miércoles, 8 de octubre de 2025

LA CATEDRAL DE CORIA, DESDE EL ALTO DE LOS CUESTOS


    En mis viajes a la cuna episcopal de Coria siempre echaba de menos algo. Tras llegar al Alto de los Cuestos, en la bajada hasta la cuenca del río Alagón, podíamos ver la antigua Cauria. Durante casi todo el año, excepto en primavera avanzada y en verano, apenas oteábamos unas luces en el centro que no alumbraren más que las navideñas ni dejaren ver sus principales monumentos: la catedral y el castillo. No se ven las murallas, escondidas tras las nuevas construcciones. Despuntaba el alba y solo veíamos a la derecha el silo más que la catedral.

    Apenaba esa soledad del principal monumento de la capital episcopal que no resaltaba sobre el conjunto urbano. Ni las luminarias laterales que nos indicaban su localización fueren suficientes para verla en su esplendor. Tampoco se ve el palacio ducal, escondido tras ella, pero recuperado al fin para su uso hostelero, como el antiguo palacio episcopal.

    La catedral y el seminario conciliar, antes blanco y ahora oscurecido por su abandono, formaban un conjunto que nos ofrecía una vista del pasado esplendoroso de un casco histórico con monumentos vivos de esa historia; pero la catedral no se ve hasta el amanecer ni en los días de niebla hasta que la mañana no se abre con el sol.

    Me preguntaba si el ayuntamiento y el obispado, junto a otras instituciones públicas, no hicieren nada para darle la luz debida a la catedral, su monumento más simbólico, a oscuras casi todo el año, antes de la amanecida. Desde el Alto de la Cuestos, en el cruce de la carretera hacia Portaje y Pescueza, por la EX­-109, dejando a la izquierda el cruce de la carretera CC-148, a Portaje y Ceclavín, vemos la catedral en los días claros, diáfanos, de primavera o verano; pero no de noche, ni antes del amanecer cuando bajamos hacia la cuenca del Alagón, cubierta casi siempre en invierno por una extensa capa blanca sobre el río.

    Ahora, por fin, podremos ver la catedral al bajar desde el Alto de los Cuestos. La alcaldesa de Coria, Almudena Domingo, ha anunciado que “las obras de iluminación eficiente-artística de la catedral de Santa María de la Asunción de Coria, el edificio más emblemático de la ciudad”, han comenzado. Este proyecto llevaba fraguándose desde la pasada legislatura desde el Ayuntamiento, conjuntamente con la Diputación y el Obispado, gracias al Plan de Sostenibilidad Turística en Destino Valle del Alagón, un instrumento de la Administración Turística Española para impulsar la transformación de los destinos turísticos españoles hacia la sostenibilidad.

    Antes de marcharse a Toledo como arzobispo, el anterior titular de la cátedra, monseñor Francisco Cerro, se empeñó en arreglarla y marcar espacios abiertos junto a ella. Dos grandes luminarias a ambos lados de la seo nos dicen que está allí, entre las nieblas de otoño e invierno; pero nada más veíamos hasta la salida del sol.

    Ahora, el proyecto de mejora de la iluminación ornamental de la catedral modernizará la iluminación eléctrica existente mediante el uso de la tecnología LED de alta eficiencia energética, contribuyendo a la conservación del entorno, el ahorro energético y la puesta en valor del patrimonio histórico. Con esta intervención se busca realzar la belleza arquitectónica de la catedral durante el horario nocturno, favoreciendo además la dinamización turística y cultural del centro histórico.

    La catedral no será ya un punto oscuro en el mapa antes del amanecer. Enhorabuena a las instituciones (Ayuntamiento, Diputación y Obispado) por acogerse al Plan de Sostenibilidad Turística que hará más atractivo el monumento más simbólico de Coria.


martes, 7 de octubre de 2025

MAFALDA DE CASTILLA, LA INFANTA PLACENTINA HIJA DE ALFONSO VIII


Lápida de la infanta Mafalda de Castilla en la catedral de Salamanca, 

réplica de la original, escondida tras el retablo de la Capilla Mayor de la Catedral Vieja. 

