cuyos poblados se asentaban padres y abuelos de una generación de
jóvenes con más oportunidades que ellos, pero también con muchas más
necesidades.
La localidad se levanta sobre una colina rodeada de altas
sierras, topónimo de origen árabe, como indica su nombre, que significa La Alta. Tiene un término municipal de
79,9 kilómetros cuadrados. Su término está atravesado de norte a sur por el río
Alcollarín, afluente del Ruecas; y los arroyos Gargantilla y Levosilla, afluentes
del primero. La vegetación característica es el bosque de encinas y matorral,
compuesto por jara, romero, tomillo y retama. Su clima es mediterráneo.
El municipio creció de modo ininterrumpido entre los años
1900 a 1940; se estancó entre esta fecha y la década de los 60, y sufrió desde
entonces un descenso continuado como consecuencia de la emigración. Durante la
primera mitad del siglo XX, la población aumentó considerablemente, pasando de
los 867 habitantes con que contaba al comienzo del siglo, a los 1.141
habitantes en 1960. A partir de ese año, comenzó a disminuir como consecuencia
de la emigración que sufrió la región durante las décadas de los 60 y 70. Al
terminar el siglo XX, la población había descendido a los 352 habitantes,
comenzando el nuevo siglo con la misma tónica, ya que en 2015 tenía solo tenía
256 habitantes.
En el siglo XIX, el municipio contaba con varios molinos
harineros, que se convirtieron en factores de configuración económica y social
entre diferentes colectivos: propietarios, trabajadores, clientes... La
obtención de la harina fue la actividad de mayor trascendencia social, habida
cuenta de su importancia en la dieta alimenticia extremeña. El 28 de enero de
2015 fue inaugurado oficialmente el embalse de Alcollarín por la ministra de
Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, y el presidente del entonces Gobierno de
Extremadura, José Antonio Monago,
presa que permite la regulación del río del mismo nombre y la mejora de la
garantía general para los distintos usos del agua en Abertura, Alcollarín,
Conquista de la Sierra y Zorita, así como mejorar la gestión del Canal de
Orellana. La presa está situada a 500 metros del pueblo, tiene una altura de 31
metros y una longitud de 626. Puede albergar una superficie embalsada de 554 has.
y una capacidad total de 51,6 hm3. El embalse forma parte del complejo y
ambicioso Sistema Hidráulico de la Zona Centro de Extremadura que tiene como objetivo
final el aprovechamiento de los recursos hídricos circulantes por los cursos de
agua de este área y, como eje fundamental, el Canal de las Dehesas.
Historia.-El
origen de Alcollarín tendría dos principios distintos: uno de ellos lo haría
proceder de una "Venta del Collado" que, de una forma
lingüísticamente imposible, habría
evolucionado hasta convertirse en Alcollarín. De dicha venta, que habría estado
entre el cruce y el camino a Guadalupe, habría surgido el pueblo, al irse
estableciendo gente a su alrededor. Otra creencia lo haría nacer a partir de
gente que se habría establecido alrededor de una iglesia que mandó construir Diego Pizarro, pariente de Francisco Pizarro, establecido en el
lugar, y que ordenó levantar un palacio y fue el principal promotor de la
construcción de la iglesia en el siglo XV. Por lo demás, existen escasos restos
prehistóricos en el término municipal. Los primeros asentamientos corresponden
a la Edad del Cobre, en la cercana cumbre de Pedro Gómez. Con la conquista
romana, el robledo quedaría dentro del territorio que se asigna a la nueva
colonia de Augusta Emerita, que ejercerá su control desde la prefectura de Turgalium.
