sábado, 18 de enero de 2025

SIXTO MURIEL REGODÓN, PRIMER ALCALDE DEMOCRÁTICO DE CORIA


Sixto Muriel Regodón (Radio Interior)

Coria ha despedido esta mañana a su primer alcalde democrático Sixto Muriel Regodón (Casar de Palomero, Cáceres, 1937; Cáceres, 17/01/2025), fallecido ayer noche en la capital de la provincia a los 87 años de edad. El finado, que ha sido incinerado en el crematorio Nuestra Señora de Fátima de Plasencia, deja cuatro hijos y catorce nietos. Su esposa, con la que compartió su vida, María Ascensión de la Riva, falleció el 2 de abril de 2023. El Ayuntamiento de la ciudad ha decretado tres días de luto oficial, según ha comunicado la alcaldesa, Almudena Domingo.

    Maestro nacional, ejerció su profesión en Acebo y Coria donde, desde su inauguración, en 1977, fue director del Colegio “Maestro Camilo Hernández” hasta su jubilación, en 1988. En 1984, el centro, cuyo nombre lleva el de un maestro cauriense que ejerció su profesión durante cuarenta años en la ciudad, fue visitado el 1 de octubre de 1984 por el presidente del Gobierno, Felipe González, acompañado de su entonces ministro de Educación, José María Maravall, para la apertura del curso académico.

    Elegido alcalde durante las primeras elecciones democráticas por UCD, gobernó la localidad con mayoría absoluta durante la primera legislatura (1979-1983), tras obtener nueve concejales por seis del PSOE y dos del PCE.

    Durante su mandato, el vicepresidente del Gobierno, Rodolfo Martín Villa, inauguró el nuevo ayuntamiento de la ciudad el 10 de junio de 1982. En junio de 2012, durante la celebración del XXV aniversario de la construcción del edificio, que costó 34 millones de pesetas, el Ayuntamiento homenajeó a sus alcaldes durante la democracia y a los concejales de la primera corporación, encabezada por Sixto Muriel Regodón, en un acto presidido por el presidente de la Asamblea, Fernando Manzano. Siendo alcalde, el ministro Juan Rovira Tarazona puso la primera piedra del hospital de la Seguridad Social y de la comarca, inaugurado el 27 de enero de 1987, por su sucesor, el socialista Eugenio Simón Alonso (1983-1987), fallecido en 2010, a los 85 años. Asimismo, el anterior alcalde y diputado del PP en la Asamblea, José Manuel Ballesteros (alcalde durante tres legislaturas, 2011-2023) ha expresado sus condolencias a la familia.

    Sixto Muriel fue un hombre comprometido con la ciudad. Tras su pasó por la política, presidió la Junta Local de UNICEF y perteneció a las directivas de Nuestra Señora de Argeme, patrona de la ciudad, y del Club Deportivo Coria, del que también fue socio, cuyos presidentes han expresado su pesar a la familia.

    En su oración fúnebre, el párroco de San Ignacio de Loyola de Coria, Julián Carlos Pérez Domínguez, subrayó que, durante el Jubileo de la Esperanza, Sixto Muriel, “nos deja su relevo” en una vida que carece de ellos, y expresó su deseo de que la patrona de la ciudad sea un consuelo para la familia tras su larga vida.

    Descanse en paz el primer alcalde democrático de la ciudad, que entregó a ella gran parte de su vida, así como a la docencia, siguiendo la tradición de la saga familiar de sus padres.


viernes, 17 de enero de 2025

ALMARAZ, CRISOL DE CULTURAS ENTRE EL PUENTE, EL TABACO Y LA NUCLEAR


Puente de Almaraz

    El municipio de Almaraz, situado en el noroeste de la provincia de Cáceres en la Alta Extremadura, es un crisol de culturas en el que se fusionan las influencias árabes, judías y cristianas, que han dejado un legado arquitectónico y cultural que perdura hasta nuestros días. Decir su nombre es invocar su industria paleolítica, su pasado romano, el Camino Real de Extremadura, el puente de su nombre como paso obligado en la historia, la economía del tabaco como motor del comercio¸ el embalse de Valdecañas, primer aprovechamiento integral del río Tajo; los cambios en la agricultura, la urbanización y, sobre todo, la planta de energía nuclear, que tanto ha influido en su demografía.

    El cronista oficial de Trujillo y académico correspondiente de la Real Academia de la Historia y de la Real Academia de Extremadura de las Letras y las Artes, José Antonio Ramos Rubio, ofrece en su nueva obra –“Almaraz. Patrimonio histórico-artístico y arqueológico. Su territorio” [1]--  un paseo por su fascinante historia, tejida con los hilos del tiempo y las huellas de civilizaciones pasadas, que dejaron un legado arquitectónico y cultural que perdura hasta nuestros días, “un homenaje a la identidad única del pueblo y a las personas que la han moldeado a lo largo de los siglos”, según señala su alcalde, Juan Antonio Díaz Agraz, en el prólogo.

