viernes, 24 de septiembre de 2010

BRILLE LA LUZ A PESAR DE LA OSCURIDAD DE LA NOCHE

En los empieces del otoño, no declina la vida política de la plenitud a la vejez. Amanece más tarde y cierra la luz sus cortinajes más temprano; pero el día es el mismo, como la segunda hierba o heno que produjeren los prados en la estación. Mérida capital congrega mañana a más de medio millar de delegados del Partido Socialista de Extremadura en su primera Conferencia Política.Renovarse o morir. El otoño no puede ser símbolo de declive para quienes esperan la cosecha de la estación y los frutos que sembraren en ésta para la primavera. El PSOE no descansa ni en la estación que invitare a ello, ya pasada, ni en las por venir. Pasa la luz, pero brillan las estrellas, como las farolas iluminan durante la noche oscura las calles apagadas...

La Conferencia Política pretende ser la selección de las semillas que alumbren los futuros programas electorales; la cosecha que ha de estallar en primavera; la renovada luz que exigen los ciudadanos, y la sociedad toda, para que aquella brille por encima de la oscuridad. Las ideas, las demandas, las preocupaciones, los problemas, las posibles soluciones, lo que preocupa y ocupa a la sociedad, que sus portavoces traducirán en las resoluciones pertinentes.

El partido es la sociedad misma; el PSOE, el que más se parece a ella, como acostumbra a decir, y lo fuere, el secretario provincial del partido en Cáceres, Juan Ramón Ferreira. Por ello, en la conferencia se reúne toda la sociedad que los representa: delegados, comités, ejecutivas, jóvenes, asociaciones, entidades, en un arco iris de participación, igualdad y libertad; en una connivencia de colaboración ideológica en virtud de la cual, quienes no están, también estén, porque todos son la sociedad misma y los beneficiarios de las respuestas que solicitan.

Frente a los agoreros que cada día reclaman respuestas, cuando todos los días se ofrecen, la mirada al futuro sin olvidar el presente mediante la participación, la igualdad y la libertad. Nada se impone en un partido que se abre hasta quienes no son de los suyos; que es capaz de presentar un millar de enmiendas a los documentos marco que se les presentan sobre la política, los ciudadanos y el propio partido.

Ha pasado, hace unos días, la estación más calurosa del siglo; pero nadie pasa, aunque la noche llegue antes, porque la nueva luz está al caer. Quienes piden ahora más luz, no reconocen, porque no hubieren memoria, o quisieren matarla, que ellos no se preocuparon en llevarla a nuestros pueblos en la medida en que hoy la solicitan; y la noche se hizo noche más larga y miles de extremeños hubieron de emigrar en busca de otras luces que no les propiciaren, porque ni las semillas tuvieren para la cosecha de otoño, y menos aún para la de primavera.

Llegar hasta aquí no ha sido fácil. Los principios siempre son difíciles, más aún cuando el abanico se abre y no se impone. No por mucho gritar amanece más temprano; ni por mucho urgir y preguntar pueden presumir de hacer política quienes durante siglos la hicieron solamente para ellos, sin contar con el pueblo. Todo para ellos, pero sin ellos.

La política, los políticos, deben constituir un referente y no un problema para los ciudadanos; porque sin la política, ni los políticos, los problemas serían mayores y otros vendrían, como siempre lo estuvieron, al acecho para sacar tajada de quienes menos hubieren, ni siquiera la esperanza.

A quienes les preocupa el presente y el futuro, no gritan: trabajan; recolectan las semillas para sembrar el futuro y que el granero no carezca nunca de lo imprescindible. Quienes se empeñan en afirmar lo contrario, y hasta ver la paja en el ojo ajeno, fueron los que siempre tuvieron para ellos, pero no para el resto. La Conferencia Política que el PSOE celebra mañana en Mérida persigue lo contrario de lo que afirman los otros: renovarse para no morir, sembrar para recoger, ofrecer más luz cuando la oscuridad se hace noche, porque ya hubimos bastante en el pasado y nadie, de quienes ahora gritan, llegaron para alumbrarnos. Esto es lo que está pasando..., sin que nada pasare porque no gritamos.

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