En vísperas de recibir la Medalla de Oro de Cáceres, que le
ha sido concedida por el Ayuntamiento, al cumplir sus 90 años de servicio a la
ciudad, conviene recordar la plasmación de ese vínculo del periódico decano de
la región con la ciudad que le viere nacer en 1923. Desde el fundador, el
obispo Segura Sáez, pasando por tres directores -Antonio Reyes Huertas,
Dionisio Acedo y Germán Sellers-- y un fotógrafo, Luis Bravo, figuran en el callejero
urbano, casi desde su nacimiento hasta hoy, como reconocimiento a una labor que
solo tuvo por norte un servicio a Cáceres, a la que se halla vinculado desde su
nacimiento, y que mañana martes, 26 de noviembre, se ve coronada con la medalla
que hace extensible el mismo a todos cuantos hicieron posible la feliz
efeméride, desde el fundador hasta el último trabajador fallecido, Sergio Rodríguez.
Pedro Segura Sáez, el obispo de Coria (1920-1926) que lo fundare el 1
de abril de 1923 (Carazo, Burgos, 4-12-1880; Madrid, 8-4-1957) fue, antes de
venir a la capital de la diócesis, obispo auxiliar del cardenal Cos
(Valladolid), por quien fue consagrado en 1916. Llegó a Coria en 1920, donde
permaneció hasta 1926, y acompañó al rey Alfonso XIII durante la visita que
realizare a Las Hurdes en 1922, y al que impresionó por su energía y carácter.
El 6 de mayo de 1926 fue nombrado arzobispo de Burgos, al parecer a petición
del rey, y el 20 de diciembre del mismo año, el papa Pío XI le nombra cardenal
y le designa para ocupar la sede primada de Toledo. Su fuerte carácter y su
catolicismo intransigente, le llevó a enfrentarse con la República, con el
Generalísimo Franco y hasta con la Santa Sede. En mayo de 1931 fue exiliado a
Roma. Volvió el 9 de junio y, cuatro días más tarde, fue expulsado de España.
Las presiones de las autoridades republicanas le obligaron a presentar su
renuncia al papa, y permaneció en la curia romana hasta 1937. Segura fue
nombrado arzobispo de Sevilla ese mismo año, tras el fallecimiento del cardenal
Ilundain. Sus enfrentamientos con Franco dieron lugar a que, en 1954, la Santa
Sede nombrara arzobispo coadjutor de Sevilla a José María Bueno Monreal, por lo
que hasta su muerte hubo en la capital andaluza dos arzobispos de facto. Fue inhumado en la cripta del
monumento al Sagrado Corazón de Jesús de San Juan de Aznalfarache (Sevilla),
tras recibir honores militares ordenados por el Generalísimo.
El Pleno
ordinario del Ayuntamiento de Cáceres, celebrado el 10 de diciembre de 1954,
acordó "restituir los nombres variados en el recinto amurallado de Cáceres
y, en consecuencia, se suprimen", entre otros, la "Plaza Obispo
Segura quedará Plaza de los Caldereros", en cuyo Palacio de la Generala,
propiedad del Obispado, estuvo el diario desde su fundación hasta septiembre de
1973, en que se trasladó al Bloque 14 del Polígono de La Madrila. Es decir que,
según este acuerdo, el obispo Segura ya tenía calle en Cáceres, que pasó a
tener la nueva denominación que hoy conserva. De otro lado, según acuerdo del
mismo Pleno, "en la parte de la ciudad fuera del recinto amurallado, se
ponen los siguientes nombres a calles que no los tenían o lo tenían
indebidamente puesto", entre otros, "la primera travesía a Cánovas,
quedará Obispo Segura Sáez, entrada Avenida de España, salida Avenida Virgen de
Guadalupe". (Véanse "Libros de Plenos del Ayuntamiento de Cáceres"
de la citada fecha, en el Archivo Administrativo Municipal de Cáceres).
El
cardenal Segura fue objeto de una tesis doctoral: "El cardenal Pedro
Segura Sáez (1880-1957), de Santiago Martínez Sánchez, dirigida por Gonzalo
Redondo Gálvez, Publicaciones de la Universidad de Navarra, 2002, 581 páginas.
(ISBN: 978-84-8081-361-1).
Antonio Reyes Huertas (Campanario,
Badajoz, 1887-1952), licenciado en Derecho y en Filosofía y Letras, director,
entre otras publicaciones del Diario Extremadura, pilotó el diario durante una década
(1927-1937), tras Tomás Murillo Iglesias (1923-1927) y falleció en su pueblo
natal a los 65 años.
En la
misma sesión plenaria citada anteriormente, el Pleno Municipal acordó poner su
nombre a la "transversal a Colón, quedará Antonio Reyes Huertas, entrada
Plaza Colón, salida Antonio Hurtado". (Íb.)
Su vida y
obra están reflejadas en la tesis doctoral de Jesús Méndez Pérez: "Vida y
obra de Antonio Reyes Huertas", Universidad de Extremadura, 1995; y en la
obra de Aquilino Camacho García: "Biografía de Reyes Huertas", entre
otras.
