miércoles, 31 de marzo de 2010

LA PALABRA ESCONDIDA DEL ACOSADOR

Para las mujeres acosadas


No la digas aún ni la expreses,

Voz en mis sueños derretida

En tu escudo aun recto, sin arneses,

En tu corazón de galán abatida.

¡Ay, compañero, en tu voz reconocida!

Que por un toque no fuere toda mía.

No me digas tu palabra de rencor

En tus labios, mieles de acosador.

No la digas aúna ni la expreses

Voz atrapada en tu nombre ausente

Palabra tuya de oscuros intereses

En mi corazón clavada acerbadamente

En tu voz ausente te reconozco,

Corazón cobarde, oscuro, impenitente.

No llegue a mi tu voz ausente,

En tu rencor de obras aparente.

Entre amparos y rosas marchitas,

Qué otra palabra escondida,

Airosa en el mar de flores anafroditas

Sugiere sin rencor en oscura acometida.

No hieras más la flor aún pura

Que por ventura tus sombras ausentes

Lastimeras por tus lanzadas heridas

No la desearen por más aguijaduras.

No me digas tu palabra escondida

Que picor produjere en mi herida

Ni te exaltes, sabio, en tus consejas

Que a mis oídos fueren voces por collejas.

No te vengues por tu machismo herido

Ni hurgues más en mi soledad pura

Que más duro será tu triste sino

Si lanzas contra mi tus balas de amargura.

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