(Del blog https://lachovapiquirroja.blogspot.com/2023_03_05_archive.html)

    A los 811 años de la muerte del rey Alfonso VIII de Castilla y Toledo (Soria, 11/11/1155; Gutierre-Muñoz, Ávila, del 5 al 6 de octubre de 1214), fundador de Plasencia en 1186, conviene recordar a su hija, la infanta Mafalda de Castilla (Plasencia, 1191; Salamanca, 1204), de las Casas Reales de Ivrea y Plantagenet, habida en su matrimonio con la reina Leonor de Plantagenet (1162-1214), y fallecida a los 19-20 años de edad  (a los 13 años, según otros historiadores) tras ser prometida en matrimonio al infante Fernando de León, hijo de Alfonso IX de León, que no llegó a celebrarse tras morir aquella en Salamanca. Al momento de su compromiso, Alfonso IX estaba casado con la hermana mayor de Mafalda, Berenguela, pero su matrimonio fue anulado por el papa Inocencio III ese mismo año.

    Los abuelos paternos de Mafalda de Castilla fueron Sancho III de Castilla y Blanca Garcés de Pamplona y los maternos, Enrique II de Inglaterra y su esposa Leonor de Aquitania. Alfonso VIII tuvo, además de a la infanta Mafalda, otros nueve nueve hijos: Berenguela (Segovia, 1179; Burgos, 1246), reina de Castilla en 1217 y reina consorte de León entre 1197 y 1204 por su matrimonio con el rey Alfonso IX; Blanca (Palencia, 1188; Melum, 1252), reina consorte de Francia por su matrimonio con el rey Luis VIII y madre del rey Luis IX, que fue canonizado; Constanza (c. 1199; Burgos, 1243) fue monja y señora del monasterio de Santa María la Real de Burgos); Leonor (c. 1190; 1244), reina consorte de Aragón por su matrimonio con el rey Jaime I de Aragón; Enrique I de Castilla (Valladolid, 1204; Palencia, 1217), rey de Castilla entre 1214 y 1217, tras fallecer en accidente, y a quien sucedió en el trono su hermana Berenguela, quien renunció en favor de su hijo, el futuro Fernando III;  Fernando  (Cuenca, 1189; Madrid, 1211); Sancha (1182;1184); Sancho (abril-julio de 1181), primogénito varón y heredero, que falleció a los tres meses de edad; Urraca (Castilla, 1186; Coimbra, 1220) fue reina consorte por su matrimonio con Alfonso II de Portugal desde 1211 hasta su fallecimiento.

    Algunas crónicas señalan que la infanta Mafalda de Castilla recibió sepultura en la Catedral Vieja de Salamanca y otras que fue trasladado a Burgos e inhumado en el Monasterio de Santa María la Real de las Huelgas, donde recibirían sepultura sus padres y varios de sus hermanos.

    En el lado del Evangelio de la Catedral Vieja de Salamanca, y oculta por su retablo, se halla una placa con la siguiente inscripción: “Aquí yace doña Mafalda, hija de Alfonso VIII y de la reina doña Leonor Berenguela, que finó en Salamanca en 1204.” Sin embargo, en el monasterio de las Huelgas de Burgos se encuentra un sepulcro atribuido a la infanta castellana nacida en Plasencia, situado en la nave de Santa Catalina, junto al que contiene los restos del infante Pedro de Castilla y de Molina, hijo de Sancho IV de Castilla y de la reina María de Molina.

    Plasencia debe al rey Alfonso VIIII su fundación en 1186, en que, además de otorgarle el escudo con la leyenda Ut placeat Deo et hominibus (para que agrade a Dios y a los hombres), que reforzaba la línea del Tajo, con la creación de una retaguardia en el avance de la Reconquista hacia el sur de la Península, al tiempo que restringía la expansión del reino de León en la Trasierra o Sierra de Béjar, obligaba a volver a utilizar la Vía de la Plata como límite entre ambos reinos. Su creación castellaniza el territorio no solo civilmente, sino también eclesiásticamente, por lo que promovió la creación de la nueva diócesis de Plasencia, que consolida la ciudad, que pasa a depender de la metrópoli toledana en lugar de la compostelana.

