domingo, 11 de mayo de 2014

SILENCIO EN LOS ESTADIOS


           Conmueve, de vez en cuando, observar un estadio en silencio en memoria de algún fallecido, que fue miembro del club, familiar, deportista o político de Estado. Más aún, si por proximidad nos acongoja el ánimo la muerte de cinco jóvenes, de entre 12 y 15 años, jugadores del CD Monterrubio, de Monterrubio de la Serena (Badajoz), cuando regresaban de disputar un partido en Herrera del Duque, al colisionar el microbús en el que viajaban con una retroexcavadora.
          La tragedia, que ha teñido de luto este pueblo extremeño, ha conmocionado también a toda España. Los Reyes, el presidente del Gobierno y el papa Francisco hicieron llegar sus condolencias. El presidente de la Junta decretó tres días de luto oficial, así como el Ayuntamiento de la localidad, que ha suspendido las fiestas de san Isidro. Los partidos políticos suspendieron también los actos programados el viernes 9. La solidaridad con los familiares se hizo patente. El Consejo Superior de Deportes (CSD), la Federación Española de Fútbol (RFEF), la Liga de Fútbol Profesional (LFP) y la Liga Nacional de Fútbol Sala (LNFS), han solicitado que se guarde un minuto de silencio en todos los partidos que se disputen este fin de semana, en memoria de los cinco jóvenes. El dolor de un pueblo, el de las familias rotas, las jóvenes vidas truncadas, bien lo merecen. Hay que subrayar también que la Junta se persone como acusación particular para tutelar los derechos de las víctimas y sus familias.
          En todos los medios informativos del país, la trágica noticia fue portada el viernes, como el sábado lo fuere la detención del conductor de la retroexcavadora. El sábado por la mañana, mientras todo el pueblo se concentraba en el pabellón polideportivo para asistir a la misa funeral oficiada por el arzobispo de Mérida-Badajoz, Santiago García Aracil, y otros centenares de personas permanecían a las puertas a la espera, nos pusimos ante la pantalla de televisión para ver en directo las imágenes que ofrecieren algunas cadenas nacionales.
          Nuestro estupor se mezcló con el dolor tras comprobar que algunas televisiones nacionales informaban más y mejor que el paréntesis informativo ofrecido por la cadena pública regional, que no solo no ofreció el funeral en directo, mientras lucía un lazo de luto en el ángulo superior izquierdo de la pantalla, sino que nos asombró por el vocabulario utilizado tanto por la locutora del estudio como por la reportera que, en las inmediaciones del polideportivo, ofrecía notas del ambiente. La primera, de riguroso luto, anunciaba que en el pabellón se "estaba celebrando el sepelio" (sic), en lugar del "funeral"; la segunda remató aún más la faena al anunciar que en el polideportivo continuaba la misa que "está oficializando el arzobispo" (sic) por "oficiar". Poco más dijeron en el informativo de las 13.55 de ayer, que no fuere la salida de los féretros, el pasillo de honor que le hicieron sus compañeros del equipo de Herrera y las declaraciones comedidas del ministro del Interior, que representaba al Gobierno de España en los funerales, y otras autoridades.
          Eso sí, a continuación retransmitieron en directo los Campeonatos de Piragüismo desde el río Guadiana en Badajoz, como por la tarde la corrida de rejones desde Almendralejo, con minuto de silencio al comienzo. Una televisión regional no sirve los intereses de los ciudadanos si no ofrece en directo lo que realmente interesa a la mayoría, tanto en la pulcritud de las formas (luto incluido) como de la palabra que comunica. Ojalá Monterrubio y las familias de los fallecidos no se queden solos ahora tras el silencio obligado en los estadios y en el pueblo.

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