    Aunque el territorio de Almaraz no es muy conocido por sus yacimientos arqueológicos, tiene algunos lugares de interés en comparación con otras regiones de España, estudiados por los profesores Cerrillo Cuenca, Quijada González y González Cordero. El Museo Arqueológico de Navalmoral, en la Fundación Concha, alberga numerosas piezas líticas correspondientes al Paleolítico y Neolítico, en su mayoría pertenecientes a los yacimientos del Campo Arañuelo: El Torreón y el Castillejo (Almaraz), Los Cerros (Navalmoral), Riberos (Belvís), cueva Cerro Jabalí (Valdecañas) o los asentamientos de la Edad del Cobre de Fuente del Agua (Almaraz), Milanillo (Valdecañas) y Borbollón y Los Cerros del Berrocal. A 9 kilómetros de Almaraz se encuentra uno de los yacimientos más importantes de la provincia: Canaleja, en Romangordo. Uno de los hallazgos más importantes ha sido La Cueva del Mingo, el Moro y la necrópolis que abarca desde el Torreón hasta la vía principal de Almaraz.

    En el año 218 a. C. los romanos entran en Hispania. A medida que Roma consolidaba su domino sobre Hispania, comenzó un proceso de romanización, mediante el cual se introdujeron instituciones, leyes y costumbres romanas en la región. El territorio en el que enclava Almaraz sufrió un importante proceso de romanización. Los romanos trazaron la calzada que unía Mérida con Zaragoza, construyendo numerosas villas. A escasos 30 kilómetros de Almaraz se encuentra uno de los asentamientos más importantes de la Península: Talavera la Vieja (Augustóbriga), centro administrativo del territorio.

    En la Alta Edad Media, cuando aún no estaban delimitadas las demarcaciones territoriales entre Romangordo y Almaraz, surgió un importante enclave musulmán: Medina Al-Balat o Al.Belat, citado en fuentes árabes. Esta población fortificada fue capital de una “cora” o provincia musulmana entre los siglos X y XI. Los geógrafos árabes mencionan Albalat como cabecera de comarca o de provincia, que subsistió hasta el siglo XII, siendo arrasada. Sophie Gilotte, doctora en Historia del Arte Islámico y académica correspondiente de la Real Academia de Extremadura de las Letras y las Artes, ha liderado todas las excavaciones realizadas en la Medina de Albalat.

    En la Edad Media surgirán otros núcleos defensivos, o de incursiones militares hacia tierras cristianas cercanos a Almaraz. La primera carta de repoblación de Almaraz fue concedida por el rey Fernando III en 1220, primer documento que hace referencia al lugar. En 1180, sus tierras fueron ocupadas por el rey Alfonso VIII tras la fundación de Plasencia. El Campo Arañuelo aparece reconocido como tal a mediados del siglo XIII. La creación del Honrado Concejo de la Mesta de pastores por Alfonso X en 1273 impulsa la creación de las cañadas reales. Por Almaraz pasaba la Cañada Real Leonesa Occidental. El origen de la villa de Almaraz se encuentra en la repoblación, en el siglo XIV, por Blasco Gómez de Almaraz.

    En el siglo XVII, Almaraz se convirtió en zona de paso de las tropas españolas en su guerra con Portugal, así como en la Guerra de la Independencia. Junto a Almaraz pasaba el Camino Real de Extremadura, un camino largo, serpentino y difícil, muy proclive para las emboscadas de los bandoleros, según los viajeros extranjeros. El Camino Real fue muy frecuentado por los viajeros, tropas militares y por la realeza.

    Puentes como el de Almaraz fue paso obligado a lo largo de la Historia, como apuntan los viajeros españoles, franceses e ingleses, que pasaron por estas tierras. Incluso algunos se lamentan en sus escritos de la destrucción del arco del puente de Almaraz, en 1812, y la necesidad de cruzar el río en barca. En 1809, los franceses observaron la enorme importancia estratégica que tenía el puente, pero, sobre todo, el castillo de Miravete, que rehabilitaron, guareciéndole con 200 hombres para mantener las comunicaciones. En 1812 fue tomado por los ingleses, que le demolieron. 