    El Obispado de Plasencia fue erigido canónicamente por el papa Clemente III, a instancias de Alfonso VIII, en el año 1189, poco después de la fundación de la ciudad. Aunque no se conserva la bula original, su texto íntegro está inserto en otra obra del papa Honorio III, firmada en 1221, en el que se confirma la creación de la diócesis. De otro lado, los orígenes del mercado del martes, que ese día de la semana se celebra en la ciudad, se remontan a finales del siglo XII, coincidiendo con su fundación, que estuvo muy ligada al comercio.

    En 1995, el entonces alcalde de la ciudad, Cándido Cabrera, se despidió de los placentinos con el pregón de la Feria y Fiestas e inauguró la estatua ecuestre levantada en su honor, en la Plaza de San Pedro de Alcántara, entre la Puerta del Sol y la Avenida de La Salle.

    Y, además, en Plasencia nació su hija, la infanta Mafalda de Castilla.


lunes, 6 de octubre de 2025

“GUILLLERMO, LA FERTILIDAD EN EL YERMO”



   Querido presidente:

    Repaso mi archivo cuando recibes el último adiós en tu pueblo natal, Olivenza, a donde hace unos años fui en Navidad a ver una exposición de pintura; paseamos por sus calles, admiramos la portada manuelina del Ayuntamiento; te recordamos a ti y a Ramón Rocha, su primer alcalde democrático, y vimos el puente de Ajuda, destruido en 1709 durante la Guerra de Sucesión, y aún no reconstruido.

    Nos entrevistamos por primera vez en abril de 1999, cuando eras consejero de Bienestar Social de la Junta de Extremadura. Y hablamos del título que emanaba de la consejería que entonces presidías: el bienestar social, que “se construye cada día con el esfuerzo de todos”. Entendías, por ello, que el bienestar social se sustenta en los servicios esenciales (sanidad, educación, pensiones, servicios sociales) y, en unas condiciones de vida dignas (empleo, vivienda, cultura, naturaleza, comunicaciones). Tenías muy clara la diferencia de la política de acción social de un gobierno de centro-derecha y otro de centro-izquierda: los beneficios económicos y las diferencias sociales, de un lado y, en una concepción de izquierda, la consolidación de esos derechos…[1]

    Por ello, cuando te pregunté si tu paso de las Nuevas Generaciones del PP, a la que te invitó en Córdoba nuestro paisano Antonio Hernández Mancha, se debía a una conversión como la de San Pablo, o tras palpar una realidad, como Santo Tomás, me respondiste que tu profesión te dio la oportunidad de comprobar de primera mano que “las desigualdades e injusticias sociales no las pueden corregir los mismos que a lo largo de decenas de años contribuyeron a que se generaran y la respuesta fue que no. A partir de ahí conocí a gente que me hizo ver las cosas de otra manera y que me enseñaron a observar la realidad desde el inconformismo…”

    Aquel paso que originó tanta controversia, como si aquí nadie se cambiare de chaqueta (ya fueren de izquierda o derecha, desde la transición), lo sentenció el presidente Ibarra en la Asamblea con una cita bíblica, que dejó a todos callados (“Hay más gozo en el cielo por un pecador que se arrepiente que por noventa y nueve justos que no necesitan arrepentimiento”, Lc. 15:7).

    En “El perfil” de la entrevista recordaba a un amigo que te definía como “Guillermo, la fertilidad en el yermo”, queriendo indicar con ello que tu juventud, capacidad de trabajo y brillantez estaban bastante alejados de los políticos al uso en Extremadura.

    Cuando desapareció el diario digital Extremaduraaldia.com, de feliz memoria, publiqué el libro “Una mañana sin luz en Extremadura”, en el que seleccioné 150 artículos de los 242 publicados en los más de cinco años del devenir de Extremadura de los siete de vida del diario pionero en su tiempo, que dirigiere José Luis Fernández Castillo. De  los dieciséis capítulos, el VII iba dedicado a ti: “Vara, el heredero por unanimidad”, tras el anterior a “Ibarra, primer presidente de Extremadura”. Eran doce artículos sobre tu obra y discursos.

