domingo, 15 de diciembre de 2024

DOCE PALABRAS PARA UN AÑO


Efectos de la dana en Valencia

    Como cada fin de año, antes de Navidad, nos llegan las doce palabras del año seleccionadas por la Fundación del Español Urgente (FundéuRAE), promovida por la Real Academia Española y la Agencia Efe, que ya han seleccionado las doce candidatas a palabra del año 2024.

    Las doce voces seleccionadas, según sus promotores, deben haber aparecido con frecuencia en los medios de comunicación y en el debate social en los últimos doce meses y, de otro lado, se busca que las palabras candidatas tengan algún interés desde el punto de vista lingüístico: que generen dudas entre los hablantes, que hayan adquirido un significado nuevo o que se hayan formado de una forma poco habitual.

    La vivienda, la tecnología, el turismo y el medio ambiente son algunos de los temas que giran alrededor de los vocablos seleccionados y que, por lo demás, como la vida misma, se hallan en medio de las preocupaciones y ocupaciones de los hablantes.

    Las doce palabras del año, ordenadas alfabéticamente por la Fundéu-RAE, son: alucinación, dana, fango, gordofobia, inquokupa, mena, micropiso, narcolancha, pellet, reduflación, turistificación y woke. Son vocablos que, en la mayoría de los casos, han sido oídos, hablados y leídos por los hablantes españoles y que dan fe de la adaptación de la lengua a los problemas de la sociedad y las preocupaciones de sus hablantes.

    Desde el año 2013, en que la FundéuRAE unieron sus conocimientos y observatorios para verificar y constatar el péndulo lingüístico de los hablantes, las palabras elegidas hasta la fecha han sido las siguientes: escrache (2013), selfi (2014), refugiado (2015), populismo (2016), aporofobia (2017), microplástico (2018), los emojis (2019), confinamiento (2020), vacuna (2021), inteligencia artificial (2022) y polarización (2023).

    Comprobamos cómo todas ellas conservan su vigor y actualidad y continúan desarrollándose, confirmándose y ampliándose, como la de 2022, la inteligencia artificial, desde su alumbramiento en 2022, o la última, la polarización, entendida esta no solo más allá de la física y de la economía, sino “orientar en dos direcciones opuestas” en el tablero político y social.

    La definición de las palabras seleccionadas este año son las siguientes:

  • Alucinación. No es palabra nueva en el Diccionario (escuchaba voces y veía alucinaciones…), pero ha ampliado su significación con el desarrollo de la inteligencia artificial. Se usan en el ámbito de la tecnología para referirse a la invención de información errónea por parte de los sistemas de inteligencia artificial. Es una extensión del sentido que ya tenían estos vocablos, y no es necesario marcarlos con cursiva o comillas. (Ej.: Alucino con la de cosas que se hacen con la inteligencia artificial, tía; o sea, es que alucino…”)
  • Dana. Las consecuencias de la dana en España han provocado que se haya disparado el uso de este vocablo en los medios de comunicación durante el último trimestre del año: dana, con minúsculas, lexicalización de DANA (sigla de depresión aislada en niveles altos), incorporada al Diccionario en su última actualización del pasado 10 de diciembre. Usada como sigla, se escribe con mayúsculas, pero si se” emplea como sustantivo común lexicalizado se hará en minúscula: dana.
  • Fango. Las consecuencias de la dana en España, y las labores de limpieza que continúan en muchos lugares, han multiplicado las apariciones del término fango en los medios de comunicación. Del mismo modo, este término ha estado muy presente en los últimos meses en la información política y social en su segunda acepción, `vilipendio´, degradación´, en el que no necesita comillas ni cursiva. (Ej.: fango informativo es difundir noticias inexactas o directamente falsas por aquello de que “difama que algo queda”; es decir, que cuando se habla de “máquina del fango” habría que añadir que fango hay para todos…)
  • Gordofobia. Es otra de las voces escuchadas durante el año, escrita en una sola palabra y sin guion. Para referirse a todo aquello relacionado con ella, o a quienes tienen esta aversión o rechazo, es gramaticalmente válido usar tanto el adjetivo gordófobo como gordofóbico, construido con las terminaciones –fobo y –fóbico, respectivamente. (Ej.: mirar mal a la gente gorda que viaja en transporte público; siempre hay una actitud de desaprobación: “Ya está la gorda sin hacer nada…” Los hombres gordos son considerados menos viriles en el ideario colectivo. “Parece una escultura de Botero…”)
  • Inkiocupa. El problema de la vivienda ha centrado la atención ciudadana, de medios y políticos este año. El neologismo está formado a partir del truncamiento de inquilino, al que se une el término okupa. (Ej.: “Me ha okupado mi casa un okupa… Lo que ocurre en España no ocurre en ningún otro país…”)
  • Mena. La situación de los menores extranjeros no acompañados, denominación a la que corresponde la sigla MENA, que llegan a un nuevo país, ha sido otro de los debates políticos en diversos lugares, especialmente en el sur de Europa. Como sigla se escribe con mayúsculas, aunque está muy asentada su lexicalización como sustantivo común escrito en minúsculas: un mena, los menas. (Ej.: Más de 2.000 menores (menas) han llegado a Canarias en el último año.”)
  • Micropiso. Otro de los vocablos más utilizados en el último año ha sido micropiso, formado por la utilización del prefijo micro- (que significa muy pequeño) al sustantivo piso, con el sentido del `conjunto de habitaciones que constituyen viviendas independientes en una casa de varias alturas´. Se escribe en una sola palabra, si guion ni espacio (no micro-piso ni micro piso).  (Ej.: “El Ayuntamiento de Barcelona investiga el ático de 12 metros alquilado a 650 euros mensuales” (el Periódico, de 04/12/2024).
  • Narcolancha. El elemento compositivo narco- (que significa `droga´) aparece unido a muy diversas voces para expresar su relación con este tipo de sustancias: narcodólar, narcotráfico o narcoviolencia y en otras de más reciente aparición, como narcolancha. (Ej.: “Una narcolancha embiste a una patrullera que intentaba dispersar a varias embarcaciones ilegales frente a Manilva”, en El País, de 24/03/2024).
  • Pellet. El extranjerismo pellet se emplea actualmente en múltiples contextos. La palabra ha entrado en el Diccionario en su última actualización. El vocablo ­–que también podría adaptarse como pélet y, según el ámbito, tener alternativas como granza o gránulo— estuvo muy presente en los medios debido al gran vertido de pequeñas bolas de plástico que se produjo en Galicia a primeros de año. (Ej.: “Cronología del vertido de `pellets´: de la pérdida de contenedores en Portugal a la emergencia en la costa norte de España”, en El País, de 10/01/2024).
  • Reduflación. El encarecimiento de los bienes y servicios en los últimos meses no solo se traduce en unos precios más elevados, sino en ocasiones también en un producto de menor tamaño al mismo precio. Por este motivo, la voz reduflación, acrónimo formado a partir de reducción e inflación, ha sido otra de las voces más repetidas durante el año. Se escribe con una sola ce (no reduflacción). (Ej.: “Más de la mitad de la población española ha notado la reduflación en sus compras”, en Ipsos).
  • Turistificación. La percepción de la turistificación (término válido para referirse al impacto de la masificación turística) en ciertas ciudades o regiones, ha llenado las portadas de los periódicos de todo el mundo. El aumento de las viviendas turísticas o la limitación de la llegada de extranjeros son solo dos aspectos que han centrado el debate social en 2024. También se usa con un sentido similar turistización, aunque es más habitual para aludir, de manera más neutra, al hecho de hacer que algo sea turístico. (Ej.: “Las protestas contra la turistificación crecen en todo el Estado español”, en El Salto, de 20/07/2024).
  • Woke. Este anglicismo se suele traducir como adjetivo informal de `sensible ante las injusticias´ y en español se utiliza tanto de manera positiva como negativa en múltiples contextos. Se escribe en cursiva si se pronuncia en inglés (wóuk) y puede escribirse en redonda y sin comillas tal como se escribe (woke). (Ej.: “Los medios de comunicación se suman al lenguaje `woke´: sexismo, racismo, identidad de género, transfobia…”, en El Debate).

El jueves 19 tendremos la `fumata blanca´ para saber cuál de ellas ha sido elegida palabra del año, la más utilizada, la más conocida, la de más impacto social… entre los hablantes de lengua castellana, lengua española oficial del Estado. (artículo 3 de la Constitución Española de 1978).


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