La pobreza infantil sigue estando por encima de la media de pobreza. Ser niño o adolescente en nuestro país es factor de riesgo de pobreza. Uno de cada tres menores de 18 años es pobre; en concreto, el 33,9 por ciento. Más de siete puntos por encima de la pobreza media, el 26,5 por ciento.
Los peor parados son los adolescentes. Los niños con una
menor tasa de pobreza son los que tienen entre 0 y 3 años, con el 31,8 por
ciento. Después, entre los 4 y 12 años, el porcentaje sube ligeramente hasta el
32,6 por ciento; pero son los chavales, entre 13 y 17 años, los que mayor
índice de pobreza presentan: el 37,1 por ciento. [1]
Según el citado estudio, son los hogares con presencia de
menores de 18 años los que muestran una mayor tasa de riesgo de pobreza y/o
exclusión social. Sin menores en casa, hay un 22 por ciento de hogares en
riesgo; pero esta pobreza aumenta con presencia infantil hasta el 31 por
ciento.
El estudio constata que la carencia material severa
supone no poder afrontar al menos cuatro de los nueve supuestos que recoge el
INE en esa encuesta de condiciones de vida. Supuestos básicos para un hogar,
como mantener la vivienda a una temperatura adecuada, comer carne o pescado al
menos cada dos días, contar con lavadora o teléfono, según afirma la secretaria
de Políticas Sociales, Igualdad y Formación del sindicato, Lourdes Pedrazuela.
Ya en 2019, el Comité de Extremadura de UNICEF (Fondo de
Naciones Unidas para la Infancia) presentaba su primer Informe [2] sobre la situación de la
infancia y la adolescencia, en el que se
afirmaba que el 48,2 de los niños y niñas que viven en Extremadura se hallaban
en riesgo de pobreza y exclusión social.
Según la tasa AROPE (grupo de personas en riesgo de
pobreza y/o exclusión social, por sus siglas en inglés, AROPE) de 2018, de
acuerdo con el citado Informe, Extremadura es la Comunidad con más pobreza
infantil de España, duplicando la tasa europea (24 por ciento). Por ello,
UNICEF considera imprescindible que se proteja, priorice y visibilice la
inversión en la infancia, de cara a garantizar el bienestar de los niños y
niñas, especialmente en los ámbitos con mayores desafíos: lucha contra la
pobreza, salud, educación y protección, situándolos en el centro de las
políticas.
Los derechos de la
infancia y la pobreza en Extremadura. Agenda 2030 refleja que la comunidad
autónoma es una región eminentemente rural, lo que dificulta la gestión de los
recursos destinados a la infancia y la adolescencia, especialmente en la
provincia de Cáceres, donde el 58 por ciento de la población reside en
municipios de menos de 10.000 habitantes. Esta situación obliga, según el
citado Informe, a la optimización de recursos disponibles e implica un esfuerzo
en el alcance de las instituciones y del propio sistema de bienestar social.
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[1] Vid.:
Análisis de la encuesta de condiciones de vida de la infancia 2024, Unión
Sindical Obrera (USO), de 17 de junio de 2024.
[2] Vid.: Los
derechos de la infancia y la adolescencia en Extremadura. Agenda 2030, UNICEF
Comité de Extremadura, Cáceres, 2019.
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