viernes, 30 de mayo de 2025

“MEMORIA Y CIUDAD: ARTE, ARQUITECTURA Y CULTO EN EL TRUJILLO DE LOS SIGLOS XIX Y XX”


Vivienda 6 en la Plazuela de San Francisco, mediados del siglo XVIII.
Edificio actual de Cáritas Interparroquial del Obispado de Plasencia.

    La dinámica social y económica de la ciudad de Trujillo durante el tránsito entre los siglos XIX y XX (segunda mitad del XIX y la primera mitad del XX, principalmente) a través de dos dimensiones fundamentales en la configuración histórica de su tejido social: la vivienda y el espacio funerario (cementerio), es el objetivo de la nueva obra de los doctores José Antonio Ramos Rubio y Raúl Gómez Ferreira, que acaba de ver la luz. [1]

    La obra se sustenta, según los autores, en un enfoque interdisciplinar que articula los campos del patrimonio etnológico, la antropología cultural y la historia del arte, con el objetivo de profundizar en la comprensión de los procesos culturales que modelaron tanto la vida cotidiana como las prácticas funerarias en el contexto trujillano.

    Los autores parten de la premisa de que tanto la vivienda como la última morada no constituyen entidades fijas o atemporales, sino que están sujetas a transformaciones que responden a variables socioeconómicas, culturales e históricas. De esta forma, se examina la vivienda no solo como una estructura física, sino también como un espacio cargado de significados ideológicos que reflejan la cosmovisión de la sociedad, mientras que el análisis del cementerio permite abordar las formas de representación de la muerte y su función como mecanismo de continuidad cultural.

    El prologuista, Billy Segura, doctor ingeniero agrónomo en Jauja (Perú) y profesor de la Facultad de Agronomía, subraya que, a finales del siglo XVIII, Trujillo mantenía aún una estructura urbana de matriz medieval, articulada en torno a su castillo, la Plaza Mayor y los ejes que comunicaban con los arrabales y caminos reales. Las grandes casas señoriales, muchas en decadencia, seguían dominando el paisaje urbano, y la ciudad presentaba escasa expansión extramuros. El modelo constructivo seguía basado en técnicas tradicionales: mampostería, adobe y cubiertas de teja árabe.

    Con las transformaciones políticas del siglo XIX (Guerra de la Independencia, Constitución de Cádiz, desamortización de Mendizábal) se modificaron profundamente las relaciones de poder en Trujillo. La nobleza comenzó a ceder espacio a una burguesía terrateniente y comercial, nutrida por los procesos de desamortización y liberalización de la propiedad. La evolución urbanística y arquitectónica de Trujillo entre los siglos XVIII y XX revela una progresiva reconfiguración del espacio urbano impulsada por las élites burguesas, que asumieron un rol activo en la construcción de una nueva imagen de la ciudad. Esta transformación, según el prologuista, no se limitó a las viviendas y espacios públicos, sino que también se proyectó en el ámbito funerario, donde el cementerio municipal se convirtió en un escenario privilegiado para la representación simbólica del poder, el gusto y la memoria familiar.

    Según los autores, en la segunda mitad del siglo XIX y hasta mediados del siglo XX, la burguesía junto con la herencia noble que aún queda en Trujillo, son ejemplos notorios del dominio de la ciudad. La nobleza es hasta mediados del siglo XIX la gran propietaria de la arquitectura centrada en la zona intramuros, nobles avecindados en Trujillo, como Juan de Orellana Pizarro, José de Vargas, Conde de Gavia la Grande y Valdelagrana o los Marqueses de Santa Marta o de la Matilla; mientras que, a mediados del siglo XIX, se produce una importantísima expansión por el llano, destacando la burguesía emergente como dueña de los medios de producción y consumo en la ciudad y propietaria de las viviendas que se construirán en barrios como el Campillo, calle de San Antonio, Nueva o Encarnación. Igualmente, la clase obrera compartirá zonas de habitabilidad en estos barrios y en la primera mitad del siglo XX en la avenida de la carretera a Plasencia (casas de Doña Margarita), las 70 casas baratas en la carretera de Cáceres o las “casas de los obreros” en el Paseo del Mercadillo, construcciones de nueva planta sobre solares situados en el extrarradio del casco urbano.

    Como complemento fundamental del análisis urbano y arquitectónico, el estudio incorpora el examen del espacio funerario desde una perspectiva antropológica centrada en el “culto a los antepasados”, entendido como una manifestación cultural compleja que articula prácticas simbólicas, religiosas y sociales en torno a la muerte.

    La obra se articula en dos grandes capítulos: la arquitectura urbana y la condición social (burguesía y clase obrera) de la segunda mitad del siglo XIX hasta mediados del siglo XX) y el arte efímero en el cementerio de Trujillo (neoclasicismo, romanticismo, historicismo y eclecticismo) y el culto a los antepasados a través de la antropología y las diferencias sociales.

--------------------

[1] Vid.: Ramos Rubio, José Antonio y Gómez Ferreira, Raúl: Memoria y ciudad: Arte, arquitectura y culto en el Trujillo de los siglos XIX y XX, TAU Editores, Cáceres 2025, 438 págs.


No hay comentarios: