Ignacio Suárez Somonte (Mérida, 31/07/1875-11/10/1951) fue catedrático de Matemáticas, diputado en Cortes durante dos legislaturas, director general de Primera Enseñanza con Primo de Rivera en 1925, miembro de la Junta de construcción de la Ciudad Universitaria y director del Instituto "Cardenal Cisneros" de Madrid y autor de varios libros de texto: Aritmética, Nociones de Geometría y Nociones y Ejercicios de Aritmética y Geometría, un Tratado de Álgebra y otro de Álgebra y Trigonometría, e hijo predilecto de Mérida en 1921.
Este
ilustre pedagogo emeritense nació en la calle Nueva, según recoge en su libro
el investigador Navarro del Castillo[1].
Fue el segundo de los cinco hijos de la familia. Su maestro de primaria, don Manuel Guerrero, observó en su alumno
una inteligencia nada común y recomendó a sus padres que le dieran estudios
superiores si les era posible y estos le contestaron que, con sus escasos
haberes, no podían. Suárez Somonte
también se dio cuenta de que en los libros podría cimentar su porvenir. En
vacaciones pasaba largas temporadas en una casa de campo de Mirandilla de la
que sus tíos eran los encargados. Allí dedicaba las noches a estudiar hasta que
se acababa el aceite del candil. En 1887, el Ayuntamiento anunció un concurso
para otorgar una beca al mejor alumno de las escuelas primarias de Mérida, que
logró Ignacio entre los ocho
presentados. Con la beca, se matriculó en el colegio Torrejón, simultaneando
sus estudios con el empleo de mancebo en la farmacia de don Juan Valverde Lillo. Terminado el
bachillerato a los 17 años, fue contratado como profesor en el citado colegio.
Llamado a filas en 1885, fue destinado a Sevilla, donde compaginó sus tareas
con los estudios en la Facultad de Ciencias de la Universidad hispalense.
Obtuvo tres matrículas de honor y sobresaliente en las asignaturas de primero y
sus compañeros le dieron un modesto banquete. Enterado el general Polavieja de la valía intelectual de su
soldado, le nombró ordenanza del archivo y profesor del cuerpo de sargentos.
Trasladado a Madrid por la influencia del citado general, ingresó en el
Ministerio de la Guerra en calidad de ordenanza del archivo y obtuvo una beca
en la Universidad Central. Con los diez reales diarios de su beca, pudo
proseguir la carrera y ayudar a su familia con 75 pesetas mensuales. Finalizada
la carrera, se colocó como profesor de Matemáticas en el Colegio de Figueroa.
Más tarde gana la plaza de catedrático de Matemáticas en el instituto de Cuenca
frente a otro opositor. En 1898 logra la cátedra del Instituto Cardenal
Cisneros de Madrid y se lo comunica al ayuntamiento, que le felicita. Años
después pasaría a ser secretario del centro y muerto su director, fue nombrado
para sustituirle.
Además
de director, fue también director general de Enseñanza Primaria en el gobierno
de Primo de Rivera, decano del
Colegio de Licenciados de Madrid y diputado a Cortes por Teruel durante dos
legislaturas por el partido de Maura,
en el que militaba.
El 27
de febrero de 1921, tras lograr su acta de diputado, Mérida le ofreció un
homenaje junto al también pedagogo e hijo predilecto Vicente Delgado Valencia. Tras él se descubrió una lápida en la
casa en que nació con la siguiente inscripción: “En esta casa nació el ilustre
pedagogo y director del Instituto Cisneros de Madrid. 27-2-1921” El día 28, el
Liceo emeritense le ofreció un banquete como socio honorario del mismo.
Como
diputado, logró la construcción de la carretera de Mérida a Alange y la
concesión de fondos para la terminación de la parroquia de Santa Eulalia. En el citado acto del homenaje, el diputado de su
partido Antonio Pacheco anunció que
se había firmado el inicio de las obras del nuevo cuartel de artillería.
Asimismo, durante el homenaje se le entregó un pergamino con el nombramiento de
hijo predilecto de Mérida.
Fue
condecorado con la Gran Cruz del Mérito Naval y la Gran Cruz de Alfonso X el
Sabio. Falleció el 11 de octubre de 1951, a los 86 años, en la casa de don Andrés Valverde. La alcaldía declaró
día de luto local el 12 de octubre. El diario ABC del día 13 le dedicó una
semblanza, al ser su hijo político,
Benito Pico, consejero de Prensa
Española. Estuvo casado dos veces: con doña María Brocal, que falleció a temprana edad y le dio un hijo, Ignacio, y con la argentina doña Isabel Martínez Pasarón, antes casada
con el también argentino señor Picó,
que aportó al matrimonio tres hijos y tuvo con ella otros tres: Marita, Isabel y Clemente.
El 30
de enero se inauguró en la calle Nueva un colegio que después llevaría su
nombre que, durante la República, se llamó “14 de abril”, hasta la entrada en
la ciudad de las tropas nacionales, que le devolvieron su primitivo nombre.[2]
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[1] Vid.:
Navarro del Castillo, Vicente: Historia
de Mérida y pueblos de su comarca, T. III, Familias e hijos ilustres de Mérida,
siglos XV al XX, págs. 338-341.
[2] Vid.:
La enseñanza pública en Mérida (I), en El
Periódico Extremadura, de 14/09/2003.
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