viernes, 23 de junio de 2023

TRINIDAD NOGALES INGRESA EN LA RAEX


“LA SOCIEDAD EXTREMEÑA DEBE APOYARSE EN LA ACADEMIA PARA BENEFICIARSE DE SU ACTIVIDAD Y ENRIQUECERSE”


Con la toma de posesión de Trinidad Nogales Basarrate (Mérida, 1960), doctora en Arqueología y licenciada en Historia del Arte por la Universidad de Salamanca, responsable de investigación del Museo Nacional de Arte Romano de Mérida (MNAR) entre 1992-2011, que dirige desde el 03/07/2017, la Real Academia de Extremadura de las Letras y las Artes (RAEX) alcanza los veintitrés académicos de los veinticinco previstos en los Estatutos. La doctora Nogales Basarrate fue elegida el 4 de mayo de 2019; pero las circunstancias derivadas del Covid-19 y el estado de alarma, retrasaron hasta ahora su toma de posesión. Ocupará la medalla número 18, vacante por fallecimiento del archivero de las catedrales de Sevilla y Badajoz y director del Museo Provincial de Bellas Artes de Cáceres, Pedro Rubio Merino, electo el 27 de abril de 1985, que ingresó el 28 de mayo de 1986 en Valdefuentes, y fallecido el 11 de diciembre de 2016.

Consejera de Educación del Gobierno de Extremadura en la legislatura del presidente Monago (2011-2015), académica correspondiente de las Reales Academia de la Historia y de la de Bellas Artes Santa Isabel de Hungría de Sevilla, la nueva académica de la RAEX es reconocida por sus obras de investigación sobre el legado romano de Mérida, sus publicaciones y artículos en revistas especializadas, españolas y extranjeras, así como arqueóloga de campo y como profesora en universidades de España, Europa y Estados Unidos.

En vísperas de su toma de posesión en la capital de Extremadura, Trinidad Nogales defiende los valores de la Academia de Extremadura, “para que la sociedad se apoye en ella, se beneficie de su actividad y ambas se enriquezcan”, así como el papel que Mérida  debe tener hoy y el compromiso de sus ciudadanos para hacerla más grande.

Retraso de la toma de posesión

Pregunta.-Fue usted elegida académica de Extremadura en mayo de 2019; pero el confinamiento provocado por el Covid-19, y posteriormente por los estados de alarma, provocaron este retraso justificado de su toma de posesión. Parecía que el día no llegaría nunca hasta varios años después… ¿Se le ha hecho larga la espera?

Respuesta.-Realmente no, porque cuando se declaró la pandemia nunca pensé que fuera a cambiarnos tanto los planes vitales, ni a prolongarse tanto en el tiempo. La nueva situación la tuve que asumir y seguí trabajando en los muchos proyectos que siempre tengo en mi hoja de ruta tanto como directora del MNAR como investigadora del mundo antiguo.

P.-Ha elegido para su discurso de ingreso un tema de su predilección: “Iconografía romana: sociedad y mensaje”. ¿Qué mensaje nos transmite la iconografía romana de Mérida y qué relación guarda con el tema de su tesis doctoral “El retrato privado en la escultura romana emeritense”?

R.-Desde mis inicios en el campo científico de la arqueología clásica me atrajo el valor de la iconografía, porque entonces era poco conocido el poder de las imágenes. El tema de mi tesis fue un primer arranque, luego vinieron otros muchos, pero siempre interrelacionados. Es un asunto fascinante, porque no podemos imaginar la cantidad de mensajes que las imágenes antiguas nos proporcionan.

