domingo, 8 de septiembre de 2013

EL TANGO QUE NO NOS TRAJO LA SUERTE

 
           De la desilusión a la decepción. Todo el día pendientes de Buenos Aires y, a la hora señalada (21.00 horas), de Mérida: pero los buenos aires no llegaron de la capital argentina, pese a los deseos del alcalde de Mérida, que no fue informado por los servicios de comunicación y protocolo de la Junta de Extremadura de lo que debiere haber sido informado. Un error manifiesto, puesto que tenían los discursos, que los sordos podían ver por primera vez subtitulados en una gran pantalla en el escenario. ¿O estaban todos de fiesta o de conciliación? ¿Por qué no informaron a las autoridades, y al alcalde de Mérida por ser el primer orador y el único que, en su discurso, deseaba que el tango  bailado por Christian y Silvia, protagonistas del cartel y del video anunciador del Día de Extremadura, nos trajeran la suerte deseada con "aires argentinos"? Pues no: ni el tango ni los niños nos trajeron la suerte deseada desde Buenos Aires, porque, aunque fuere un tango en el baile, no lo fuere en la letra, que negaba la argentinidad que se le supusiere por encima de la extremeñidad que se trataba de realzar como dueños de nuestro destino, de modo que, por tercera vez, nos quedamos compuestos y sin novia, aunque el presidente del Comité Olímpico Español, Alejandro Blanco, confesare horas después del llanto tras perder nuestra candidatura olímpica 2020: "Podemos perder, pero nunca jamás seremos vencidos.". En las Olimpiadas, como en todo, hay política, ideologías, intereses creados, alternancias entre continentes, y hay dueños también: si se le hubiera concedido a España, no la tendría Alemania en la próxima edición. Por eso somos un tango, pero no argentino; somos extremeños y españoles, y "volvemos a ser" lo que ya fuimos, pese a los deseos de Calvo Buezas: que los extremeños tengan oportunidades bastantes en su tierra para no verse obligados a emigrar.
 