    Hoy hubieras cumplido 67 años, pero te faltó menos de un día para llegar a la meta. Las demás, todas cumplidas. Al cumplir los 50 años te dediqué el artículo “En los 50 años de Guillermo”. [2] Te decía en él que “la edad no es otra cosa que el simple paso inexorable del tiempo que pende sobre nuestras cabezas. Hay una edad para cada cosa y un tiempo para cada edad… Un día en la vida de Guillermo es un día también en la vida de cada extremeño que sufre la falta de trabajo; de los jóvenes que no lo encuentran,  de las mujeres maltratadas; de quienes no pueden ver otra crisis sino la propia que afecta a su vida de presente y futuro…”

    Quisiste seguir viviendo; pero lo viviste todo. Has visto a tus hijos casados y has disfrutado de tus nietos. Te despediste de tu partido en el relevo diciendo que estabas allí gracias a la Sanidad pública, de la que tan honrado te sentías. Todos te han querido y te echarán de menos…

    “Tu compromiso con los olvidados/ será la mejor recompensa/ a quien vacía su despensa/ para hacer feliz a los marginados…”, [3] decía en la oda.

     Hasta siempre, presidente. Descansa en la paz que guardan en el cielo para los hombres justos.

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[1] Vid.: Pinero, Félix: Guillermo Fernández Vara: El bienestar se construye cada día, en El Periódico Extremadura de 25 de abril de 1999, págs. 10-11.

 [2] Vid.: Pinero, Félix: Una mañana sin luz en Extremadura, Editorial Círculo Rojo, Almería, págs. 237-272 de 483.

 [3] Vid.: Ob. cit., págs.. 251-253.


domingo, 5 de octubre de 2025

“DONDE ARDE EL ALMA”, PRIMERA NOVELA HISTÓRICA SOBRE SAN PEDRO DE ALCÁNTARA


Nadie le conociere por su nombre de pila, Juan de Garabito y Vileta de Sanabria, pero sí por su nombre religioso: fray Pedro de Alcántara (Alcántara, 1499; Arenas, Ávila, 18 de octubre de 1562), asceta, místico y religioso cristiano, perteneciente a la Orden de Frailes Menores (OFM), orden católica religiosa fundada por San Francisco de Asís en 1209, también conocida como la primera Orden Franciscana. Declarado patrono de Extremadura por el papa Juan XXIII en 1962, en el cuarto centenario de su muerte, copatrono con la Virgen de Guadalupe; es, además, patrono de la villa donde falleció, Arenas, Arenas de San Pedro, añadido tras la canonización de fray Pedro; Pueblonuevo de Miramontes, diócesis de Coria-Cáceres, Diputación Provincial de Cáceres, Casa Imperial de Brasil y Alcántara. Es considerado, además, patrono de los guardias y veladores nocturnos por sus vigilias de mortificación. Fue beatificado en 1622 por Gregorio XV y canonizado en 1669 por Clemente IX.

    La vida novelada de San Pedro de Alcántara es una obra que narra la vida del santo extremeño y que se revela como la primera novela histórica de este santo extremeño. El relato escrito por el académico correspondiente de la Historia y de la Real Academia de Extremadura de las Letras y las Artes y cronista oficial de Trujillo, José Antonio Ramos Rubio, [1] ofrece una visión de su vida, marcada por la austeridad, la oración y el fervor reformista de la orden franciscana, en el que combina hechos históricos con elementos de ficción y una importante base documental.

    San Pedro de Alcántara nació en el seno de una familia noble: su padre era el letrado y regidor Alonso Garabito y su madre, María Vilela de Sanabria quien, tras dos inviernos de infortunios, un embarazo perdido en mitad de una tormenta y un segundo que no llegó a buen término, dio a luz un hermoso varón por el que brindó todo el pueblo y repicaron las campanas. El pueblo sentía que aquel niño traería consigo algo más que un apellido ilustre.

    Su madre le enseño los principios de la doctrina cristiana; su padre se ocupó de enseñarle las primeras letras con paciencia y pronto se aficionó a la lectura de libros piadosos y devotos. Tenía ocho años cuando murió su padre. De la nueva unión de su madre nació Pedro en 1519 y después, Francisca. Entre los 10 y 14 años comenzó a estudiar gramática y retórica con el bachiller sacerdote don Diego Durán, preceptor en Alcántara durante muchos años.

    En 1513 se fue a Salamanca para estudiar Leyes. Su vida allí transcurrió entre las aulas, la oración y el estudio. Por las tardes se recogía en alguna iglesia silenciosa (San Esteban, San Martín o la misma catedral). Uno de esos días de estudio y recogimiento conoció a quien sería una de las luminarias espirituales de España: el beato Juan de Ávila. El encuentro se produjo en un claustro en medio de un debate teológico. Juan estudió con empeño no solo las letras sagradas, sino también la filosofía, la teología moral y los textos de los primeros franciscanos. Permaneció en Salamanca hasta 1515 y allí dejo inconclusos los estudios, obedeciendo la llamada que no admitía demora.

    El mismo año toma los hábitos en el convento de los Majarretes, cerca de Valencia de Alcántara, donde su tío, fray Miguel Roco, era el superior. Antes pasó por Alcántara para despedirse de su familia.

    Más conocido en Extremadura por la fundación del convento más pequeño del mundo, en Pedroso de Acim, cerca de Coria, fueron numerosas sus fundaciones conventuales en Extremadura, Andalucía y Castilla, y los cargos desempeñados en su Orden: limosnero en el convento de Badajoz, guardián del convento de Nuestra Señora de los Ángeles (Sierra de Gata), superior en Badajoz, guardián del convento de San Miguel en Plasencia, superior del convento de San Onofre en La Lapa (Badajoz), definidor general de la Provisión de San Miguel, ministro provincial elegido en Albuquerque, ministro provincial de los frailes de la estricta observancia de la provincia de San Gabriel en Extremadura, definidor en Plasencia y comisario general de los franciscanos descalzos en España.

    En 1557, Carlos V le mandó llamar a su retiro del Monasterio de Yuste. “Padre –le dijo—la intención que me mueve al llamaros es confiaros mi alma y haceros mi confesor.” “Señor, –respondió con reverencia-- para tan importante cometido debe buscar Vuestra Majestad otra persona más digna que la mía. Ruego que me dé tiempo para encomendar este asunto al Señor. Si no vuelvo, tenga por seguro que Dios no quiere lo que pretende de mí.” Besó la mano del monarca, se retiró y no volvió.

    En 1560, en uno de sus viajes a Ávila, se encuentra con Teresa de Jesús en casa de Guiomar de Ulloa, protectora de la santa, en uno de los momentos más decisivos para la reforma del Carmelo. El día en que Teresa conoció al alcantarino no lo olvidaría jamás. Años después diría que, aunque parecía hecho de raíces y árboles, su alma tenía la fuerza de un ejército entero. Fray Pedro se convierte en consejero fiel de la santa y ella le dedica tres capítulos de su Autobiografía.

    Fueron muchos los milagros atribuidos a fray Pedro de Alcántara. Cierto día enfermó una joven en Plasencia. El padre estaba lleno de luto anticipado. Su hija, joven y piadosa, yacía en el lecho, pálida como la cera, apenas respirando. Los médicos ya habían bajado los brazos. Llegado fray Pedro de Alcántara a la estancia, le dijo: “No llores la muerte de tu hija. Dios le dará larga vida y salud, para que la emplee en su servicio.” La muchacha se incorporó radiante. La sanación fue tan repentina que nadie dudó que era un milagro. Días después, la joven, llena de gratitud, ingresó, junto a su hermana, en el convento de las clarisas de Trujillo.

    El domingo 12 de octubre de 1562, el espíritu de fray Pedro se apagó como lámpara que cumple su tiempo. Fue inhumado en la ermita de San Andrés del Monte de Arenas. En 1616, medio siglo después, trasladaron sus restos a un lugar más digno: la iglesia conventual de la localidad. Desde entonces, los restos de fray Pedro reposan en aquel lugar, visitados por los fieles y recordados por la historia.