Mérida por descubrir

P.¿Todavía nos sigue dando lecciones por descubrir Augusta Emerita? Pareciere que estamos en una mina sin fondo por hallar… Juan Pablo Forner, ilustre emeritense, orgulloso de su cuna, le recuerda a otro ilustre extremeño, Godoy: “Mérida que en las Españas/ algún tiempo fuiste Roma…” ¿Fue Emerita Augusta la Roma de Hispania?, como escribiere aquél y recordare su predecesor en la Academia de Extremadura, Pedro de Lorenzo, en artículo publicado en ABC en febrero de 1975…

R.-Augusta Emerita es la Roma española, sin duda. Estos autores clásicos y personalidades de la Historia de Extremadura y de España, como en el caso de Godoy, Forner o Pedro de Lorenzo, no hicieron sino abundar en el potencial de un yacimiento como el nuestro. Los numerosos eruditos y viajeros de todo origen que por aquí recalaban no dejaban de asombrarse ante la magnificencia de estas ruinas y, como dijo Mariano José de Larra, “son un niño dormido en los brazos de un gigante…”. Parangonar Augusta Emerita con Roma es lógico a tenor de la magnitud de nuestro patrimonio.

P.-¿Por qué, entonces, Larra definió Mérida como la “gran osamenta pétrea” y “niño dormido en los brazos de un gigante…”?

R.-Porque en el siglo XIX, Larra fue consciente de que no estaba exhumada ni una mínima parte del yacimiento, que reposaba en un sueño eterno bajo los pies de una modesta ciudad, y quería remarcar la necesidad de despertar a ese gigante dormido. Era un hermoso símil poético que él empleaba para despertar conciencias.

P.-El maestro de la Mérida romana, su esposo y ahora compañero de Academia, José María Álvarez Martínez, me confesaba en una entrevista que “a Mérida le faltó una catedral para configurar una historia brillante, que la tiene…” (El Periódico Extremadura, 24/12/2000). ¿Lo cree también así?

R.-A Mérida le han faltado muchas cosas, una catedral entre otras. Perdió su papel en la historia, hundiendo sus raíces en un injusto olvido. Mérida es la capital histórica de Extremadura, pero las sucesivas etapas de poder no siempre respetaron este papel, ni tampoco sus gentes lograron sacar a la ciudad del letargo en el que se sumió. Es fácil analizarlo ahora, en el siglo XXI. Lo importante es el papel que Mérida tiene hoy, y el que debe tener. De ello no sólo son responsables las instancias públicas. También los emeritenses con nuestro compromiso hacemos grande o pequeña nuestra ciudad.

P.-Ha dedicado su vida a la investigación, la docencia, la difusión, las excavaciones del legado romano, y hasta la política, en una legislatura… ¿De qué parte de su vida se siente más satisfecha?

R.-Creo que nuestra vida, la de cualquier ser humano, es un camino en el que vas encontrando distintos destinos. En cada uno de ellos, que son las etapas vitales, uno debe pararse, aprender y recoger todo lo positivo. Cada faceta me ha enriquecido mucho, y este bagaje me ha forjado muy favorablemente. Todos estos aspectos de mi vida, investigación, docencia, difusión social y política, me han enseñado muchas cosas y me han hecho crecer como persona.

El papel del MNAR y su ampliación

P.-El papel del Museo Nacional de Arte Romano (MNAR) que hoy dirige no se circunscribe sólo a la exposición permanente de las obras principales que atesora, sino que va más allá de ellas, como las exposiciones temáticas no permanentes (como “La mirada de Roma”), la labor docente y la enseñanza, en fin, de una cultura… ¿Hay algo mucho más oculto de lo que enseña el MNAR?

R.-El MNAR es toda una lección y experiencia que nos traslada a las claves de la cultura clásica, sobre las que se cimenta nuestra cultura occidental. El Museo nos ha colocado en una posición internacional de referencia, siendo una institución muy respetada y cuya voz se tiene en cuenta a la hora de forjar proyectos europeos e internacionales sobre el pasado romano al más alto nivel. Pero otro valor es que somos una institución muy cercana a la sociedad, que interactúa con ella en todas las vertientes. Quizá los extremeños no son plenamente conscientes de que tienen un tesoro del que se pueden sentir muy orgullosos. Los profesionales del MNAR trabajamos para que la sociedad descubra ese tesoro y lo disfrute.

P.-Por fin, ha llegado la hora de la ampliación del MNAR. ¿Es suficiente la propuesta y qué va a suponer?

