lunes, 11 de noviembre de 2013

EL RETORNO DEL PSOE, O CÓMO CONECTAR CON ESPAÑA


           El PSOE ha concluido su Conferencia Política que, bajo el lema "¡Conectamos!", ha celebrado este fin de semana en Madrid, con un grito de guerra por boca de su secretario general: "El PSOE ha vuelto", como si se hubiera ido desde 2011, tras la amarga derrota de primavera, y el congreso de Sevilla de 2012, que apostó por "continuidad frente a cambio", como ha recordado Carme Chacón, y que quien encarnare el partido desde entonces, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha querido desmitificar afirmando que él era el cambio, y por eso ha traído a su partido de vuelta: el retorno a sus orígenes, a la renovación radical de su proyecto, a la vuelta a las esencias, a marcar directrices diferenciadoras con la derecha; al cambio, en fin, frente a la continuidad que pareció ahogar su voz frente a la aplastante mayoría de los vencedores, que ha terminado por cercenar de raíz el proyecto reformista que iniciara Felipe González.
              Pero, cómo conectar con esas masas, ahora desamparadas, huérfanas de liderazgo y de voz, desahuciadas de sus viviendas, trabajo y pensiones; atracadas en la esencias mismas de su orgullo político progresista; amparadas por plataformas y mareas que levantan su voz contra las injusticias, a falta de líderes que les defiendan y les devuelvan el orgullo de ser y sentirse españoles, en una nación de iguales, en la que los paganos de la crisis no sean los de siempre: los más necesitados, frente a la amnistía y los indultos dados a quienes nunca lo merecieren; el pueblo desencantado por los cantos de sirena de unos y otros, quienes les robaron y mintieron y quienes no han sido capaces de liderar hasta la fecha una respuesta que devuelva la ilusión a una España desesperanzada, resignada, incrédula ante la clase política que la representa.
 
              "¡Conectamos!", ¿con quién o quiénes? : con los más débiles y necesitados, remarcando una diferencia ideológica que les separa de la igualdad y solidaridad que otros no desean para todos; conectar para recuperar el rostro que hubimos y no la cara de tontos que pretenden hacernos creer que llevamos; conectar para quienes desean ver otros rostros en el Gobierno de España que conecten con ellos; conectar para reconstruir y modernizar nuestro proyecto de vida en común, incluida Cataluña en la España de la que siempre fue y es parte; conectar con quienes protestan porque hubieren razones para ello y porque no todos pensamos lo mismo; conectar con quienes defienden una reforma fiscal justa y solidaria, en la que paguen más quienes más tienen y que nada paguen quienes nada tienen; conectar con el feminismo, el ecologismo y el laicismo, con respeto a las ideas contrarias. Hay que conectar con todos los que desean un cambio como el del 82, y no con los que desean parches para salir del paso y que nos conducen al abismo; hay que conectar para convencer, para ilusionar, para transformar lo que es de todos para todos, no solo para unos cuantos. Hay que conectar con España, con la España de todos que unos intentan apropiarse para sí, como si fuere su coto privado de caza, y afrontar una reforma fiscal que ya se está pidiendo a gritos, porque no podemos soportar más la injusticia de que paguen por los medicamentos lo mismo quienes ganan 18.000 euros que los que ganan 100.000.
              Hay que acabar con la corrupción para poder conectar; es preciso implantar un espíritu ético que invite a cesar a los procesados; tenemos que acabar con las amnistías fiscales. Para ganarse el futuro, hay que restablecer los derechos de los trabajadores y una reforma que no crea empleo, sino que lo destruye; urge reformar el sistema electoral para que electores y elegidos no solo se vean a través de los medios y no tengan más participación en la cosa pública que sus votos, a través de listas desbloqueadas y listas cremallera que garanticen la paridad de representación de hombres y mujeres; es urgente reformar el sistema de elección de los órganos constitucionales para acabar con el partidismo y profesionalizar su independencia.
 
              Si eso es conectar, estaría bien la conexión. Otra cosa es hallar el líder y el equipo capaces de llevarlo a cabo. Y si el PSOE es el único partido que lleva en sus siglas la E de España, no están los tiempos para reformas constitucionales que acaben con un consenso que tanto costó construir. Bien está pedir austeridad y transparencia a todos, empezando por la cabeza del Estado; pero, como bien recuerda el PP, hay que tener un mensaje único para toda España, y no hay por qué avergonzarse de utilizar su nombre y de eludir, bajo una aspiración legítima, a la hora del juramento o promesa del cargo, la lealtad a quien se le debe: al Rey, y del Rey abajo, ninguno, aunque nadie sea intocable y la Justicia sea igual para todos. No queramos ser más papistas que el papa cuando no somos ni papables... Aspiremos a reformar para mejorar, no a reformar para recortar derechos, como ha hecho hasta ahora el PP, sin olvidar que el derecho a decidir es de todos, incluida la forma de Estado, que ahora no toca. ¡Pues solo nos faltaba eso...!
   

No hay comentarios: