En la entrevista que el
presentador del segundo Telediario de Canal Extremadura, Igor Gómez, realizó ayer miércoles, 8 de abril, al candidato
socialista a la Presidencia de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, en Canal Extremadura TV, quedaron claras las diferencias que le separan
de Monago. Cuando el presidente en
funciones defiende a "Extremadura como única doctrina", "a las
personas más que a los partidos", "las ideas más que las
ideologías", no solo pretende negar la mayor -haciendo presente el "crepúsculo de las
ideologías" del ministro franquista Fernández
de la Mora, en 1965, en el que él cree militar, y a la Constitución misma,
que reconoce el papel vehicular de "los partidos que expresan el
pluralismo político, concurren a la formación y manifestación de la voluntad
popular y son instrumento fundamental para la participación política"
(art. 6 de la Constitución Española de 1978)-, sino que parece pretender hurtar
aquella como si la gente viera en él al único capaz de llevar a su Comunidad a
buen puerto, y el resto no importare.
En su intento de arrebatar votos a diestro y siniestro, Monago da largas cambiadas en las que
diferencia, de un lado, la política de las regiones (los sures) y, de otro, afirma que Extremadura es la única doctrina
en la que él fuere caudillo ungido por la gracia de Dios y no por los electores. Eso, los titulares, y estar en
candelero continuo, con la fábrica de marketing creada a su imagen y semejanza,
aun en contra del criterio de su partido, es lo que intenta vender. Hay un
partido, por el que usted se presenta, y hay una ideología que lo sustenta,
aunque pretenda pasar y volar con su gaviota mar adentro, en busca de otros
caladeros, dejando atrás sus siglas y su logo, como si para nada le importaren
ni necesitare.
Vara entiende,
por el contrario, que su partido, el PSOE, forma parte de la vida de la gente, porque
cree en la igualdad entre las personas, y fija dos líneas rojas que usted ha
traspasado: todo sin tocar a los maestros de escuela y las batas blancas, la
educación y la sanidad públicas, que nos hace tan iguales a las personas como
nacemos y morimos; pero esa realidad la hacen iguales los acuerdos entre los partidos,
más que las leyes; el pacto entre ciudadanos que persiguen y comparten unos
objetivos comunes. Por ello, se muestra dispuesto a hablar con todos los que
compartan, y deseen compartir, esos objetivos. De ahí su compromiso de las 60
medidas con un calendario de realización, plazo de ejecución y su coste, que
constituirán la base de negociación de cualquier posible acuerdo de gobierno. "Es
un gesto de compromiso y, si no lo cumplo, me voy."
El candidato socialista dio a conocer su propia encuesta
ante los comicios del 24-M: PSOE, 29; PP, 26; Podemos, 7; y Ciudadanos, 3. Tras
la cita electoral se verá quién tiene razón, si la que ha ofrecido el PP o la
suya, porque los sondeos, como las encuestas, van según los vientos y las
conciencias despiertan a la realidad. Vara
considera que ha sido una legislatura perdida para el empleo, y cree que no hay
que ver tanto las cifras, sino la vida de la gente: si está más satisfecha hoy
que hace cuatro años. La legislatura en la oposición --confesó-- les ha servido
para construir un nuevo proyecto, tras analizar las causas de la derrota. Cree
que los mandatos de ocho años son "una eternidad para los políticos"
y es buena la alternancia, siempre con acuerdos de futuro, más que con leyes de
mayoría absoluta. Sostiene el candidato que mientras haya una mayoría
parlamentaria progresista, no puede haber un gobierno conservador, y defiende
la igualdad como la primera opción vital. Confiesa que ganó la moción de
censura, porque se vio en ella un proyecto de gobierno alternativo y
"quince días después, ganamos las elecciones europeas, y el PP empezó a
entrar de error en error: las elecciones, la dimisión del consejero de
Hacienda...."
"Monago no
cree en lo que creemos", afirma el candidato socialista. Por eso, concluye
que la renovación de las listas electorales de su partido a la Asamblea la ha
efectuado porque "los socialistas están al servicio del proyecto, no el
proyecto al servicio de nosotros", y considera, por último, que Monago ha producido una "fractura
social", al haber denunciado a la Policía, a la patronal, a los
sindicatos..., "y no podemos estar enfrentados unos a otros" en una
Comunidad que no se ha caracterizado precisamente por casos de corrupción tan
generalizados como en otras.
No defienda usted, por tanto, el sintagma "Extremadura
como única doctrina", que es tanto como decir, como afirman ciertos
locutores: "como no podía ser de otra manera...." Pues sí, las cosas
pueden ser de una y mil maneras, tantas como hubiere los dientes de una sierra.
Solo que usted busca el poder, no la situación de la gente, y para eso es capaz
de negar la propia existencia de su partido, que le renueva la confianza, y
hasta la del propio delegado del Gobierno, que no le retira a la gente que le
espera a la puerta de su casa para que sea consciente de su situación; porque
usted vive en los mundos de Yupi. Y
aquí, como en Inglaterra, los jóvenes pasan del bipartidismo porque les han
hundido su esperanza. Ahórrese, pues, el rap, porque el 50 por ciento de los
jóvenes españoles cree positivo el fin del bipartidismo.
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