Alcollarín aparece mencionado en el
Itinerario de Antonino, de Mérida a
Zaragoza, y en la localidad se han hallado varios epígrafes romanos. La extensa
Tierra de Trujillo, en la que se asienta la localidad, estuvo en manos
musulmanas desde el 714. Las Órdenes Militares jugaron un papel decisivo en la
reconquista. El rey Alfonso VIII
encargó en 1186 a don Gómez, maestre
de la Orden Militar del Pereiro, que se asentase en Trujillo. La reconquista
definitiva de la ciudad tuvo lugar el 25 de enero de 1233, en tiempos de Fernando III el Santo, en la que
participaron las Órdenes Militares de Alcántara, Santiago, el Temple, el obispo
de Plasencia y las huestes de los tres linajes más importantes de la ciudad en
la Edad Media: los Altamiranos, los Bejaranos y los Añascos. Estos últimos se
instalaron en Alcollarín, Zorita y La Zarza. La Guerra de la Independencia fue
catastrófica para la Tierra de Trujillo y las actividades económicas quedaron
paralizadas. Si el proyecto de la puesta en marcha del ferrocarril a su paso
por Alcollarín, que se remonta al año 1846, hubiera fraguado, el municipio
habría adquirido un empuje económico sin precedentes. El ferrocarril de
Talavera de la Reina a Villanueva de la Serena, fue la historia de una ilusión.
Esta modesta línea hubiese comunicado un territorio de más de 26.000 kilómetros
cuadrados, vertebrando comarcas que han estado siempre mal comunicadas. La
Guerra Civil tuvo distinta incidencia en los municipios extremeños. En Alcollarín,
milicianos falangistas tomaron el ayuntamiento, nombrando a personas adictas
como nuevas autoridades. Uno de los últimos actos protocolarios celebrados en
el municipio fue la inauguración de la avenida que lleva el nombre del eminente
doctor Juan Bernardo Cuadrado,
conocido como "el médico de los pobres", uno de los personajes más
destacados del municipio, que tuvo lugar el 1 de mayo de 2017, y del que el
autor se ocupó en otra obra. [2]
Obras artísticas.-Dos
obras artísticas sobresalen en Alcollarín: la iglesia parroquial de Santa Catalina de Alejandría y el
palacio de los Pizarro-Carvajal. El
templo se construyó en la primera mitad del siglo XV, aunque a lo largo de su
historia ha sufrido múltiples reformas. De su origen medieval conserva la
portada ojival lateral del muro de la Epístola. La capilla mayor la preside un
retablo del siglo XVIII del escultor Pedro
Díaz Bejarano. El coro ha sido reconstruido sobre tres arcos de medio punto
rebajados que rayan en columnas, bajo el cual se conserva una lápida con el
enterramiento de Diego Pizarro de
Carvajal. Las piezas de platería son escasas; no obstante ofrecen un amplio
abanico de tipologías: cálices de plata del XVI y XVII y una cruz procesional
de la primera mitad del XVII.
El palacio de los Pizarro-Carbajal
se encuentra junto a la iglesia. Los
elementos más antiguos del edificio corresponden al siglo XV, ya que se tiene
constancia de que Cristóbal Pizarro
fue el primer señor de la villa y que ostentaba la titularidad al menos desde
el año 1507. Es un edificio construido con mampostería irregular en muros y el
sillarejo en vanos, portadas y esquinas. Se trata de una obra cuadrangular, con
tres pisos. Hace diez años, su situación era de ruina total y, gracias a los
buenos oficios de la concejala Loli
Prados, en 2007, el edificio, que tenía más de sesenta propietarios y que
tuvieron buena disposición a donar su parte al pueblo, se pudieron firmar las
escrituras el 2 de octubre de 2008, otorgándose al pueblo de Alcollarín su
titularidad.
Tradiciones populares.-La
fiesta en honor de Santa Catalina de
Alejandría se celebra el 25 de noviembre. En los años cuarenta del siglo XX
se representó la obra "Fabiola",
con el propósito de recaudar fondos para adquirir la imagen de la Inmaculada Concepción, que se encuentra
en la parroquia de Santa Catalina. También se celebran dos romerías: la de San Blas, el 3 de febrero, y la del Lunes de Pascua.
[1] Ramos
Rubio, José Antonio: Alcollarín y el
poblado de Fernando V. Edit.: Diputación Provincial de Cáceres y
Ayuntamiento de Alcollarín. Depósito
legal: CC -246-2017, diciembre de 2017, 451 págs.
[2]
Vid. Ramos Rubio, José Antonio, y Díaz
Bernardo, Juan: Juan Bernardo
Cuadrado. Memorias de un médico extremeño (1878-1968). Edit.: Diputación
Provincial de Cáceres. ISBN: 978-84-608-9095-9. Cáceres, junio de 2016., 271
págs.
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