              "Alea iacta est" (la suerte está echada). Algo así parece decirse a sí mismo, que no a todos, el presidente de la Junta de Extremadura, José Antonio Monago, que, siguiendo el tradicional rito de vísperas del Día de Extremadura, hace un discurso a su manera --mejor dicho: al estilo de su escribidor--, arrogándose para sí triunfos que no le corresponden y realizando, en un discurso institucional en el que no tuvieren cabida, anuncios-titulares, que debiere haber realizado en sede parlamentaria: la paga a los pensionistas no contributivos, la reproducción asistida a solteras y lesbianas..., olvidándose del copago sanitario, que ha cumplido un año, pero no dice, ni lo desea, cuánto ha recaudado la Junta y cuánto va a pagar de lo cobrado en exceso ese primer año, porque no le convendría, al no descubrir sus cartas hasta pasados nueve meses...
              Monago no se cree lo que dice por la forma y manera de decirlo, porque no basta con trazar un discurso, entonarlo a la manera lacrimosa, y dar respuesta, al fin, al "Volvemos a ser" del tango. Pasa de los 2.070 parados más en agosto, y de los 144.333 registrados, más otros muchos que ya ni lo están, y que aparecen cuando surge la Renta Básica, y que el portavoz socialista cifra en 171.000; pasa de los manifestantes a las puertas del Teatro Romano, y de los vecinos de Madroñera que le instan a que abra su Punto de Atención Continuada cerrado "sine die"; pasa, en fin, de levantarse cuando Mili Vizcaíno entona, a su manera, el Himno de Extremadura; y pasa, finalmente, del portavoz socialista, Valentín García, que se hallaba en el estrado, a la hora de entregar las Medallas: las entregan todos, empezando por el presidente de la Asamblea y terminando por él, y siguiendo por el presidente del TSJEx, del portavoz de su partido y del de IU, Pedro Escobar, que le apoya, viendo pasar el tiempo... ¿Desde cuándo acá ha estado en el estrado IU? ¿No recuerda que la Ley 4/1985, de 3 de junio, del Escudo, Himno y Día de Extremadura, fue aprobada por el PSOE y el PP, pero no por los cuatro diputados de IU, que votaron en contra por hacer coincidir el Día de Extremadura con una festividad religiosa, la Virgen de Guadalupe, patrona de la región, que entonces consideraron que era el símbolo que más unía a los extremeños y por la implicaciones histórico-culturales que unen a Extremadura con Hispanoamérica, pero que ellos no apoyaron, subrayando la laicidad del Estado? ¿Acaso le ha acompañado hoy a Guadalupe? Si no apoya los símbolos de Extremadura, ¿por qué le permite entregar una medalla, y por qué hace una excepción a la regla, dejando al portavoz socialista, principal partido de la oposición, como un verso perdido en el estrado?, lo mismo que usted se ufana en ser en su partido...
              Los medallistas, lo mejor.-Los discursos, breves, concisos, de gratitud, de los galardonados con la Medalla de Extremadura 2013, fue lo mejor de la noche, no solo por la brevedad, sino porque dijeron lo que tuvieren que decir, cada uno en su terreno.
              Tomás Calvo Buezas, el único que recordó que Guadalupe no pertenece aún eclesialmente a la Comunidad, y cuya gracia espera del papa Francisco,  dijo, además,  una frase antológica: "La grandeza de un pueblo no se mide por su renta, sino por sus valores", los mismos con que él se ha ganado la Medalla por su lucha por los emigrantes, la igualdad, la enseñanza, el pueblo gitano y la discriminación.
              Francisco González Lozano, rector del Colegio Seminario de San Atón de Badajoz, una institución que educó a niños y jóvenes extremeños que han destacado en distintos campos a lo largo de sus 350 años de historia, y que fue considerado el primer centro universitario de Extremadura, recordó que guarda una biblioteca de 43.000 volúmenes y un archivo histórico importante, al servicio del pueblo extremeño.
              José Antonio Hurtado, general de brigada jefe de la III Zona de la Guardia Civil (Extremadura), la institución más valorada por los españoles, según todas las encuestas, galardonada por su defensa de los derechos y libertades y la seguridad ciudadana de los extremeños, con más de 168 años y 2.000 hombres y mujeres a su servicio en la región,  quien consideró la Medalla como "un acicate y un impulso en nuestra labor", que agradeció "profundamente".
              Francisco Pedraja Muñoz, un compromiso con  Extremadura, quien subrayó su amor por Badajoz, donde se fraguó la unidad de España, y a los tres presidentes de  Cortes Constituyentes que la región dio a España: Muñoz Torrero, Bravo Murillo y Hernández Gil.
              Enrique Floriano Millán, deportista parolímpico, con dos medallas de oro, cinco de plata y dos de bronce en su haber, quien significó que conseguir la excelencia es hacerlo mejor cada día y que "las grandes metas están detrás de los grandes obstáculos".
              El discurso del presidente.-Por qué será que hasta su propio socio de gobierno "in pectore", Pedro Escobar, afirma que Monago confunde los deseos con la realidad en su discurso triunfalista de 2013; y que el portavoz del principal partido de la oposición, Valentín García, afirme que no tiene ideas y un relato que nada tiene que ver con la realidad de Extremadura...
              Al presidente le dan hechos los titulares que los periódicos han de sacar al día siguiente: la paga complementaria de los 200 euros que dará en enero a los titulares de pensiones no contributivas, que creó Felipe González; y una defensa de la igualdad centrada en dar a las mujeres lesbianas y solteras la posibilidad de ser madres; olvidándose de los pensionistas y del copago sanitario, del que nada dice. No presuma de rebeldía con el Gobierno de España ni de "justicia con nuestro pueblo" cuando se olvida del paro creciente, de los licenciados que se marchan al extranjero en busca de sustento... No, no "se ha acabado el quejío ni la resignación", porque ya la hubieren en dosis abundantes, y usted, precisamente, no se la va a quitar. No augure, pues, presupuestos expansivos ni que el PIB va a crecer, ni pida el apoyo que los suyos negaron antes a los Presupuestos. Acuérdese, más bien, de esos que dice usted que están de paso y que solo son "una mera línea del gran libro que escriben cada día casi 1.100.000 paisanos". Eso sí sería rebeldía y "pura justicia con nuestro pueblo y sus circunstancias". Esos son los que escriben la historia, y sus hijos, quienes "volverán a ser"..., de lo que quita a unos, como a los pensionistas, para dárselo a otros, tan menesterosos como todos, menos ustedes, los políticos.
 

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