    Durante las primeras décadas del siglo XX, Almaraz experimentó un crecimiento lento y gradual. Su producción de tabaco de alta calidad ha contribuido al desarrollo local, generando empleo en la agricultura, la manufacturación y la distribución. La industria del tabaco ha dado lugar a la creación de empresas dedicadas al procesamiento, secado y embalaje del producto e impulsar sectores como el transporte y la logística.

    La central nuclear de Almaraz ha sido objeto de debate y controversia, como otras de todo el mundo. En 2019 se anunció un acuerdo para cerrar la central en 2027, tras casi cincuenta años de operación, aunque la fecha se ha modificado posteriormente.

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[1] Vid.: Ramos Rubio, José Antonio: Almaraz, Patrimonio histórico-artístico y arqueológico. Su territorio, Diputación Provincial de Cáceres, Cáceres, 2024, 223 págs.



jueves, 16 de enero de 2025

POBREZA INFANTIL EN EXTREMADURA




    La pobreza infantil sigue estando por encima de la media de pobreza. Ser niño o adolescente en nuestro país es factor de riesgo de pobreza. Uno de cada tres menores de 18 años es pobre; en concreto, el 33,9 por ciento. Más de siete puntos por encima de la pobreza media, el 26,5 por ciento.
    
    Los peor parados son los adolescentes. Los niños con una menor tasa de pobreza son los que tienen entre 0 y 3 años, con el 31,8 por ciento. Después, entre los 4 y 12 años, el porcentaje sube ligeramente hasta el 32,6 por ciento; pero son los chavales, entre 13 y 17 años, los que mayor índice de pobreza presentan: el 37,1 por ciento. [1]

    Según el citado estudio, son los hogares con presencia de menores de 18 años los que muestran una mayor tasa de riesgo de pobreza y/o exclusión social. Sin menores en casa, hay un 22 por ciento de hogares en riesgo; pero esta pobreza aumenta con presencia infantil hasta el 31 por ciento.

    El estudio constata que la carencia material severa supone no poder afrontar al menos cuatro de los nueve supuestos que recoge el INE en esa encuesta de condiciones de vida. Supuestos básicos para un hogar, como mantener la vivienda a una temperatura adecuada, comer carne o pescado al menos cada dos días, contar con lavadora o teléfono, según afirma la secretaria de Políticas Sociales, Igualdad y Formación del sindicato, Lourdes Pedrazuela.

    Ya en 2019, el Comité de Extremadura de UNICEF (Fondo de Naciones Unidas para la Infancia) presentaba su primer Informe [2] sobre la situación de la infancia  y la adolescencia, en el que se afirmaba que el 48,2 de los niños y niñas que viven en Extremadura se hallaban en riesgo de pobreza y exclusión social.

    Según la tasa AROPE (grupo de personas en riesgo de pobreza y/o exclusión social, por sus siglas en inglés, AROPE) de 2018, de acuerdo con el citado Informe, Extremadura es la Comunidad con más pobreza infantil de España, duplicando la tasa europea (24 por ciento). Por ello, UNICEF considera imprescindible que se proteja, priorice y visibilice la inversión en la infancia, de cara a garantizar el bienestar de los niños y niñas, especialmente en los ámbitos con mayores desafíos: lucha contra la pobreza, salud, educación y protección, situándolos en el centro de las políticas.

    Los derechos de la infancia y la pobreza en Extremadura. Agenda 2030 refleja que la comunidad autónoma es una región eminentemente rural, lo que dificulta la gestión de los recursos destinados a la infancia y la adolescencia, especialmente en la provincia de Cáceres, donde el 58 por ciento de la población reside en municipios de menos de 10.000 habitantes. Esta situación obliga, según el citado Informe, a la optimización de recursos disponibles e implica un esfuerzo en el alcance de las instituciones y del propio sistema de bienestar social.

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[1] Vid.: Análisis de la encuesta de condiciones de vida de la infancia 2024, Unión Sindical Obrera (USO), de 17 de junio de 2024.

[2] Vid.: Los derechos de la infancia y la adolescencia en Extremadura. Agenda 2030, UNICEF Comité de Extremadura, Cáceres, 2019.


viernes, 3 de enero de 2025

EL HERMANO DEL ALCALDE DE PLASENCIA


Antonio María Serrano Pino (Radio Plasencia Centro)

    No hay día sin sobresalto ni una fecha para el recuerdo. Todo pasa y pasará: el año viejo que se nos fue; el año nuevo que se nos regala. La vida toda es un regalo de Dios, pero solo Él dispone de ella. Cada día, la muerte nos recuerda que estamos de paso. No hay año ni días para ella, porque cualquiera fuere bueno.