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[1] Vid.: Ramos Rubio, José Antonio: Donde arde el alma, TAU Editores, Cáceres, 2025, 246 págs.


viernes, 3 de octubre de 2025

LA REVISTA DE ESTUDIOS EXTREMEÑOS PRESENTA SU NUEVA ETAPA EN EL HELGA DE ALVEAR DE CÁCERES


Ejemplares de la Revista de Estudios Extremeños

La Revista de Estudios Extremeños (REEX) ha dado a conocer su nuevo diseño y etapa en el Museo de Arte Contemporáneo Helga de Alvear de Cáceres con el número 1 de 2025. La Diputación de Badajoz, a través del Centro de Estudios Extremeños (CEEX), pretende consolidar con ello la dimensión regional de la publicación y su repercusión en el mundo cultural, según informa la institución en su página web.

El diputado de Cultura, Deportes y Juventud, Ricardo Cabezas, ha justificado el escenario elegido para la presentación del número el primer semestre anual con la renovación de la revista, que ya ha cumplido cien años, y ha resaltado que “la mirada amplia, plural e integradora es la que le da sentido a la misma y lo que explica la presentación del primer número de 2025 en Cáceres, en un espacio de modernidad, apertura y diálogo con el mundo.

Cabezas puso en valor la figura del director de la publicación, Luis Sáez. “por su labor paciente y cuidada al lado de la cultura pacense y extremeña durante tantos años” y puso de relieve que la cita en el Museo “es un ejemplo palpable de la buena sintonía cultural que existe entre las dos provincias extremeñas”.

El diputado manifestó que la Diputación de Badajoz, editora de la publicación, seguirá apostando por un futuro alrededor de la cultura “en el que sean protagonistas los que también contribuyen a que sea más rica y mejor, en una tarea compartida entre instituciones, investigadores, artistas y ciudadanía, que debemos mimarla y protegerla juntos”.

En el acto de presentación participaron, además del diputado de Cultura de Badajoz, el director de la REEX, Luis Sáez; y la jefa de Sección del Centro de Estudios Extremeños, Sara Espina, además de miembros del Consejo de Redacción.

Durante el acto mantuvieron una conversación sobre la palabra y la imagen Josefa Cortés Morillo, del Consejo de Redacción; las ilustradoras Mayte Alvarado y Leticia Ruifernández y el poeta visual Antonio Gómez.

La REEX, según expuso su director, es ya el puzzle idóneo para comprender Extremadura desde su diversidad y gracias a las tres secciones en las que se ha decidido divulgar (historia, literaria y artística), y planteó una perspectiva muy positiva para la cultura regional de 2026, avalada por el Consejo Asesor.


jueves, 2 de octubre de 2025

CONGRESO INTERNACIONAL SOBRE HERNÁN CORTÉS EN CÁCERES, TRUJILLO Y MEDELLÍN EN NOVIEMBRE


    La Real Academia de Extremadura de las Letras y las Artes (RAEX), en colaboración con la Consejería de Cultura, Turismo, Jóvenes y Deportes de la Junta de Extremadura, ha promovido una reflexión académica sobre uno de los personajes en la relación histórica de España con América, el extremeño Hernán Cortés, que se desarrollará en Cáceres, Trujillo y Medellín, según informa la institución.

    Con el título “Hernán Cortés, nuevas aportaciones, nuevas miradas”, han organizado un congreso internacional que tendrá lugar los días 13 al 15 de noviembre próximo, con el objetivo de contribuir a la actualización no solo de la biografía de Cortés, sino también de su legado y del tiempo y marco estratégico en los que actuó.

    En relación con los objetivos del Congreso, los organizadores han encargado como pórtico de las jornadas una ponencia con el título “Historiografía cortesiana: de los orígenes a la actualidad” a uno de los expertos internacionales de mayor solvencia académica: el doctor Rodrigo Martínez Baracs, de la Academia Mexicana de la Historia, miembro de la dirección de Estudios Históricos del Instituto Nacional de Antropología e Historia de México.

