Le ha tocado a ella ser
hoy la protagonista, solo por ser hija de su padre, "esposa de su
señor", como cantaba Cecilia: "Es una.../ Dama dama de alta cuna/, de
baja cama, señora de su señor/amante de un vividor..." (1972); pero
Cristina no es una hija cualquiera --y lo fuere ante Dios y los hombres:
"Del Rey abajo, ninguno" (Zorilla, 1651), o el conflicto entre el
sentimiento del honor y la fe inquebrantable en el monarca, solo que este es su
padre, el Rey, quien proclamare y defendiere que "la justicia es igual para todos"
(discurso de Navidad de 2011).
Hay mil y una Cristinas, pero solo una infanta de España;
ella, la hija del Rey, cumpliéndose así el deseo de su padre y primer señor,
quien también advirtiere aquella Nochebuena: "Me preocupa enormemente la
desconfianza que parece estar extendiéndose en algunos sectores de la opinión
pública respecto a la credibilidad y prestigio de algunas de nuestras
instituciones", y añadía: "Necesitamos rigor, seriedad y ejemplaridad
en todos los sentidos. Todos, sobre todo las personas con responsabilidades
públicas"; pero hoy parece como si solo existiere ella; como si solo ella
fuere la única pecadora, por acción u omisión, de todo el país; condenada antes
de ser juzgada; lapidada por todos como si fuere la mujer adúltera del
Evangelio (Jn, 8: 2-11), cuando el Señor de todos dijo ante quienes la
acusaban: "El que esté libre de pecado, que tire la primera
piedra"... "y se fueron retirando todos, empezando por los más
ancianos hasta el último. Y entonces, Jesús se incorporó y le dijo. Mujer,
¿dónde están los que te condenaban? Nadie, señor. Jesús le dijo: Tampoco yo te
condeno. Ve y en adelante no peques más..." También señala el Evangelio:
"No juzguéis para que no seáis juzgados" (Mt. 7:1); pero aquí
juzgamos todos, inmisericordes con los de "alta cuna" y débiles con
los poderosos, aunque "la misericordia triunfa sobre el juicio"
(Santiago, 2-13), quien también dijo: "No habléis mal los unos de los
otros. El que habla mal de un hermano y juzga a su hermano, mal habla de la ley
y juzga a la ley; pero si tú juzgas a la ley, no eres cumplidor de la ley, sino
juez de ella..." Aquí pedimos a Pilatos que salve a Barrabás y condene a
Jesús, sin que hubiere pruebas para condenarle..., solo por ser quien es, o por
los pecados de otros...
España es un paraíso de la corrupción, donde esta reina
más que el Rey; pero todo indica que no solamente hoy, sino desde hace algunos
años, detenemos nuestra mirada e índice acusador, aun no probados los hechos,
en algunos, no en todos; en los más mediáticos, no en los señores de la
corrupción, los escribas y fariseos modernos que se atreven a juzgar la ley,
cuando no fueren cumplidores de ella.
Todas las hijas tienen un padre. Caminaba por la acera
anteayer y una adolescente llamaba por el móvil a su casa. "Mamá: ¿ha
llegado papá?" Todas las hijas necesitan tanto al padre como a la madre.
Quizás hoy, Cristina, la hija del Rey, la infanta de España, no pueda efectuar
la misma llamada porque, condenándola a ella de antemano, pareciere que también
hemos condenado a su familia; apartada de ella, de la vida oficial para la que
fuere llamada, hasta que todo se aclare, hasta que todos quienes la acusan se
vayan alejando porque no hallaren en ella el pecado que ahora vieren, ni
siquiera los muchos que se sucedieren a su alrededor...
En noviembre de 2009, el fiscal general del Estado
declaraba que se tramitaban un total de 730 causas contra cargos públicos por
corrupción. En mayo de 2012 había en nuestro país 800 cargos públicos y
políticos imputados, de los cuales 100 de ellos concurrieron a las elecciones.
En enero de 2013 había más de 300 políticos imputados (con Baleares y Valencia
a la cabeza), 200 de ellos concentrados en cinco comunidades. La lista afecta a
casi todos los partidos, y a banqueros, empresarios... A qué seguir con casos,
empresas, políticos, banqueros..., en una lista interminable, tanto que la UE
nos señala como uno de los socios europeos donde más
corrupción se produce, con especial incidencia en el desarrollo urbanístico, la
financiación de los partidos y la contratación pública... ¿A qué hablar, por
hablar, solo del caso Nóos, u Operación Babel, si hubiéramos, para nuestra
desgracia, casos y personas más corruptas y con cantidades defraudadas muy
superiores a los de este, por el que hoy declara la hija del Rey?
Hay muchas más hijas de sus padres a quienes, sin
embargo, ellos protegen y ellas, y otros, piden el indulto al Gobierno cuando
sus delitos ya fueren probados. Como si nada pasare, y nosotros a mirar para
otro lado, tan solo hoy el paseíllo de una infanta de España..., por ser vos
quien sois, señora..., solo por eso, como si no hubiérais padres y la Justicia
no os pudiese asistir, como a todos.
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