R.-La ampliación y remodelación suponen dotar al centro de instalaciones que llevamos demandando años para poder desarrollar mejor nuestras labores. El MNAR tiene ya casi 40 años y debía mejorar. La petición, que arranca en 2007, viene avalada por el trabajo desarrollado, siendo nuestro Ministerio consciente de que estábamos perdiendo oportunidades por falta de espacios, de medios materiales y humanos…. Esta nueva etapa, como todo en la vida, dependerá de los medios humanos y materiales que tengamos en el futuro. Por mi parte, seguiré trabajando con el equipo del MNAR para seguir proyectando nuestro Patrimonio. Confío que la administración, tanto regional y local como nacional, nos siga apoyando, como hasta ahora lo ha hecho, para alcanzar objetivos ambiciosos por el beneficio de Extremadura y de nuestro país.

P.-¿Pertenece usted a la generación que el fotógrafo Robert Capa llamó “Generación X” o a las Baby Boomers”, nacidos durante el “baby boom”…¿Cómo ha logrado llegar hasta aquí una mujer de su generación? Sin su madre, recordaba en una entrevista, no le hubiera sido posible a usted, también madre, llegar hasta esta meta…

R.-Las mujeres de mi generación accedimos a la Universidad, deseo que nuestras madres no podían cumplir, y tuvimos que romper muchos clichés para abrirnos camino. La sociedad no lo ponía fácil. Siempre está el maldito “techo de cristal” que cuesta tanto traspasar. Yo he reconocido que sin la ayuda de mi madre no hubiera podido alcanzar las metas que me propuse. Gracias a ella yo planificaba actividades “sin mala conciencia” por dejar a mis hijas, porque con ella estaban mejor que conmigo. Ahora, como madre, animo a mis hijas a no ponerse barreras, y procuro ayudarlas a cumplir sus sueños personales y profesionales. Por fortuna, las nuevas generaciones tienen otro contexto social, pero hay que seguir trabajando en pro de la igualdad real.

P.-Me molesta hacerle esta pregunta, pero he de hacérsela: cuando fue elegida directora del Museo, tras su marido y su padre político, sus predecesores, algunos maledicentes, incluso hoy, hablaron, y hablan, de nepotismo. ¿Se lo ganó usted por sus méritos, pero nunca por herencia, entiendo, según las bases del Ministerio?

R.-Las vinculaciones profesionales familiares te hacen pagar un precio, pues la demagogia y crítica fácil suelen imponerse. Compartir profesión en familia tiene muchas ventajas, porque te enriqueces. Por fortuna, hay sagas familiares de médicos, profesores, artistas… pues las inquietudes se retroalimentan.

En el caso de la Administración pública se accede por igualdad, mérito y capacidad. Superé en 1986 una dura oposición, con la primera plaza del MNAR; posteriormente, un concurso de méritos para la dirección. Nadie accede a un puesto de funcionario de carrera en la administración pública por herencia o trato de favor. Plantear eso es mala fe o desconocimiento. Siempre procuré ganarme un prestigio en el ejercicio diario de mi profesión. Soy respetada porque quienes conocen mi trayectoria saben cómo he llegado hasta aquí. Lo demás no me importa ni me afecta.

P.-Por último, señora académica, ¿qué papel debe cumplir esta institución para la Comunidad a la que sirve y ésta con ella, en justa reciprocidad a los servicios que le presta?

R.-La Academia debe ser un referente social y de la cultura, porque sus miembros son personas que dedican su actividad en favor de la comunidad, como profesionales reconocidos de distintas parcelas del humanismo, las Letras y las Artes. Como órgano consultivo que es, colabora con las administraciones, además debe crear masa crítica en la sociedad en la que se enraíza. Creo que hay un poco de distancia entre la Academia y la sociedad extremeña. Hay que trabajar para que se conozcan los valores de la Academia de Extremadura para que la sociedad se apoye en ella, se beneficie de su actividad y ambas se enriquezcan.


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