    En el campo de investigación sobre las campañas militares de la Conquista destacan los trabajos del catedrático emérito de la Universidad de Reims (Francia), Bernard Grunberg, autor de una amplia obra centrada en la conquista del Imperio Azteca, la colonización temprana y la Inquisición Mexicana, que disertará sobre “La hueste cortesiana: últimos avances sobre el grupo conquistador”.

    En el Congreso figuran sendas exposiciones dedicadas a dos de los grandes protagonistas de los tiempos de Cortés: su hijo Martín Cortés y La Malinche. Sobre el primero expondrá una ponencia una de las principales expertas españolas en la temática cortesiana, María del Carmen Martínez Martínez, catedrática de Historia de América de la Universidad de Valladolid, con el título de “Martín Cortés, el mestizo: últimos aportes”. Sobre la otra protagonista intervendrá la doctora María Isabel Bueno Bravo, investigadora asociada de la Universidad de Varsovia, con el título “La Malinche: una mujer entre dos mundos”. La profesora Bueno Bravo dispone de una obra amplia dedicada al mundo Mesoamericano y, en particular, a la cultura mexicana.

    Por su parte, la ponencia de la doctora Adela Montaña Rueda Márquez de Plata (“Extremadura y el legado patrimonial de los primeros vínculos con el Nuevo Mundo”) aborda el legado patrimonial originado a partir de los primeros contactos entre Extremadura y el continente americano, analizando su dimensión cultural, simbólica y material desde una perspectiva contemporánea.

    Otra de las contribuciones importantes al Congreso correrá a cargo de uno de los grandes especialistas internacionales en el ámbito de la Conquista, el historiador dominicano Frank Moya Pons, miembro de número de la Academia Dominicana de la Historia, con una exposición titulada: “La Española: la coyuntura de la isla en tiempos de Hernán Cortés”.

    “Los indígenas y el conquistador. Aliados y enemigos en el Anáhuac”, es el tema del trabajo que desarrollará el doctor Javier Molina Villeta, de la Universidad Autónoma de México.

    Este apartado de estudios lo cerrará la intervención del doctor Esteban Mira Ceballos, académico electo de la Real Academia de Extremadura de las Letras y las Artes, autor de destacadas monografías sobre los protagonistas del Descubrimiento y la Conquista, con un trabajo sobre “Últimos aportes en torno a la figura de Hernán Cortés”.

    Independientemente de estas aportaciones, el Congreso se centrará también en otros destacados ámbitos de la presencia hispana en América. En concreto, en el programa figura una ponencia sobre “Iconografía de la empresa cortesiana: la Malinche en el arte”, a cargo de los doctores Francisco Javier Pizarro Gómez, catedrático emérito de la Uex y exdirector de la RAEX,  y Angélika García-Manso, profesora de la Uex.

    La doctora Mónica Cejudo Collera, directora de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional Autónoma de México, expondrá el tema “Hernán Cortés, cartógrafo”, y el doctor Rafael López Guzmán, catedrático de Historia del Arte de la Universidad de Granada, presentará la investigación titulada “Cortés, Tenochtitlán y México en los biombos novohispanos”.

    El Congreso contará con otras dos aportaciones originales que completarán el ámbito académico en otras vertientes del tiempo y la personalidad de Cortés. Por una parte, el investigador y cronista oficial de la villa de Medellín, Tomás García Muñoz, abordará el tema “Hernán Cortés: entre la leyenda negra y la dorada”, y el catedrático emérito de la Universidad Complutense y académico de la Real Academia de la Historia, Martín Almagro Gorbea, presentará un trabajo bajo el título “Hernán Cortés desde la perspectiva de la Antigüedad”.

    Finalmente, está programada una mesa redonda con el enunciado “Extremadura y América; unos vínculos indisolubles”, coordinada por el doctor Sigfrido Vázquez Cienfuegos, profesor de Historia de América en la Universidad de Extremadura, que contará con la participación del catedrático emérito de la Complutense Tomás Calvo Buezas y del doctor Genaro Rodríguez Morel, de la Academia Dominicana de la Historia.