Cayo Apuleyo Diocles (en latín Gaius Apuleyus Diocles, Lusitania, 104; Praeneste, hacia el 146)
fue un deportista hispanorromano natural de la provincia romana de Lusitania,
considerado el más notable auriga (guía, conductor de carros), "héroe de
las muchedumbres más apasionadas, ídolo de un pueblo que cifraba su felicidad
en estas dos solas palabras: panem et
circenses (pan y circo)" [1],
en palabras del académico de la Historia, Antonio
García Bellido (Villanueva de los Infantes, 1902; Madrid, 1972).
Por los informes epigráficos --uno de Roma y otro de
Palestrina (antigua Praeneste) conocemos su origen hispano de nacimiento: natione hispano (de la provincia hispana)
dice el documento de Praeneste, y, más concretamente, de la Provincia Lusitana
(natione hispanus lusitanus), aunque
el lugar concreto de nacimiento no consta en ninguno de los dos testimonios
epigráficos. (Bellido). Sin embargo,
Juan Antonio Icardo, recogiendo este
origen indicado por el profesor Bellido,
señala que que "la Provincia Lusitana y su capital, Emerita Augusta,
contaba con uno de los circos más grandes del Imperio, inaugurado, se supone, a
mediados del siglo I, unos cincuenta años antes del nacimiento de Diocles (104, en tiempos de Trajano)" [2] y
añade que "Lusitania era y es tierra de magníficos caballos, quizá porque
a sus yeguas, según cuenta Columela (Gades,
Bética, 4 d. C; Tarento, 60-70 d.
C.), las fecundaba el viento". Y añade que "todavía hoy, en Mérida,
posiblemente su pueblo, una calle recuerda su nombre y su recuerdo". El periodista J. López Lago [3] sostiene
en un reportaje publicado en el diario Hoy
que "el auriga Diocles, que en
Mérida tiene calle y un pabellón", habría ganado en sus veinticuatro años
de carrera deportiva (año 122, a los 18 años-año 146, a los 42, según Bellido), 35.863.120 sestercios,
cantidad que, según las investigaciones del profesor Peter Struck, de la Universidad de Pensilvania, a día de hoy
superarían los 15.000 millones de dólares. López-Lago
recoge unas declaraciones del exdirector del Consorcio de la Ciudad Monumental
de Mérida, Miguel Alba, en las que
explica que "podemos intuir que (Diocles)
es de Mérida, porque de Lusitania venían los mejores caballos, además de contar
con un circo del que solo gozaban unas pocas ciudades..., en el que más de
30.000 espectadores cómodamente sentados pudieron ver sus primeras
carreras". Alba recuerda también
que, en el Museo Nacional de Arte Romano de Mérida, hay referencias a Diocles, su origen emeritense y su
valía como corredor. Sin embargo, Alicia
Canto, en respuesta a un artículo publicado en Terrae Antiquae, [4] afirma
que los cálculos de Peter Struck
están equivocados y que, teniendo en cuenta el valor de la plata actualmente, Diocles, en realidad, hubiera ganado
algo menos de 13 millones de euros, explicando que "al final es cuando él (Struck)
hace equivaler los sestercios a "$15 billion". Ahí
es donde se equivocó (a través del valor real de la plata de los denarios), y
de paso lo hacen las traducciones al español y otras lenguas europeas, por
culpa del uso de los "billones"
norteamericanos, que no valen lo mismo para ellos que para nosotros los
europeos." [5]
Siguiendo a Icardo
(ob. cit), en las carreras de
cuadrigas competían normalmente cuatro facciones, cada una de su color distinto:
factio albata, factio veneta, factio prasina
y factio russata (bando blanco, azul,
verde y rojo, respectivamente). "Constituían verdaderas empresas en las
que había enormes capitales invertidos en caballos, carros, sueldos de
corredores, establos, empleados, manutención, traslados, cuidados de bestias y
hombres... Los aurigas eran gentes a sueldo, verdaderos profesionales; esclavos
muchas veces, pero no siempre. Los premios se distribuían entre ellos y la
empresa o factio, y aun así no
alcanzaba para cubrir los gastos..."
Al referirse a las carreras disputadas y ganadas por Diocles, del bando rojo, Bellido
(ob. cit.) señala que este conductor de carros comenzó corriendo en la
facción alba, siendo cónsules Acilius
Aviola y Correllius Pansa. Su
primera victoria la tuvo corriendo con el bando blanco, siendo cónsules M. Acilius
Glabrio y C. Bellicus
Torquatus. En la facción verde comenzó a correr siendo cónsules por segunda
vez Torquatus Asprenas y Annius Libo. Venció por primera vez con
el bando rojo en el consulado de Laenas
Pontianus y Antonius Rufinus, Condujo
cuadrigas durante veinticuatro años, corriendo 4.257 veces, venciendo 1.462, de
ellas 110 carreras de honor celebradas a comienzo de la fiesta. En carreras de
un solo carro por cada uno de los cuatro bandos, venció 1.064 veces, de ellas
92 en certámenes en los que se disputaban premios en dinero, distribuidas del
siguiente modo: 32 victorias en la que el premio era de 30.000 sestercios, de
ellas tres en carros tirados por seis caballos; 29 victorias en las que el
premio consistió en 50.000 sestercios, de ellas una con carros tirados por
siete caballos, en las que consiguió tres victorias con premios de 60.000
sestercios. En carreras en las que por cada facción corrían dos carros, venció
387 veces, cuatro de ellas ganando un premio de 15.000 sestercios y corriendo
con carros de tres caballos. En carreras en las que cada bando corría con tres
carros triunfó 51 veces. Obtuvo premios de varias clases ad honoren venit en 1.462 carreras; segundos premios, 861 veces;
terceros, 576 veces; cuarto, una sola vez, y con premio de 1.000 sestercios; y
no se clasificó, 1.351 veces. En total, 4.251 carreras corridas, ganando en
total 35.863.120 sestercios.
[1] García
y Bellido, Antonio: Diocles, el as de los circos romanos,
Arbor, XXXII, págs, 252 y ss, noviembre
de 1955.
[2]
Icardo, Juan Antonio: Un milenio de cuadrigas: hipótai y
agitadores, htpps://:
historiadelaveterinaria.es, PDF.
[3] López-Lago, J.: El atleta más rico de la historia de Mérida, Diario Hoy,
10-10/2015.
[4] Santos
Fernández, José Luís: Cayo Apuleyo
Diocles, el atleta más rico de la historia era de Mérida, Terrae Antiquae, 10 de octubre de 2015.
[5] M. Canto, Alicia, profesora titular de Epigrafía y Numismática,
Universidad Autónoma de Madrid.
No hay comentarios:
Publicar un comentario