Jesús Dionisio Acedo Iglesias (1898-1979) formó parte de la
redacción del Diario Extremadura desde el día de su fundación hasta su
nombramiento como director (1939-1971) y posterior jubilación. Estudió Derecho
en Salamanca y dedicó toda su vida al periodismo. Fue director de la revista
"Santuario de la Montaña" y redactor jefe del semanario
"Cáceres" (1953-1971); desempeñó la Jefatura de los Servicios
Culturales de la Diputación Provincial. Tras su jubilación, el Ayuntamiento de
la Ciudad le otorgó por aclamación la Medalla de Plata (véase Pleno del
30-10-1975) y a su muerte, le concedió la calle que lleva su nombre, de nueva
apertura en 1981, situada entre la Avenida de Alemania hasta la rotonda de
Alfonso IX, que enlaza con la Avenida Virgen de Guadalupe.
El
Ayuntamiento manifestó su pesar por su fallecimiento en la Comisión Permanente
Municipal, cuya reseña reflejó el Diario Extremadura el 9-2-1979, pág. 4:
"El alcalde-presidente, señor López y López, informa a la Comisión del
fallecimiento de Jesús Dionisio Acedo Iglesias, Medalla de Plata del
Ayuntamiento, y ex director del Diario
Extremadura, persona muy querida en nuestra capital, hombre de bien, de
esclarecida inteligencia y de singulares virtudes humanas, el cual honró a la
tierra que le vio nacer y a la que consagró su pluma, afanes e ilusiones,
tomándose el acuerdo de hacer constar en acta el pesar de la comisión por el
fallecimiento, participándose a la familia."
Su
sucesor, Germán Sellers, le dedicó un emotivo artículo, "Murió Jesús
Dionisio Acedo Iglesias, un hombre ejemplar". (Véase Diario Extremadura,
de 3-2-1979, pág. 4).
Fernández
Hernández Gil le recordaba: "Recuerdo a Dionisio Acedo, accediendo
lentamente por el Adarve, camino del Palacio de la Generala, reflexivo,
paciente y siempre sonriente, donde habría de madurar día a día el editorial
del periódico de su pasión --y después dirección-- "EXTREMADURA";
periódico donde también se ocultaba su fértil pluma bajo los seudónimos de Juan de Acre, Batelero, y tantos otros que yo no llegué a captar. "(Véase
Diario Extremadura del 12-2-1979).
La
Diputación Provincial de Cáceres, presidida por Jaime Velázquez, instituyó en
su honor, en 1981, el premio de periodismo que lleva su nombre.
Germán Sellers de Paz (Cáceres,
1923-1995). Nació el mismo año de la fundación del periódico que dirigió entre
1971-1987. Periodista por la Escuela Oficial de Periodismo de Madrid en 1962 y
licenciado por la Facultad de Ciencias de la Información en 1987, fundó los
periódicos y revistas Más allá, Ráfagas, Al Volante, Cáceres
(semanario de información general de los lunes), que dirigió desde su
aparición, en 1956, hasta su cierre, en 1976; Actividad Sindical y Cáceres
Sindical. Fue redactor jefe del Diario Extremadura (1963-1971). Premio de
Periodismo Dionisio Acedo 1982; primer premio de periodismo del Bimilenario de
Cáceres en 1962, es autor de "Cáceres", "Conozca la provincia de
Cáceres", "Cáceres, visto por un periodista" y "La Prensa
cacereña y su época (1810-1990)".
Tras su fallecimiento, ocurrido el 6-12-1995,
a los 72 años de edad, El Periódico Extremadura le dedicó una esquela con la
siguiente leyenda: "Amó a Cáceres, escribió a Cáceres y murió en su
tierra". El Ayuntamiento le dedicó una calle, situada en la barriada de
Aldea Moret, entre la Avenida río Tíber y la calle Juan García. Su sucesor en
la dirección y autor de este artículo, escribió sobre él una columna titulada
"Orgullo y pasión". (Véase El Periódico Extremadura del 8-12-1995)
Luis Bravo Hernández, fotógrafo,
falleció el 5-4-1988, a los 58 años. Tras su fallecimiento, "la Comisión
de Cultura del Ayuntamiento, por unanimidad, acordó dar su nombre a una de las
principales avenidas de la barriada de Aldea Moret, a propuesta del concejal
Andrés Nevado... Se elige una avenida entre los bloques de viviendas que llevan
nombres de pájaros, y las que los tienen de ríos, para significar que el
trabajo de Luis abarcó todos los extremos de la actualidad cacereña, abierto al
futuro de la ciudad, una calle importante para un hombre importante", según
manifestó el presidente de la Comisión, Ángel Rodríguez". (Véase El
Periódico Extremadura del 9-4-1988, pág. 10).
Al día
siguiente de su fallecimiento, El Periódico Extremadura le dedicó un editorial
que, bajo el título "Honró a su ciudad", decía, entre otras cosas:
"El acuerdo de la Comisión de Cultura del Ayuntamiento cacereño tenemos
que celebrarlo por varios motivos: en primer lugar, el municipio plasma no solo
su sensibilidad hacia vecinos que, como en este caso, ayudaron a difundir sus
imágenes o en otros engrandecieron su nombre, sino que muestra una cercanía con
el pueblo mismo de la ciudad; en segundo lugar, porque la rotulación de calles
ha de constituir un motivo para el conocimiento de la propia historia local,
adjudicando sus nombres a personajes grandes y sencillos que, con sus trabajos,
ayudaron a que Cáceres fuera más Cáceres." (Véase El Periódico
Extremadura, del 9-4-1988, pág. 10).
Hoy,
como ayer, nos ratificamos en lo escrito y en la medalla por el simbolismo que
encierra para Cáceres y para todos los que nos precedieron y dejaron sus
nombres escritos o ocultos para la historia; pero, todos, historia viva de
Cáceres.
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