    El pasado año, en octubre, fallecía en Plasencia, a los 83 años, el escritor Gonzalo Sánchez-Rodrigo Martín. Nacido en Serradilla en 1941, a los 4 años se trasladó con su familia a la ciudad, donde desarrolló toda su trayectoria familiar y profesional hasta su deceso. Hijo y nieto de editores, siempre tuvo como referente la figura de su abuelo, Agustín Sánchez Rodrigo, editor del método Rayas, el sistema de aprendizaje de la lectura y escritura, en el que tantos niños aprendieron a leer y escribir. Escritor, columnista, colaborador en prensa y radio, autor de “La sillería del coro de la catedral de Plasencia”, candidato al Senado en 1977 por la Federación Democracia Cristiana, trabajó en sus inicios en la editorial e imprenta familiar hasta que recaló en Caja Plasencia y posteriormente en Caja Extremadura. Se vino a vivir a Cáceres por deseo de su presidente hasta su jubilación. La Caja fue su casa; el periodismo, su pasión. Este nexo y su paso por Cáceres nos unió hasta el final, junto a un amigo común, Víctor Chamorro, fallecido en 2022, también en Plasencia, a quien acompañare hasta Cáceres para presentarnos su “Historia de Extremadura”. Conocimos su muerte cuando ya no estaba en este mundo. No le pudimos despedir.

    Tampoco despedimos al hermano del alcalde de Plasencia, como le conocíamos: Antonio María Serrano Pino, fallecido a los 79 años, ayer, segundo día del año. Desde que le conociere en su ciudad y la mía adoptiva, nos tratamos como compañeros y amigos. Conocí a su hermano, el alcalde Juan Francisco Serrano Pino, que dirigió el gobierno municipal desde 1968 hasta 1979, antes que a él, a principios de los 70, cuando una noche de niebla densa nos ofreció quedarnos en el “Alfonso” antes que volver a Cáceres, a otro Antonio, compañero de Radio Popular, y a mí, que íbamos cada sábado a Plasencia para pasar la tarde y primeras horas de la madrugada cuando mi amada ciudad tenía más vida que Cáceres.

    Cada vez que iba a Plasencia y me lo encontraba, hablábamos de nuestras cosas. Fui a la cena-homenaje que le dieron sus últimos compañeros de corporación a su hermano, el último alcalde franquista, sí, pero que puso muchos pilares de la Plasencia moderna. En aquella cena de despedida se hizo repaso de su obra toda por Plasencia. Le preguntaba por él, le conté las conversaciones con sus concejales y él me contaba los problemas que tuvo con sus sucesores y su emisora, Radio Plasencia Centro, que dirigió y de la que fue alma hasta su muerte. En septiembre de 2005, cuando a los desterrados hijos de Granadilla nos recibió Plasencia como hijos adoptivos, a la entrada en el Teatro Alkázar, allí me esperaba para darme el disco en el que reprodujo el artículo que le envié como documentación previa al acto. Aquí sigue junto a mí. Lo escuché: tenía Antonio voz de locutor de radio, además de caché de empresario… En otra ocasión, fui a Plasencia a un acto (la inauguración del enlosado de la catedral) y estuvimos juntos compartiendo unos momentos con las concejalas y concejales que asistieron al acto. Otro día me lo encontré en un bar con un concejal popular, al que me presentó, y me dijo que su partido había apoyado la propuesta de Raquel de la adopción porque “le pareció una cosa muy bonita”… Ni la ponente ni la alcaldesa supieren que yo, residente en Cáceres, pero voluntario de Plasencia desde pequeño, fuere natural de la villa perdida, ni mi primo Enrique Jiménez, el pintor, que ha expuesto en todos los lugares de la ciudad; ni la paisana Paquita, la hija del juez de Paz, con un bar que regentó en calle paralela a la plaza y que ofrecía comidas riquísimas… Fuéremos placentinos cuando ellos eran bebés.

    Antonio, el hermano del alcalde, al que tampoco he podido despedir, sabía escuchar más que hablar. Para hablar ya tenía la radio, su emisora, desde la que comunicaba a la ciudad y comarca lo que sus vecinos ignoraren. Desde su atalaya asistirá ahora, mudo para siempre, al devenir de nuestra ciudad; pero su voz permanecerá siempre conmigo en su disco y en la de los placentinos que le escucharen.

    Como la del compañero, discípulo y amigo Juan Manuel Cañamero (Mérida, 22/09/1968; Badajoz, 25/08/2024), fundador de Diario de Mérida y Diario de Plasencia, quien nos dejó en la madurez espléndida del periodista de raza que fuere y que tanto defendiere a la ciudad capital de las comarcas del norte de Cáceres.

    Antonio, Juan Manuel, Gonzalo, unidos junto a mí por Plasencia, Mérida y Cáceres, que la tierra os sea leve.